Madrid Foro Urbano Internacional sitúa la calidad urbana y la visión a largo plazo en el centro del debate metropolitano
Más de 700 asistentes y cerca de un centenar de expertos internacionales se reunieron en la primera edición de Madrid Foro Urbano Internacional para analizar los desafíos urbanos derivados del crecimiento demográfico, la vivienda, la movilidad y la regeneración del espacio público, en un encuentro que reivindicó la arquitectura y el urbanismo como herramientas estratégicas para construir una ciudad más habitable, equitativa y resiliente.
Foto de familia institucional en la primera edición de Madrid Foro Urbano Internacional celebrado en la sede del COAM. Foto: Blondloyal.
Madrid Foro Urbano Internacional ha cerrado su primera edición tras tres jornadas de debate celebradas entre el 9 y el 11 de diciembre, enmarcadas en la iniciativa Madrid 2050 y organizadas por el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid. El encuentro reunió a más de 700 participantes y 95 ponentes procedentes de ciudades como Viena, Tokio, Singapur, Oslo, Londres, París, Copenhague y Estocolmo, convocados para compartir experiencias y contrastar modelos urbanos en un momento marcado por un crecimiento demográfico sostenido y una presión creciente sobre la vivienda y las infraestructuras metropolitanas.
El foro partió de un diagnóstico compartido: la Comunidad de Madrid se encamina hacia un aumento poblacional que podría situarla cerca de los 8 millones de habitantes en 2037, un incremento del 15 % respecto a la actualidad. Este escenario obliga a replantear de manera integral la forma de producir ciudad, desde la vivienda y el espacio público hasta la movilidad, la regeneración urbana y la relación entre planificación y calidad de vida.
Uno de los ejes centrales fue la vivienda, abordada como una infraestructura básica y no únicamente como un bien de mercado. Los debates subrayaron la necesidad de incrementar la oferta sin renunciar a estándares elevados de calidad arquitectónica, constructiva y ambiental. Esta fue, sin duda, una de las premisas durante la sesión magistral del profesor Greg Clark, asesor de más de un centenar de ciudades globales, profesor de la Universidad de París 1 Panthéon-Sorbonne y creador del concepto de la ‘Ciudad de los 15 minutos’, en la jornada inaugural de este Foro, entendiendo que el aumento poblacional es una realidad a nivel global, así como la masificación de las ciudades frente a entornos rurales. De hecho, se prevé que en 2080 entre el 80 y 90% de la población mundial se concentre en entornos urbanos, así que el reto por ofrecer una vivienda y calidad de vida dignas es enorme.
“Un mal urbanismo ocasiona que haya ciudadanos que no estén satisfechos con el entorno, surgen diferencias entre grupos sociales, se crean entornos sociales negativos, alta delincuencia…”, reconocía Clark, pero también provoca problemas de salud mental entre los ciudadanos.
No obstante, las ciudades deberían construirse entorno a factores locales, porque cada ciudad tiene su ADN entendido como zona geográfica, forma de comportarse… En el caso de Madrid, Clark señaló como una ventaja haber iniciado su fase crecimiento más tarde que otras ciudades como Londres, Nueva York o París… y esto permite analizar los errores cometidos por estas ciudades y no replicarlo.
Además, la tendencia actual es más resiliente, situando a las personas en el eje del diseño urbano, con una dirección estratégica clave, para mitigar las desigualdades sociales. Un importante reto que conlleva una mayor implicación de las Administraciones Públicas en la construcción de los espacios urbanos del futuro.
En este contexto, el entorno urbano también se erige como factor de salud y seguridad. Durante la jornada se abordaron cuestiones como la calidad del aire, el diseño de pavimentos, la iluminación, el mobiliario urbano y la presencia de naturaleza como elementos que inciden directamente en el bienestar físico y mental de la población.
Y qué mejor manera que conocer, bajo el original formato de confrontación, a ejemplos prácticos en ciudades mundiales. Durante el Madrid Foro Urbano Internacional expusieron sus planes de acción ciudades como Estocolmo, Singapur, Londres, Copenhague, Viena, Tokio, Paris y Oslo. En Estocolmo, por ejemplo, se puso el acento en la integración de naturaleza y ciudad, la movilidad eficiente y la reducción de emisiones a través de sistemas energéticos centralizados, sin obviar los retos sociales derivados de la segregación y la falta de vivienda asequible. Singapur, en cambio, se posiciona como un auténtico laboratorio de edificación donde la alta densidad, la mezcla de usos y la planificación a largo plazo han permitido desarrollar distritos innovadores, con una fuerte apuesta por la tecnología, la acción bioclimática y la gestión integrada de recursos.
Londres, por su parte, ofreció una reflexión sobre la complejidad de gobernar una ciudad policéntrica, con múltiples niveles administrativos y una fuerte implicación del sector público y privado. El legado de los Juegos Olímpicos de 2012 se destacó como ejemplo de regeneración urbana a largo plazo, capaz de descentralizar la actividad de la capital construyendo nuevos barrios y reequilibrar el territorio metropolitano. Copenhague, por su parte, compartió su transformación desde una ciudad industrial en declive en los años noventa hacia un modelo urbano centrado en la sostenibilidad, la movilidad y la creación de comunidades.
Sin embargo, el precio de la vivienda y la alta demanda, pero que lo edificios se adaptan al espacio. Para ello, la colaboración público-privada vuelve a posicionarse como clave en el desarrollo de las nuevas comunidades.
Durante los tres días de foro también participaron Carlos Moreno, el arquitecto Carlos Bañón y los integrantes de Prodigioso Volcán que ofrecieron claves para afrontar los desafíos actuales de las ciudades desde la estrategia, la identidad y la calidad.
Otro de los debates transversales fue el papel de la tecnología y la inteligencia artificial en la gestión urbana. Se puso de relieve la paradoja de un uso creciente de estas herramientas frente a un bajo nivel de comprensión por parte de la ciudadanía, lo que refuerza la necesidad de marcos regulatorios claros, flexibles y orientados al interés público, donde la tecnología debe ser entendida como un medio y no como un fin.
La clausura del foro incidió en la necesidad de liderazgo público, planificación estratégica y colaboración entre administraciones, sector privado y sociedad civil. Sigfrido Herráez, decano del COAM, subrayó que la arquitectura y el urbanismo deben servir para mejorar la vida cotidiana de los ciudadanos y que pensar la ciudad de manera integral es una condición imprescindible para afrontar los retos futuros sin perder identidad ni calidad urbana. El encuentro concluyó con un mensaje compartido por muchos de los ponentes: avanzar hacia ciudades más humanas, sostenibles y equitativas exige visión, conocimiento y la capacidad de imaginar, desde hoy, el Madrid de las próximas décadas.
En este contexto, se destacó el valor de plataformas como Madrid 2050, capaces de generar alianzas, compartir conocimiento y ayudar a las administraciones a elaborar esa visión estratégica que evite crecimientos desestructurados y respete el ADN propio de Madrid. El foro insistió también en la importancia de proteger la identidad de la ciudad en un momento en el que las soluciones tecnológicas y el uso intensivo del dato podrían conducir a estandarizaciones que ignoran los contextos locales. La tecnología, se recordó, debe ser una herramienta útil solo si existe previamente una estrategia clara, una visión compartida y una gobernanza adecuada del dato.
“Madrid Foro Urbano Internacional ha demostrado que es posible pensar la ciudad de manera integral: una ciudad de calidad, inclusiva y conectada, donde la estrategia y la visión a largo plazo guían cada decisión. Ahora más que nunca, necesitamos que la arquitectura y la planificación urbana sean instrumentos para mejorar la vida de todos los ciudadanos, respetando la identidad de Madrid y afrontando con valentía los retos del futuro”, reconocía Sigfrido Herráez, decano del COAM.
El foro cerró con un mensaje que resonó entre los asistentes: para avanzar hacia una ciudad más humana, sostenible y equitativa, “necesitamos que los alcaldes sueñen”. Que imaginen el modelo de ciudad que desean y lo traduzcan en concursos de arquitectura, decisiones valientes y políticas basadas en el conocimiento, la ciencia y la evidencia urbana. Solo así, afirmaron los expertos, la calidad podrá convertirse en la verdadera identidad de Madrid y en la base de una vida mejor para todos.
