El enfoque SAEL de ELA: seguridad, accesibilidad y eficiencia energética
La European Lift Association (ELA) ha publicado un ‘white paper’ en el que presenta su estrategia SAEL (Safety, Accessibility, Energy Efficiency in Lifts) para la modernización de los ascensores existentes. El documento constituye una guía para autoridades, asociaciones, propietarios y empresas de mantenimiento, con el fin de avanzar hacia un parque de ascensores más seguro, accesible y sostenible en Europa.
La iniciativa se enmarca en el Green Deal de la Unión Europea, que persigue alcanzar la neutralidad climática en 2050. Con un parque inmobiliario en el que entre el 85% y el 95% de los edificios actuales seguirán en pie a mitad de siglo, la Comisión Europea impulsa la denominada Renovation Wave, cuyo objetivo es duplicar la tasa anual de renovación energética de los edificios hasta 2030 y lograr la rehabilitación de 35 millones de unidades.
A este reto se suma otro de carácter social: el envejecimiento de la población europea y la necesidad de garantizar edificios accesibles. Muchos inmuebles actuales presentan graves barreras para personas mayores y con discapacidad, lo que obliga a priorizar la accesibilidad como un elemento de resiliencia social.
El papel esencial del ascensor
Con más de 6,5 millones de ascensores en servicio en Europa —utilizados más de mil millones de veces al día—, este medio de transporte vertical es clave en la vida cotidiana. Su papel resulta crítico en residencias, hospitales, centros logísticos y espacios de transporte público. Durante la pandemia de Covid-19, los ascensores se revelaron como infraestructuras imprescindibles para garantizar la movilidad de pacientes, personal sanitario y residentes confinados.
Sin embargo, más de la mitad de los ascensores europeos tiene 25 años o más, y solo una minoría ha sido modernizada con criterios de seguridad, eficiencia energética y accesibilidad.
Beneficios de una modernización integral
El enfoque SAEL apuesta por una modernización basada en sinergias entre seguridad, accesibilidad y eficiencia energética. Entre las ventajas destacan:
Seguridad
- Mejora significativa de los niveles de protección, con soluciones que cumplen el state of the art.
- Incorporación de cortinas de luz u otros sistemas avanzados de detección en puertas, superando el uso de simples fotocélulas.
- Responsabilidad de los propietarios en mantener instalaciones seguras y digitalización como aliado en nuevas funcionalidades.
Accesibilidad
- Mayor precisión en la nivelación en plantas.
- Señalización mejorada y más intuitiva.
- Puertas automáticas y cabinas adaptadas a personas con movilidad reducida.
- Interfaces digitales para llamadas y control, incluso a través del móvil.
Eficiencia energética
- Ahorro de hasta un 40 % de los costes de operación con soluciones de última generación.
- Sistemas de control con gestión en standby.
- Iluminación LED y variadores de frecuencia.
Rendimiento y disponibilidad
- Aumento de capacidad de servicio, velocidad y confort.
- Mejora de la estética interior y adaptación al diseño del edificio.
- Solución al problema de repuestos en equipos antiguos.
Valor añadido
- Incremento del valor de mercado y reputación del edificio.
- Atracción de inquilinos o compradores gracias a instalaciones modernas, seguras y conectadas.
De la teoría a la acción
El enfoque SAEL no se limita a recomendaciones generales: proporciona una clasificación de medidas de modernización en distintos subsistemas —electrificación, maquinaria, puertas, cabina, señalización, TIC y hueco—, evaluando su impacto en seguridad, accesibilidad y eficiencia energética.
Los ejemplos recogidos muestran intervenciones concretas, como la sustitución del cuadro de maniobras y el motor por equipos con variador de frecuencia, con mejoras inmediatas en seguridad eléctrica, nivelación y consumo energético. Otro caso citado es la modernización de la señalización, puertas con detectores de presencia y sistemas de iluminación LED en cabina, que aportan mayor seguridad, accesibilidad universal y reducción de consumo.
Una llamada a la acción para todo el sector
ELA propone que el White Paper sirva de referencia para todos los actores del sector: las asociaciones nacionales de ascensores, que tienen la capacidad de promover sinergias y difundir buenas prácticas; las autoridades, que pueden establecer programas de incentivos y financiación; los propietarios de edificios, responsables de planificar y acometer las modernizaciones; y las empresas de instalación y mantenimiento, que desempeñan un papel esencial asesorando, ejecutando y verificando las actuaciones. Cada edificio presenta características únicas y una historia propia, por lo que el análisis individualizado resulta clave. En este contexto, los profesionales del sector deben guiar a los propietarios para identificar las intervenciones más urgentes y adecuadas en función del estado del ascensor.
El mensaje es claro: modernizar los ascensores existentes no solo incrementa la seguridad y la accesibilidad, sino que contribuye activamente a la transición energética, la cohesión social y la sostenibilidad económica.
























