Mesa redonda con David Jurado durante la 28ª Convención de la Fepm

En el marco de la última convención de la Federación Española de Pavimentos de Madera (Fepm), una de las ponencias que más interés despertó entre los profesionales fue la mesa redonda titulada ‘La responsabilidad del instalador. Alcance y limitaciones. Pliegos de condiciones, certificaciones, etc.’, que contó con la participación especial de David Jurado, abogado especializado en litigación civil y mercantil y asesor legal de peritos judiciales.

Un momento de la presentación de la mesa sobre la responsabilidad del instalador.

Con un enfoque eminentemente práctico, Jurado abordó los problemas más frecuentes a los que se enfrenta el instalador en el ejercicio de su actividad, tanto desde el punto de vista jurídico como técnico, ofreciendo un compendio de buenas prácticas esenciales para prevenir conflictos y defender adecuadamente los derechos del profesional cuando estos surgen.

La intervención de David Jurado dejó un mensaje claro: el instalador no solo debe ser un buen técnico, sino también un profesional consciente del marco legal en el que opera. La prevención, la documentación y la transparencia contractual son los pilares para blindar su trabajo y evitar litigios costosos.

El encuentro, que se desarrolló en formato de mesa redonda, dio lugar a un intenso debate entre instaladores, fabricantes y técnicos sobre cuestiones tan relevantes como la validez de los contratos, la documentación técnica, la solvencia del cliente o la responsabilidad frente a defectos de ejecución. De ese intercambio surgió un ‘decálogo’ —o más bien, un ‘dodecálogo’— que Jurado resumió bajo el título de ‘Las doce reglas para proteger al instalador’ y ofreció los profesionales como una auténtica guía de supervivencia profesional.

1. La diligencia profesional como escudo legal

El mejor modo de evitar conflictos es aplicar siempre las normas jurídicas y técnicas vigentes. El cumplimiento riguroso del Código Técnico de la Edificación y las normas UNE, junto con la buena práctica profesional, son el mejor antídoto frente a futuras reclamaciones.

2. Negociar antes que litigar

Si pese a ello surge un conflicto, Jurado recomienda agotar las vías extrajudiciales —mediación, conciliación o arbitraje— antes de recurrir a los tribunales. Además de ser obligatorias en muchos casos, estas vías suelen ahorrar tiempo, dinero e incluso preservar la imagen del profesional.

3. El contrato, la primera línea de defensa

Todo trabajo debe formalizarse mediante un contrato claro, con sus anexos técnicos y un presupuesto detallado. Jurado insistió también en la conveniencia de incluir una cláusula de sumisión a los tribunales de la localidad del instalador, algo que puede resultar decisivo en caso de disputa.

4. Documentar siempre

Desde la aparición del más mínimo conflicto, es esencial preconstituir pruebas: fotografías, actas notariales, grabaciones o informes técnicos. Esta documentación será clave en un eventual litigio, especialmente en supuestos donde el cliente decida expulsar al instalador o sustituirlo por un tercero.

5. El perito adecuado marca la diferencia

En un proceso judicial con alto componente técnico, el dictamen pericial es determinante. Jurado subrayó la importancia de fomentar las listas oficiales de peritos cualificados dentro del propio sector, para asegurar que los juzgados cuenten con profesionales especializados en pavimentos de madera.

6. Asegurar el cobro antes de comenzar

Comprobar la titularidad y solvencia del cliente es vital. En caso de duda, puede exigirse un aval o garantía. Contratar con sociedades interpuestas o insolventes puede suponer perder la posibilidad de cobrar por el trabajo ejecutado.

7. Si hay que litigar, hacerlo con estrategia

Antes de presentar una demanda, conviene analizar la solvencia del demandado y valorar el procedimiento más adecuado. Si no se prevé oposición, el juicio monitorio puede ser la mejor opción. En todo caso, debe tenerse en cuenta si el cliente es consumidor o profesional, pues el marco jurídico cambia sustancialmente.

8. No aceptar condiciones técnicas fuera de norma

Cuando el cliente solicita una instalación al margen de los estándares técnicos, el instalador debe negarse si se trata de un consumidor. Si se acepta —solo ante otro profesional—, se debe dejar constancia escrita de los riesgos y del consentimiento expreso del cliente.

9. Delimitar la responsabilidad en las reparaciones

Si el instalador interviene para subsanar defectos de una obra anterior, debe documentar con precisión el estado previo y los riesgos asociados. Así se evitan futuras reclamaciones que pretendan atribuirle defectos ajenos.

10. Hacer valer la reserva de dominio

La cláusula que mantiene la propiedad del material hasta su pago es válida y ejecutable. Sin embargo, si el cliente impide la retirada del producto, solo queda la vía judicial, con los costes y demoras que ello implica.

11. Cumplir las normas profesionales siempre juega a favor

Además del marco legal general, respetar el Código Técnico de la Edificación y las normas UNE —incluso las de carácter meramente orientativo— refuerza la posición del instalador en cualquier conflicto.

12. Combatir las reclamaciones desproporcionadas

Frente a demandas abusivas o indemnizaciones exageradas por supuestos daños derivados de una instalación, Jurado aconseja firmeza: documentar, argumentar y denunciar los casos de mala fe o abuso judicial, los llamados 'sueños de ganancia'.

La mesa redonda  dio lugar a un intenso debate entre los profesionales asistentes.