El mercado del vino en Hungría
Hungría es un país con una gran tradición en la producción de vinos y, a su vez, su consumo es una parte esencial de la gastronomía húngara. La producción media de vino en los últimos años ha ido oscilando entre 2-3 millones de hectolitros. La mayor parte se consume en el mismo país, teniendo una capacidad productiva suficiente para abastecer a la población local. Aproximadamente, el 65% del vino producido es blanco y el 35% restante es tinto y rosado.
El consumo medio de vino en el país asciende a unos 23 litros per cápita, aunque hace algunas décadas esta cifra alcanzaba los 35 litros, Hungría sigue situándose entre los diez primeros países que más consumen de la Unión Europea. A lo largo de los años los gustos han ido cambiado ya que hace una década el consumo de vino blanco tenía una cuota del 75%. Sin embargo, según datos del año 2012, su consumo tan sólo llegaba al 31%, el de vino tinto estaba en un 51% y el de los rosados era del 18%.
Las importaciones en volumen de la subpartida 220421, referentes a vinos no espumosos embotellados, en los últimos años ascienden a unos 4,5 millones de litros. Los principales proveedores son Italia, España y Francia, aunque se desconoce la cuota exacta que pertenece a cada país de origen, pues las empresas importadoras, en vez de comprar directamente de las bodegas italianas, españolas o francesas, realizan una parte cada vez mayor de sus compras de vinos, sobre todo de gama alta, a través de mayoristas alemanes, hecho que distorsiona las estadísticas.
En cuanto a la proporción de vinos tintos y blancos, dentro de la partida 220421, solamente la quinta parte corresponde a los blancos, mientras que la gran mayoría del vino importado por Hungría es tinto. Esta misma proporción se refleja en las importaciones procedentes de España. El precio medio en el caso de los vinos tintos embotellados asciende a 2,22 euros el litro, y en el caso de los blancos a 1,8€/l. España, sin embargo, queda algo por debajo de este nivel con precios medios de 1,37 y 1,59€/l, respectivamente, en lo que se refiere a los vinos de origen español, importados directamente.
Son cada vez más los compradores que eligen vino húngaro, y tanto su Estado como las mismas bodegas emplean distintos medios para atraer la atención sobre los vinos locales, que representan menos del 10% del consumo local del vino importado, mientras que hace unos diez años este porcentaje rondaba entre el 20-25%. La mayor o menor presencia de vinos extranjeros se explica por razones de gustos, modas, precios y las variaciones de existencias.
Los húngaros compran vino tanto para el consumo propio como para regalo, ya sean locales o extranjeros de calidad, convirtiéndose en algo habitual a regalar. Para la compra del vino, los establecimientos más populares son los hiper- y supermercados, seguidos de las compras realizadas directamente a las bodegas productoras y a las vinotecas. El precio es un factor decisivo a la hora de elegir entre un vino u otro, aunque la variedad se tiene más en cuenta que el precio. Según una encuesta, el 60% de los compradores húngaros gasta unos 3 euros como máximo en una botella de vino si es para consumo doméstico. Sin embargo, cuando éste se destina para regalo, la disposición a gastar crece en cierta medida, un 43% paga entre 3 y 7 €, y un 31% está dispuesto a pagar entre 7 y 16 €.
Con el paso del tiempo, la oferta de vinos españoles en Hungría ha ido aumentando y actualmente se pueden encontrar de numerosas regiones españolas. Antes, el vino español solamente se asociaba con el vino tinto de Rioja y es ahora cuando los vinos blancos de España se están dando a conocer. Se considera que el vino español es de buena calidad, encajando bien con el gusto húngaro y tiene una buena relación en cuanto a calidad y precio.
Los importadores húngaros suelen ser bastante activos y acuden a las grandes ferias internacionales o hacen visitas a las bodegas personalmente, para ampliar su cartera de vinos extranjeros.
