¿Necesito utilizar Bioestimulantes en mi cosecha?
Un estudio reciente de “Future Market Insights” ha demostrado que la agricultura orgánica disminuye la necesidad de usar combustibles fósiles con el fin de mejorar el rendimiento de los cultivos hasta en un 70%. Además, si se practica a escala mundial, se prevé que las emisiones globales de CO2 disminuirán un 40%.
Esta información está directamente relacionada con el imparable aumento de la población mundial. De hecho, se estima que para poder alimentar a la población mundial de 9.100 millones de personas que se prevé para el 2050, debería incrementarse la producción de alimentos en un 70% de manera progresiva hasta esa fecha.
El nuevo paradigma hace patente la necesidad, cada vez mayor, de apostar por una agricultura sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Por estos motivos, los productos Bioestimulantes son cada vez más utilizados por los agricultores.
¿Qué son los Bioestimulantes? ¿Cuándo utilizarlos en tus cultivos?
Los Bioestimulantes son sustancias y/o microorganismos cuya función es estimular los procesos naturales que mejoren o beneficien la absorción de nutrientes, la eficiencia de los mismos, la tolerancia al estrés abiótico (suelos con exceso de sales, falta de humedad, poca luz, una temperatura poco favorable… y la calidad del cultivo).
Por si esto fuera poco, la acción de los Bioestimulantes favorece que el cultivo aproveche al máximo los nutrientes que se le aportan al suelo, lo cual será beneficioso tanto para el agricultor como para el ecosistema. El exceso de nutrientes en el medio ambiente es una fuente importante de contaminación del aire, suelo y agua, lo cual afecta negativamente a la biodiversidad y el clima.
Por otro lado, su utilización contribuye a que se requiera un menor uso de fertilizantes, ya que los bioestimulantes estimulan los procesos de nutrición de las plantas, independientemente del contenido de nutrientes del producto. Cabe destacar que uno de los principales objetivos de la estrategia de la UE “De la granja a la mesa” es, precisamente, haber reducido el uso de fertilizantes en al menos un 20% para el 2030.
Algunos ejemplos de Bioestimulantes autorizados son: Biosmart, Smartfoil, Moka y Pushy+, los cuales aportan soluciones concretas y efectivas durante las diferentes fases del proceso biológico del cultivo. Entre sus múltiples beneficios podemos destacar:
- Mejorar de la calidad final de los frutos (color, calibre, firmeza, olor, sabor...), así como de su rendimiento comercial.
- Reducción del impacto del estrés abiótico.
- Estimulación del desarrollo de las raíces.
- Mayor producción de biomasa foliar.
- Crecimiento de la planta durante la fase reproductiva para aumentar su rendimiento.
¿Cuál es el marco legal de este tipo de productos?
Los Bioestimulantes están regulados por la normativa europea dentro del artículo 47 del Reglamento 2019/1009. Concretamente en una modificación del artículo 3 del Reglamento (CE) Nº 1107/2009 donde se definen por primera vez los “Bioestimulantes de plantas”. Este documento legal será aplicable oficialmente a partir del 16 de julio del 2022.
Ahora que conoces todas las ventajas que aportan al rendimiento de tu cultivo y sus beneficios para el medio ambiente, seguramente habrás llegado a la conclusión de que debes probarlos, como hacen ya miles de agricultores en toda España, ¿a qué estás esperando?