Granja Hermanos Sanz Berzal, un modelo a seguir en la selección genética
La granja Hermanos Sanz Berzal destaca en el sector porcino como referente en la cría de madres reproductoras 100% Ibéricas. Y lo hace ahora más aún porque su equipo ha sido reconocido con el máximo galardón de entre todas las categorías de los premios especiales de los Porc d’Or Ibérico, celebrados en Granada el pasado mes de junio: el Porc d’Or Ibérico Especial con Diamante. Esta granja situada en Languilla, Segovia, pertenece a la empresa Agrocesa – Grupo Vall Companys, y Pablo Sanz, uno de los propietarios de la misma junto a su hermano Héctor, nos explica los aspectos cruciales para conseguir la descendencia más saludable a través de su programa de selección genética y del conjunto de buenas prácticas.
La historia de la granja se remonta a 2009, cuando los hermanos Sanz Berzal, Pablo y Héctor, deciden levantar una nueva granja con la visión de crear un entorno propicio para la cría de cerdas reproductoras de alta calidad y 100% Ibéricas. Se trata de una granja en producción intensiva de madres con lechones 100% Ibéricos de 20 kg.
"Hace 14 años, al finalizar la construcción de la granja, la llenamos de cerdas reproductoras y desde entonces no ha vuelto a entrar ningún animal vivo a la granja de otras dependencias. La renovación de los animales se hace por autoreposición, es decir, que las futuras madres 100% Ibéricas que van a renovar nuestra granja, nacen en la misma. A la vez, también hacemos reposición para otras granjas”, ha afirmado Pablo Sanz, propietario de la granja, al cual esta dedicación le viene de familia y es totalmente una vocación.
La Granja Hermanos Sanz Berzal está integrada en Agrocesa – Grupo Vall Companys, la cual está centrada en fomentar el desarrollo y la estabilidad de los ganaderos asociados que la componen. En Agrocesa – Grupo Vall Companys se producen piensos de primera calidad elaborados a partir de ingredientes naturales y específicos, e integran a una red de más de 600 granjas y dehesas asociadas, con 180 profesionales. Anualmente, crían 2,35 millones de cerdos y producen 800.000 toneladas de piensos óptimos para cada etapa del animal.
Esta granja, aparte de recibir el máximo galardón de los Premios Porc d’Or Ibérico de 2023: Porc d’Or Ibérico Especial con Diamante, también recibió una estatuilla en la segunda categoría a los Porc d’Or de Oro y otra en la tercera categoría de los de Bronce. Estos, organizados por el IRTA en estrecha colaboración con la Asociación Interprofesional del Cerdo Ibérico (Asici) y de la compañía CEVA Salud Animal, se celebran cada año en distintas provincias españolas y reconocen la labor del sector gracias a los datos recogidos por el sistema de información BDporc.
Instalaciones cómodas y automatizadas
Las instalaciones de Granja Hermanos Sanz Berzal han sido diseñadas para albergar hasta 750 animales pensando siempre en el bienestar de los animales, según ha explicado Pablo Sanz. “Las cerdas tienen juguetes, cadenas, maderas para poder morder, olisquear y entretenerse. También están alojadas en más metros cuadrados de los que les corresponde por ley (áreas más espaciosas) y condiciones ambientales óptimas”, ha apuntado. La granja prioriza la comodidad y la salud de las madres reproductoras para garantizar a la vez una descendencia lo más saludable posible.
“Entre los puntos importantes que tiene nuestra granja, y que pienso que ha sido clave para ser reconocidos con el Diamante en los Porc d’Or, puede estar la monitorización y el seguimiento genético que hacemos de cada lechón desde que nace en nuestras instalaciones, con el objetivo de ir consiguiendo más precisión y, sobre todo, lechones con más gramos, pues estos tienen más vitalidad”, ha destacado Pablo, añadiendo que la granja está bastante automatizada: las ventanas para el control de temperatura, sensores para la detección de fallos en la luz o en la propia temperatura, alarmas, etc. A la vez también utilizan la tecnología para realizar los test a los futuros verracos o machos reproductores (pesajes para obtener índices de conversión de tantos kilogramos de pienso por kilogramo de carne, etc.).
A la hora de la gestión de residuos, poniendo el foco en el purín, se basan en la economía circular. Héctor Sanz, hermano de Pablo, dirige la parte agrícola de otro negocio familiar, por lo que este “residuo” lo utilizan como fertilizante (abono orgánico) en su explotación dedicada al cultivo de secano en el que cultivan trigo, cebada, girasol, colza, etc.
Manejo nutricional y salud de hierro
A la vez, en relación a la salud, según ha explicado Pablo, la figura de veterinario de explotación asignado por la integradora realiza un seguimiento constante de la salud de los animales como programas preventivos, chequeos regulares, etc. con respuestas rápidas ante cualquier indicio de enfermedad. Además, se ha ido reduciendo el uso de antibióticos en la cabaña y la inmunidad viene proporcionada vía vacunas. “Nosotros hemos notado la bajada del uso de los antimicrobianos en nuestros animales. Esta utilización se ha ido reduciendo paulatinamente mientras que han aumentado los programas de vacunación. Siendo su resultado muy positivo. Nos ha venido muy bien”, ha afirmado Pablo.
“Una cosa importantísima y con letras mayúsculas es la bioseguridad que hay que tener en una granja. Con un alto nivel de esta, consigues un alto bienestar animal porque evitas la entrada de patógenos en la granja. Por consiguiente, consigues que estos no lleguen a ponerse enfermos en la mayoría de los casos o no provocar contagios. Esto es como el refrán ‘no es más limpio el que más limpia, sino el que menos mancha’. Para ello hay que tener una consciencia bastante alta sobre esta práctica ya que toda limpieza e higiene en las instalaciones, entre otros puntos, es poca”, ha declarado uno de los propietarios de Granja Hnos. Sanz Berzal.
Desafíos para el Diamante
La gestión de una granja de cerdas reproductoras o de la producción porcina en general implica diversos desafíos comunes para la mayor parte de los productores, los cuales deben abordar para garantizar el éxito y la rentabilidad de su negocio.
Entre ellos, se pueden destacar un manejo reproductivo eficiente, es decir, garantizar una buena tasa de concepción, gestionar adecuadamente el ciclo reproductivo de las cerdas, y monitorear y gestionar la inseminación artificial; un manejo nutricional adaptado, optar por dietas equilibradas que satisfagas a los animales en las diferentes etapas de su ciclo reproductivo, y gestionar la alimentación para mantener un buen estado corporal y un desarrollo saludable de los lechones; un control sanitario y del ambiente para prevenir enfermedades mediante la vacunación, proporcionar instalaciones adecuadas y condiciones ambientales óptimas y, algo muy importante, medidas estrictas de bioseguridad, implementando estrategias de manejo que minimicen el riesgo de enfermedades y reduzcan la transmisión de patógenos; una gestión de datos para tener registros del rendimiento de las cerdas y lechones, así como de su salud y nutrición, todo ello con el objetivo de tomar decisiones adecuadas en cada momento y mejorar constantemente las prácticas de manejo; una eficiencia en la producción: optimizar para maximizar el número de lechones destetados por cerda y año, y gestionar adecuadamente el destete y la transición de los lechones; y, por último, la viabilidad económica de cada negocio, manejando los costes de producción, precios de los insumos y del mercado para tomar las mejores decisiones.
El éxito de una granja de cerdas reproductoras depende en gran medida de la capacidad del productor para abordar estos desafíos de manera efectiva y adaptarse a las condiciones cambiantes del mercado y del entorno.
Pablo ha afirmado que de entre todos, los que más importantes le parecen son la bioseguridad, conseguir ser eficientes energéticamente (ya que la subida de costes de la energía les está afectando para cumplir los requisitos de bienestar animal tanto presentes como futuros) y tener un control de los aspectos económicos, es decir, conseguir viabilidad económica; “pero es fácil desarrollar este negocio cuando estás rodeado por un buen equipo de profesionales y empleados a los que les apasiona el sector porcino como a mí. La clave de cualquier progreso en el trabajo diario”, ha afirmado Pablo.
Selección genética
Como consejo a otros ganaderos que quieran aspirar a alcanzar la excelencia en la producción porcina Ibérica (o en cualquier otra especialización), Pablo ha expresado que la parte más importante es que crean en su trabajo y que se rodeen de gente que al igual tiene estas inquietudes por el mundo porcino, ya que es muy importante estar asesorado y poder comparar datos para buscar las mejores soluciones. Entre los planes de futuro, se encuentra el de mantener el nivel que han conseguido en todos los aspectos, porque llegar a dónde están ahora no ha sido un camino fácil, según ha apuntado Pablo.