Woodville confía en Garnica para construir su primer modelo de casa prefabricada
Su auge se debe a las múltiples ventajas que presentan frente a los alojamientos tradicionales, como son su alta eficiencia energética, control y simplicidad en todo el proceso, acelerando los tiempos de entrega, la utilización de materiales naturales y sostenibles y la adaptación a todo tipo de lugares, con una mínima instalación previa, implantando así un nuevo concepto de simplicidad y contacto con la naturaleza.
Con el objetivo de responder a esta tendencia y dar respuesta a la demanda actual de alojamientos sostenibles en la naturaleza, como eco hoteles, hoteles rurales y glampings, nació Woodville, especializada en el diseño y la construcción de este tipo de alojamientos móviles, sostenibles, modulares y de madera, cuyo primer modelo recibe el nombre mohma, y para el que han contado con la gama de productos de contrachapado de Garnica, empresa riojana de referencia mundial en la industria del contrachapado y pionera en gestión y uso de recursos naturales.
La gama de productos de contrachapado de Garnica cumple con todas las exigencias para este tipo de construcciones: durabilidad, aislante térmico y acústico, gran ligereza, facilidad de mecanizado (que se traduce en una reducción de tiempos y costes), tratamiento para uso exterior y, sobre todo, su sostenibilidad durante todo el proceso de fabricación y la utilización de materiales de origen europeo.
Estos alojamientos han sido diseñados por los arquitectos españoles Fernando Oiza y Patxi Mangado, fundador de Arquitectura y Sociedad, y de gran prestigio a nivel nacional e internacional. Se caracterizan por ser de fabricación industrializada y estar diseñados bajo los estándares Passivhaus, con el fin de lograr la máxima eficiencia energética, pudiendo llegar a ser completamente autosuficientes.
Con una capacidad máxima de 8 personas, mohma puede servir de alojamiento turístico en la naturaleza, pero también como residencia habitual. Gracias a la ligereza de los materiales, estos son transportados en un camión para su posterior montaje e instalación, asegurando una alteración mínima en el terreno.
Interior de una casa prefabricada, según los estándars Passivhaus, con capacidad para 8 personas.