La Economía Azul impulsa el crecimiento sostenible en la UE y refuerza su resiliencia económica
Según el informe ‘The EU Blue Economy Report 2025’, los sectores de la economía azul generan casi 5 millones de empleos y aportan más de 260.000 millones de euros al valor añadido bruto de la Unión Europea. En un contexto de recuperación económica, transición verde y tensiones geopolíticas, el potencial estratégico de la Economía Azul se consolida como una palanca clave para la competitividad, sostenibilidad y seguridad del bloque.
La economía azul, que engloba todas las actividades económicas basadas en los mares y zonas costeras, se ha consolidado como un pilar fundamental del desarrollo económico y sostenible de la Unión Europea. Tal y como indica el ‘EU Blue Economy Report 2025’, publicado por la Comisión Europea, este sector no solo se ha recuperado completamente del impacto de la pandemia, sino que está creciendo a un ritmo que supera al de la economía general del bloque.
Según los últimos datos contemplados en este informe, en 2023, los sectores consolidados de la economía azul emplearon directamente a 4,88 millones de personas y generaron un valor añadido bruto (VAB) estimado de 263.000 millones de euros. Esto representa un crecimiento continuo desde 2022, año en el que se alcanzaron 4,82 millones de empleos y un VAB de 250.700 millones de euros. Además, el volumen de negocio en 2022 ascendió a cerca de 890.600 millones de euros, con beneficios brutos por valor de 121.000 millones.
Estas cifras, sin embargo, ofrecen solo una visión parcial del verdadero impacto socioeconómico del sector, ya que el informe se basa en datos de siete sectores consolidados: recursos marinos vivos y no vivos, energía renovable marina, transporte marítimo, turismo costero, actividades portuarias, y construcción y reparación naval. Cuando se incluyen las actividades emergentes, los impactos indirectos e inducidos, el VAB podría superar los 350.000 millones de euros y el empleo total vinculado a la economía azul se estima por encima de los seis millones de personas.
Recuperación pospandémica y liderazgo del turismo costero
Uno de los datos más destacados del informe es la recuperación del sector del turismo costero, el más grande dentro de la economía azul. Tras una caída dramática en 2020, con una reducción del 64% en el VAB y del 59% en el volumen de negocio debido a la pandemia de COVID-19, el sector ha vuelto a sus niveles anteriores. En 2022 representó el 53% del empleo total de la economía azul y el 33% de su VAB. Esta dependencia, sin embargo, también introduce una volatilidad notable: el turismo hace que la economía azul crezca y decrezca más rápidamente que el conjunto de la economía europea.
Energía renovable marina: un sector en auge
Mientras tanto, la energía eólica marina se posiciona como uno de los sectores de más rápido crecimiento en la economía europea. En 2022, su VAB aumentó un 42% con respecto a 2021, alcanzando los 5.300 millones de euros, mientras que sus beneficios se incrementaron en un 56%, llegando a los 4.100 millones. Desde 2009, este sector ha multiplicado su volumen de negocio, pasando de 65 millones a más de 4.000 millones de euros, impulsado por las ambiciones climáticas de la UE y la búsqueda de autonomía energética.
Este crecimiento contrasta con la evolución del sector de recursos marinos no vivos, especialmente el petróleo y gas, que presenta un perfil maduro y en declive en consonancia con los objetivos climáticos de la UE establecidos en el Pacto Verde Europeo y la Ley del Clima Europea.
Diversidad sectorial y disparidades geográficas
El informe también señala que el impacto de la economía azul varía notablemente entre Estados miembros. España es el mayor generador de empleo del sector, con el 20% del total, seguida por Grecia con un 12,4%. Alemania, Francia, Italia y España concentran conjuntamente el 60% del VAB y el 52% del empleo del sector. No obstante, países insulares y costeros como Croacia, Portugal o Malta también presentan una alta dependencia relativa de la economía azul: en Croacia, por ejemplo, este sector representa un 7,3% del VAB nacional.
En contraste, los países sin litoral como Austria y Luxemburgo apenas alcanzan el 0,2% en este indicador.
Un contexto macroeconómico complejo
El fortalecimiento de la economía azul se produce en un entorno económico incierto. Tras la recesión por COVID-19, la economía de la UE creció solo un 0,4% en 2023, con una previsión del 0,9% para 2024. Aunque la inflación ha disminuido (del 9,2% en 2022 al 2,6% en 2024) y el desempleo alcanzó mínimos históricos (5,9% en 2024), las tensiones geopolíticas, como la guerra en Ucrania, los conflictos en Oriente Medio y las recientes medidas proteccionistas, siguen representando amenazas para el crecimiento.
En este contexto, el fortalecimiento de sectores estratégicos como la economía azul es clave para la Comisión Europea. El nuevo Pacto Europeo por los Océanos —una de las prioridades del Comisario Kadis— ofrecerá un marco coherente para reforzar la seguridad marítima, fomentar una economía oceánica competitiva y resiliente, apoyar a las comunidades costeras y promover la innovación y sostenibilidad marina.
El papel clave de la ordenación marítima y la sostenibilidad
Actualmente, 20 de los 22 Estados miembros costeros ya han adoptado planes nacionales de ordenación del espacio marítimo, en línea con la directiva correspondiente de la UE. Muchos de estos planes se están actualizando para incorporar objetivos climáticos, energías renovables marinas y conservación de la biodiversidad.
En ese sentido, la Estrategia de Biodiversidad de la UE para 2030 y el Reglamento de Restauración de la Naturaleza —en vigor desde agosto de 2024— buscan garantizar la protección legal de al menos el 30% del área marina europea, impulsando soluciones basadas en la naturaleza (SbN) como medio eficaz de defensa costera y resiliencia climática. Según estimaciones del informe, estas soluciones pueden ofrecer beneficios económicos superiores a sus costes en una proporción de más de 3,5 a 1.
Hacia una nueva era azul europea
En última instancia, el ‘EU Blue Economy Report 2025’ no solo confirma la solidez de los sectores tradicionales y emergentes del entorno marino europeo, sino que también los posiciona como vectores esenciales para la competitividad, la sostenibilidad y la soberanía económica del continente.
A través de inversiones estratégicas, reformas estructurales y un enfoque integral de políticas oceánicas, la economía azul puede desempeñar un papel crucial en la respuesta de la UE a los desafíos actuales: desde la transición energética hasta la defensa europea, pasando por la innovación tecnológica, el empleo de calidad y la protección del entorno marino.
El mar, más que nunca, se perfila como un motor del futuro económico y ambiental de Europa.
















