Entrevista con Pedro Piñero, tras diez años al frente del Gremio de Ascensores de Cataluña
Pedro Piñero, ya ex-presidente del Gremio de Ascensores de Cataluña, tras diez años en el cargo.
¿Qué balance hace de su etapa al frente del Gremio de Ascensores de Cataluña?
Absolutamente positivo. Hemos estado presentes en todos los foros, siempre con la mirada puesta en la mejora del sector y del entorno de las empresas en general, intentando que dicho entorno fuera el más favorable para el desarrollo de la actividad. Hemos sido muy transparentes con la información, considero que también hemos sido honestos con los presupuestos anuales de la entidad y midiendo los gastos. Diría que el patrimonio del Gremio es el valor del servicio que se da y que hace que una gran mayoría de empresas del sector catalán estén agremiadas.
¿Cuáles considera que han sido los principales hitos de su mandato?
Hemos tocado 3 temas fundamentales: formación, información y subvenciones.
En el primer ámbito, desde la publicación de la anterior ITC de 2013, hemos buscando vías de cualificación que han permitido y permiten el acceso de las personas trabajadoras hacia el sector, con acuerdos con la Generalitat, con institutos, con formadores privados y organizando tribunales para la acreditación de candidatos y colaborando de primera mano con Fempa para los exámenes de personas en Cataluña. Una ardua tarea impulsada por la Junta, y realizada por nuestra gerente, a la que reconozco por su gran labor de ‘picar piedra’.
En el ámbito de la información: normativa de seguridad, contactos con Industria, y con el Ministerio a través de la Comisión de Normas de Feeda, jornadas explicativas, ingente cantidad de circulares y comunicados, recepción de consultas técnicas, no solo de las empresas agremiadas sino de particulares y técnicos.
Por último, en cuanto a subvenciones, hemos tenido convocatorias de ayudas a la rehabilitación por parte de las administraciones catalanas, como el Consorci de l’Habitatge y la Agencia de l’Habitatge de Catalunya, con los que hemos tenido unos años extraordinarios de comunicación franca y fluida y con buenos proyectos para el sector.
Formación, información y subvenciones son algunos de los ejes sobre los que ha trabajado la Junta del Gremio durante los últimos años.
¿Qué aspectos han cambiado más en el sector de la elevación durante estos años?
Ha habido un fenómeno de concentración-atomización qua ha ocasionado la absorción de empresas y por el cual han aparecido otras nuevas.
Muchos autónomos se han homologado como ‘mantenedores’ a razón de la ITC de 2013 (RD88/2013).
La actualidad es que los ascensores conectados ya son una realidad y tanto proveedores como fabricantes instaladores tienen sus soluciones totalmente operativas.
¿Cómo ha evolucionado la relación del Gremio con la administración pública y otras entidades del sector?
No puedo ser optimista en este tema y es una asignatura importante para la nueva Junta del Gremio. Repasando documentación antigua encontraba una comunicación de Industria en la que esperaban la opinión del Gremio para publicar una circular. En épocas anteriores, hemos colaborado o supervisado textos y párrafos de normativas antes de ser publicados, había una comunicación muy positiva. Hoy, y sobre todo desde la pandemia, tanto desde Industria, como desde el Ministerio, aplican su criterio y parece existir una cierta sensación de hermetismo.
Para la ITC actual, la publicada en 2024, se aportaron cientos de alegaciones al texto y solo se atendieron una mínima parte, de manera que la norma publicada sigue presentando puntos conflictivos.
¿Qué papel ha jugado el Gremio en el impulso de la formación y la atracción de talento?
Fundamental. Ha sido y es un ‘trabajo’ a realizar desde el Gremio, no desde las empresas, aunque algunas puedan tener sus colaboraciones particulares con institutos y centros de formación. Creo, sinceramente, que se realiza de manera transparente y eficaz.
Sin duda la labor del Gremio como atracción de talento, es fundamental. Actualmente todos los medios están planteando la jubilación de la generación de ‘boomers’ y los empresarios tienen que ir pensando en su recambio por gente joven, aunque escasa.
¿Qué importancia ha tenido la modernización del parque de ascensores en la agenda del Gremio?
La modernización es un proceso ‘natural’, debido a la obsolescencia de los componentes del ascensor. El Gremio ha facilitado información al agremiado, tanto en soluciones adecuadas a la normativa vigente como en aspectos administrativos de tramitación telemática con las administraciones. Se trabajó de la mano con Industria para la implementación de los formularios para la tramitación telemática.
¿Cómo han respondido las empresas catalanas a los retos de la digitalización y la sostenibilidad?
Encontramos una gran dispersión en el grado de digitalización. A pesar de impulsar iniciativas digitales como la certificación de los envíos por correo electrónico, los boletines electrónicos o los propios planes de mantenimiento, en cumplimiento del RD 355/2024, ninguna está teniendo el éxito esperado por ahora; entendemos que las empresas han escogido sus propias soluciones.
Ahora hay un proyecto planteado para generar una base de datos unificada, donde almacenar la información que exige la ITC para cada ascensor, con múltiples ventajas: GUDA – Gestión Unificada Documentación Ascensores.
Esta solución cuenta con el reconocimiento de los Serveis d’Industria y de las OCA’s y, francamente, esperamos que funcione y nos anime a utilizarla.
Uno de los proyectos de futuro del gremio es la base de datos GUDA (Gestión Unificada Documentación Ascensores).
¿Qué líneas de trabajo cree que debería priorizar el Gremio en los próximos años?
Por mi trayectoria dentro del Gremio y en los 10 años ocupando la presidencia, diría que se debe enfocar a mantener y mejorar la comunicación y la relación con las administraciones públicas catalanas; concretamente con Industria, servirá para clarificar y facilitar la aplicación de la ITC y sus puntos negros. Feeda debe mantener ese diálogo abierto igualmente con el Ministerio.
Mantener las líneas de formación que dan acceso al sector y ampliarlas y mejorarlas dentro de lo posible.
Un punto muy importante es trabajar con las administraciones para conseguir subvenciones para la mejora del parque de ascensores, la implementación del ISAE, instalación de nuevos ascensores en fincas existentes y, en general, ayudar a la mejora de la accesibilidad de las personas. Esperamos que el Plan de la Vivienda ayude a mejorar.
En Barcelona, como en otras ciudades grandes, también pensamos en poder mejorar y facilitar la movilidad de nuestras personas trabajadoras, también en el Área Metropolitana.
¿Qué retos anticipa para el sector de la elevación en Cataluña a medio plazo?
El reto más inmediato es ir aceptando la aplicación de la nueva ITC - RD 355/2024. Ahora mismo, el sector está colapsado y hay que buscar una solución urgente y de alto nivel para salir del atolladero. Falta personal y medios en las empresas, y eso son aspectos que preocupan mucho para llevar a buen puerto la resolución de las actas de inspección. También faltan medios en las OCA’s para realizar las inspecciones en el plazo correspondiente, lo que repercute en las empresas.
Los propietarios ni comparten ni entienden las nuevas exigencias de la ITC. Existe una falta de información a los propietarios o sus representantes y en el Gremio consideramos que no solo es tarea de la empresa conservadora, hay otros agentes como la propia Administración o los administradores de fincas implicados en el cumplimiento de la normativa.
El precintado de ascensores es una medida absolutamente impopular y que puede colisionar con otros derechos, como es el de accesibilidad; situaciones de este calibre no ayudan. Una Inspección no realizada a tiempo puede deberse a muchos motivos. Las Administraciones disponen de otras medidas coercitivas que podría utilizar y que son igualmente disuasorias, más entendibles y de menor impacto en los usuarios que llegar al precintado del ascensor. Desde el concepto de que ‘los ascensores han de ser seguros’, se han adoptado una serie de medidas que han acabado colapsando el sector, cuando, en realidad, la accidentalidad es muy baja y está muy focalizada.
También es un reto a medio plazo la conectividad de los ascensores, obligatorio para las nuevas instalaciones a partir de septiembre de 2026, según indica el ‘Data Act’ europeo, un reto que será el de implementar sistemas para compartir los datos de uso y su normalización. Recordemos que hoy cada empresa aplica su solución, que deberán compatibilizarse y cumplir además con la Norma también europea del Reglamento de Ciberseguridad y la Normativa ISO 8100, que sustituirá a las actuales EN 81.
¿Qué mensaje le gustaría trasladar al sector en este cierre de etapa?
Después de 10 años, en este cierre de etapa de mi presidencia, quisiera transmitir a las empresas que hay que luchar para salir del bucle de los problemas diarios, que son muchos: ya sea un material que no llega, una avería que no se soluciona o los problemas de personal, y mil situaciones más que colapsan.
Desde la experiencia adquirida, me gustaría concienciar de las herramientas informáticas que podrían facilitar y mejorar el día a día en el servicio al cliente, animar a que los empresarios y empresarias las utilicen, que tengan curiosidad y la iniciativa de aplicarlas.
Por último, insistir en el concepto de soberanía digital. Todas esas herramientas han de contractualizarse de manera adecuada para no encontrarnos atados a un tercero.
























