El objetivo principal con el que se plantea el proyecto es el aseguramiento de la calidad comercial, seguridad y trazabilidad de las frutas y hortalizas durante la manipulación post-cosecha, el transporte y la comercialización
El proyecto TICS4FRUIT encara su última fase con la validación de las tecnologías tanto a nivel de producción como de distribución mayorista
Los objetivos específicos del proyecto irán destinados a identificar los problemas reales y a desarrollar las soluciones tecnológicas (TICs) más adecuadas para el mantenimiento de la calidad de la fruta, desde su recolección hasta la llegada al consumidor final. El proyecto comenzó en diciembre de 2019 y está previsto que finalice el próximo mes de julio.
El proyecto TICS4FRUIT comenzó con una primera etapa de diagnosis del sector, monitorización de condiciones reales e identificación de los tipos de desórdenes encontrados más frecuentemente durante la cadena de comercialización de diferentes familias de fruta. En esta primera fase además se evaluaron los principales indicadores de desempeño logístico en diferentes empresas del sector.
En el primer caso se llevaron a cabo visitas a diferentes mayoristas y empresas frutícolas, recogiendo muestras de 3 familias de fruta distintas (fruta de hueso, frutas tropicales y frutos rojos) durante varios meses en la campaña de verano y de invierno y analizando la incidencia y severidad de diferentes tipos de daños o causas de pérdidas de calidad. Para la optimización de la gestión logística, se realizaron diferentes encuestas. Tras su análisis y conclusiones, se plantearon diferentes mejoras de operativas que serán validadas en distintas empresas del sector durante la próxima campaña de fruta de hueso.
Actualmente, el proyecto TICS4FRUIT encara su última fase en la que las diferentes herramientas (tanto TICS como diseño de operativas logísticas) han sido desarrolladas y van a ser implantadas mediante pruebas piloto en situaciones reales. Para ello, el consorcio, a través de su socio Fepex, se ha puesto en contacto con diferentes asociaciones de productores a las que se ha presentado el proyecto. Se han identificado diferentes empresas interesadas en la colaboración y en el mes de mayo comenzarán las pruebas piloto en las que las diferentes tecnologías serán validadas tanto a nivel de producción (desde el campo hasta la central frutícola) como de distribución mayorista (estancia en mercas).
Avances en el desarrollo del proyecto
Según afirma la doctora Esther Arias, investigadora de la Fundación Parque Científico Tecnológico Aula Dei (PCTAD), "gracias al esfuerzo de todos los socios del proyecto, a pesar de la pandemia ninguna de las tareas se ha visto retrasada en el cronograma previsto de ejecución técnica, si bien es cierto que algunas de ellas han tenido que ser modificadas y realizadas en formatos diferentes a los planteados. Las tecnologías 4.0 y plataforma de centralización de datos están siendo diseñadas y desarrolladas en las fechas previstas y, en breve, coincidiendo con el comienzo de la campaña de fruta de hueso, serán validadas en centrales hortofrutícolas y en las instalaciones de diferentes mayoristas".
Las actividades más afectadas han sido las de divulgación y reuniones de seguimiento de proyecto, ya que muchas de ellas han tenido que ser realizadas de forma virtual.
Durante el proyecto se han desarrollado 2 tipos de sensores que permiten monitorizar en tiempo real las condiciones de temperatura, humedad relativa, geolocalización y diferentes concentraciones de gases como el CO2 o el etileno, que "influyen en gran medida en el metabolismo de la fruta y por consiguiente, en su aptitud para el almacenamiento y comercialización", señala Arias. Además de esos parámetros, uno de los sensores es capaz de determinar y analizar el tipo de impacto, vibración o choques que sufre el producto a través de la cadena de comercialización, desde el campo hasta la llegada al cliente final.
Esta información "será determinante en el caso de las frutas sensibles a roces o lesiones relacionadas con la pérdida de calidad".
Implementación de estas tecnologías en la red española de Mercas
Según los resultados obtenidos en las encuestas enviadas en la primera etapa del proyecto, únicamente un 20% de los encuestados utilizaban TICs o tecnologías similares en sus procesos productivos actuales. La implantación de este tipo de tecnologías, así como el seguimiento de las recomendaciones de almacenamiento o el diseño de nuevas operativas logísticas permitirá al sector, tanto productor como distribuidor, "ofrecer un producto con mejores características de calidad". Las pérdidas asociadas a devoluciones de producto asociadas a la presencia de determinados defectos o lesiones "disminuirían considerablemente", asevera la investigadora del PCTAD.
Para definir el tipo de daños y desórdenes más frecuentes, así como los tipos de fruta más afectados y el porcentaje de pérdidas asociado, se ha efectuado un estudio de diagnosis para cuya elaboración se han llevado a cabo muestreos, tanto a nivel de campo (monitorizando el proceso completo, desde la recolección hasta su conservación en central previo a la expedición) como a nivel de los mercas.
En el primer caso se evaluaron diferentes aspectos como la hora de recolección, el tiempo transcurrido entre la cosecha y el almacenamiento, la forma de transporte, etc. Por ejemplo, en el caso de la cereza (un tipo de fruta seleccionado por su alto valor añadido y ser una de las frutas de verano más perecederas), la doctora Arias confirma que "resultó determinante la hora de la cosecha y el tiempo transcurrido hasta su transporte a central. La vida útil de cerezas cosechadas en el rango de más alta temperatura en campo se ve muy reducida si el enfriamiento de las mismas no se realiza en el tiempo adecuado".
En este sentido, la monitorización de la temperatura y geolocalización durante todo momento permitirá controlar las variables más influyentes en la vida útil del producto.
En el caso del estudio llevado a cabo en las mercas, se seleccionaron 3 familias de fruta por ser las más susceptibles a desarrollar diferentes tipos de daños. Los muestreos se realizaron en dos temporadas diferentes: la campaña de verano, en el que se estudió la incidencia y severidad de diferentes tipos de daño en fruta de hueso (cereza, albaricoque, paraguayo, melocotón y nectarina), frutas tropicales (piña, aguacate, mango y papaya) y frutos rojos (arándanos, moras, fresa, frambuesa y grosellas) y la campaña de invierno, en la que se evaluó la incidencia en cítricos, frutas tropicales, uva de mesa y frutos rojos de origen nacional.
"El tipo de desórdenes más frecuentemente encontrados han sido los daños por frío en frutas tropicales y algunas frutas de hueso. Para evitar el desarrollo de esta fisiopatía ambos productos requieren un almacenamiento a temperaturas específicas (10-12°C y 0-1°C en fruta tropical y fruta de hueso, respectivamente) y en los procedimientos actuales esta práctica es muy inusual. Si el tiempo de exposición a una temperatura inadecuada es demasiado largo, la severidad del daño puede ser elevada y originar pérdidas de calidad", concluye Esther Arias.