El Halo de Vigo salva un desnivel de 50 metros de altura para facilitar la movilidad peatonal

Ferrovial, en consorcio con la constructora gallega Oreco Balgón, firma las obras del ascensor Halo que conecta el barrio de Areal con el área comercial de la plaza de Vialia en Vigo. Esta infraestructura funcional puesta en marcha recientemente mejora la movilidad peatonal, facilitando el acceso a las estaciones de tren y autobuses al permitir el tránsito por encima la autopista AP-9, que hasta ahora suponía una incómoda barrera arquitectónica para los ciudadanos. El proyecto ha tenido una duración aproximada de un año y medio, ha supuesto una inversión total de 15,7 millones de euros y cuenta con dos ascensores de Schindler.

Con 50 metros de altura, el Halo de Vigo cuenta con dos ascensores que salvan la barrera que supone la autopista AP-9.

El Halo consiste en una torre de hormigón de 36 metros de altura con dos ascensores en su interior que desembarcan en una pasarela metálica en forma de anillo de 86 metros de diámetro y 190 metros de longitud. Tanto la estructura de la pasarela como la torre de ascensores se han revestido con vidrios curvos y paneles Solid Surface, un material orgánico de alta calidad y autolimpiable que dota a la estructura de un color blanco característico.

Los ascensores, de Schindler, con una capacidad para 17 usuarios cada uno, permiten conectar en unos 30 segundos la zona baja de la ciudad con la parte más alta, en Vía Norte, evitando a los ciudadanos un trayecto de dos kilómetros con un desnivel de 50 metros.

El proyecto se enmarca en la iniciativa ‘Vigo Vertical’, impulsada por el Concello de Vigo, que tiene el objetivo de resolver el problema de los desniveles existentes en la ciudad y mejorar el acceso a la misma. Con esta estrategia municipal se busca, además, impulsar el desarrollo económico y la inclusión social, así como proteger el medioambiente reduciendo las emisiones de carbono al fomentar una movilidad más sostenible.

La construcción, que posee una parte descubierta con vistas a la ría y otra parte cubierta, está abierta al público 24 horas, y los ascensores dan servicio de domingo a jueves de 6:00 a 23:00 horas y los viernes, sábados y vísperas de festivo de 6:00 a 1:00 horas.

La principal complejidad de la obra, además de las características técnicas de la construcción, radica en su localización, pues el Halo está situado en las proximidades de un colegio, un concurrido centro comercial, una estación intermodal y sobre una autopista con tráfico constante.

Esta ubicación ha obligado a Ferrovial y Oreco Balgón a adaptar la construcción del Halo a unas circunstancias excepcionales para interferir lo menos posible en la vida de los ciudadanos de Vigo durante la ejecución de la obra. Para ello, gran parte de los trabajos de estructura y acabados se han realizado en horario nocturno para evitar cortar el tráfico de la autopista AP-9.

La emblemática infraestructura dispone de una pasarela metálica en forma de anillo de 86 metros de diámetro y 190 metros de longitud.

El modelo seleccionado por Schindler para los dos ascensores del proyecto Halo es el Schindler 5500. Este modelo se adapta a las necesidades específicas de cada proyecto, permitiendo una configuración precisa de sus dimensiones y tecnología de alto tráfico para optimizar el uso del espacio y mejorar la funcionalidad de cualquier tipo de inmueble.

“En el caso del Halo, Schindler 5500 fue la opción elegida por su configurabilidad, eficiencia ecológica y, en especial, su amplia libertad de diseño, que permite la selección de cabinas adaptadas a las especificaciones marcadas por el cliente”, explican desde la compañía.

En este sentido, Schindler personalizó su aparato elevador adaptándolo íntegramente al diseño realizado por el cliente, con una decoración acorde con los acabados y materiales utilizados en la estructura exterior, con puertas de cabina totalmente de cristal, sin marcos.

En relación a sus características técnicas, el proyecto consta de dos aparatos elevadores de doble embarque, carga de 1.275kg (17 personas), con dos paradas que salvan un recorrido de 40 metros a una velocidad de 1,6m/s. Además, ambos ascensores cuentan con aire acondicionado integrado.

Los ascensores de Schindler, con una capacidad para 17 usuarios cada uno, permiten conectar en unos 30 segundos la zona baja de la ciudad con la parte más alta.

Uno de los mayores retos que planteó el proyecto para Schindler fue la creación de un sistema específico de rescate cabina a cabina en caso de que se produjera una avería en alguno de los dos ascensores, debido a las características del proyecto que sirve dos niveles con un recorrido de más de 40 metros sin paradas intermedias.

Para ello, Schindler instaló una puerta adicional en el interior de la cabina, además de las dos de acceso de doble embarque a 180º, con la finalidad de poder llevar a cabo dicho rescate. Al encontrarse los dos ascensores en el mismo hueco y hacer el recorrido en paralelo, se situaría el ascensor operativo a la misma altura que el averiado, de modo que, a través de estas puertas de emergencia, los pasajeros pudieran pasar de una cabina a la otra a través de un sistema de pasarela específicamente creado para llevar a cabo esta maniobra de rescate.