Utilización de pellets de algarroba para forraje del ganado caprino en Argentina
La producción caprina en los valles intermontanos de la provincia de La Rioja (Argtentina) se desarrolla de manera extensiva en ambientes degradados de marcada aridez. La actividad se caracteriza por su escaza tecnificación, con mano de obra familiar que practican técnicas de manejo ancestrales. La producción de cabritos tipo mamón es la más importante para auto consumo y venta de excedentes. La alimentación de la cabra preñada resulta crucial para obtener una importante cantidad de cabritos a lo largo de un año. En esta región, la preñez coincide con un bache forrajero en el periodo invernal. Por lo tanto, conseguir una adecuada nutrición de las cabras preñadas en invierno resulta un gran desafío productivo, debido principalmente a la escasa oferta forrajera del ambiente y la imposibilidad de adquirir alimentos balanceados industrializados.
En este contexto, la Agencia de Extensión Rural del INTA Aimogasta organizó una jornadam, cuyo fin fue la capacitación dirigida a la comunidad educativa y productores. Se presentaron una serie de desarrollos tecnológicos para solucionar falencias dietarias en la producción caprina.

En primer lugar, se expresaron características de los tipos de algarrobos blancos y negros presentes en la zona (P. chilensis y P. flexuosa). Se remarcaron sus atributos como especies principales en el desarrollo de la soberanía alimentaria de estos territorios. “La utilización de las vainas de algarroba en alimentos ganaderos y humanos brinda condiciones nutricionales excepcionales, tanto en proteínas, hidratos de carbono y fibras”, fueron conceptos expresados por Magdalena Brizuela.
Atendiendo a la problemática nutricional de los caprinos, se presentó la innovación de elaboración de pellet elaborado a partir de harina de algarroba prensada y estabilizada con sabia de brea (Cercidium praecox). Este pellet posee buenas aptitudes tanto en su conservación, por su reducido volumen y almacenamiento debido a sustancias repelentes a insectos aportados por los fluidos de la brea.
Durante el taller, los técnicos del INTA explicaron de manera detallada las características de los compuestos y proporciones necesarias para la obtención del pellet. “La harina de algarroba utilizada en el pellet debe ser molida de manera integral, es decir, incluyendo la semilla. De esta manera se incrementa el valor proteico y las cabras lo digieren con facilidad”, expreso Lorenzo Jotayan.