La cotización de la leche de cabra ya no bajará hasta final de año de las 16 pesetas
El mercado de la leche de cabra vive un momento histórico, con precios percibidos por los ganaderos que no se habían visto nunca. El baremo mínimo que se ha establecido en el presente mes de julio es de 9,62 euros por hectogrado, es decir, 16 pesetas por grado (suma de los porcentajes de grasa y proteína). Por debajo de esa cantidad, ya prácticamente no se vende leche de cabra en España, aseguran los representantes de los productores. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que la rentabilidad está muy comprometida para los ganaderos de este sector, ya que han subido de forma desmesurada los costes de producción, especialmente en el caso de la alimentación.
Este precio mínimo que se ha establecido en el sector, y del que ya no se bajará en un segundo semestre marcado por una menor producción debido a la estacionalidad, puede complementarse con determinadas bonificaciones por calidad y volumen, por lo que el precio final recibido por los ganaderos suele ser algo superior. Además, en determinadas operaciones con queserías pequeñas que necesitan suministro de leche en un momento muy determinado, los precios pueden ser aún mayores.

A pesar de que la rentabilidad de las explotaciones es muy complicada en la situación actual, lo cierto es que la certidumbre de que los precios no bajarán de esa barrera en los próximos meses hace que se modere de forma importante en Andalucía el descenso de producción que se había registrado en los meses de primavera. Los datos oficiales que se irán conociendo en los próximos meses confirmarán la sensación que se tiene en el campo de una moderación en la caída del volumen de leche ordeñada.
Con las reglas del mercado de leche de cabra establecidas y claras hasta finales del ejercicio, los productores están muy pendientes de lo que ocurra con los costes de producción. Una modificación de las circunstancias actuales que empujan al alza los precios de la alimentación animal y de la energía sería la mejor noticia para un caprino de leche que vive unos precios históricos, pero que no tiene la mejor rentabilidad de los últimos años.