MJ132 - Menaje de mesa y cocina

CONTENEDORES HERMÉTICOS 65 CUESTIÓN DE MATERIALES La creciente preocupación por la salud ha puesto a los herméticos en el punto de mira, con la competición entre diferentes materiales como cuestión central. El camino hacia productos más seguros para la salud humana y más amigables con el medio ambiente ha dado lugar a la aparición de muchas alternativas, algunas más acertadas que otras, pero todas con la intención de buscar nuevas soluciones a un viejo problema. Los herméticos fabricados en plástico no han desaparecido del mercado, pero compiten, cada vez más, con otros materiales. Lo que sí se percibe es una insistencia de los fabricantes en la ausencia de Bisphenol A (BPA), uno de los componentes con peor prensa. Recientemente, la Agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea (EFSA) ha reevaluado los riesgos de este elemento y ha concluido que se trata de un problema de salud para los consumidores de todos los grupos de edad, afectando especialmente al sistema inmunitario. Muchísimos herméticos del mercado ya explicitan, de modo bien visible, que están libres de BPA pero, aun así, la fuga de consumidores hacia otras alternativas hace tiempo que se viene produciendo. El más directo competidor del plástico es el vidrio, que podríamos decir que es el gran ganador de esta batalla, pese a tener en contra dos importantes inconvenientes: el peso, que hace menos cómodo su transporte; y el cierre hermético, dado que el vidrio, por sí solo, no es capaz de garantizarlo y necesita incorporar otros materiales (normalmente plásticos y siliconas) para lograrlo. La pugna de los materiales está tan candente que muchas empresas exclusivamente dedicadas al plástico se han apresurado a lanzar sus colecciones de vidrio. El borosilicato es la opción que más crece, al presentarse como el vidrio más resistente y de mayor calidad, además de ser un material 100% reciclable y sin componentes dañinos. Como alternativas a las tapas de plástico, aparecen materiales como el bambú. La firma Duett dispone de esta solución, resolviendo la aparente incoherencia de fabricar recipientes de vidrio que, en cambio, introducen tapas herméticas de plástico. Este producto, que incorpora una cinta elástica para un transporte más seguro y cómodo, ejemplifica con claridad el momento que vive el sector de los herméticos, colocado bajo la lupa de la sospecha por quienes desconfían de los plásticos, de los microondas o de ambos a la vez. Iris Barcelona ha sustituido la tapa de plástico por otra de vidrio, pero sin eliminar del todo la presencia de plástico, dado que las aletas que proporcionan al contenedor un 100% de hermeticidad están fabricadas en polipropileno, un material seguro y libre de BPA. Sin embargo, estos elementos no están en contacto con la comida, de modo que esta innovación ofrece una mayor confianza a la hora de transportar los platos calientes. El vidrio de la base es borosilicato y es apto para microondas, lavavajillas y horno. También se puede colocar en la nevera y en el congelador. La tapa, de vidrio templado, es apta para lavavajillas, nevera y congelador. Por otro lado, si lo que preocupa al consumidor es sobre todo la ecología y el cuidado del planeta, empresas como Curver están actuando en este sentido para ofrecer productos más ‘verdes’. La Curver Smart Eco Line, de ilustrativo color íntegramente verde, está fabricada en polipropileno reciclado, con sello hermético, cuatro cierres tipo pestaña y múltiples formas y capacidades. Además, su tapa es transparente, para ver fácilmente el contenido, e incluye válvula integrada, que facilita el calentamiento de alimentos en el microondas. Contenedor hermético con tapa de bambú de Duett. Foto: Duett.

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