Mantenimiento inteligente: IA y análisis de datos al servicio del técnico de ascensores

La digitalización y el análisis de datos han revolucionado el mantenimiento de equipos como los ascensores. Estas tecnologías permiten anticipar fallos, planificar las reparaciones y las revisiones de forma más eficiente y mejorar la seguridad, fiabilidad, experiencia del usuario y flujo de personas. En este contexto, el mantenimiento predictivo se consolida como un pilar fundamental para asegurar la accesibilidad y funcionalidad de los edificios, especialmente en el marco de ciudades más inteligentes y sostenibles.

Pero la inteligencia artificial no solo simplifica tareas operativas, sino que permite una conexión global que transforma la forma de trabajar: cualquier profesional puede acceder a plataformas digitales desde cualquier parte del mundo. Esta evolución tecnológica representa una oportunidad crucial para España, que, según la Federación Empresarial Española de Ascensores (Feeda), es el país con mayor densidad de ascensores de Europa, concretamente 1,2 millones. En este contexto, garantizar un mantenimiento eficiente no solo es clave para cumplir con las normativas y mantener los equipos actualizados, sino también para asegurar que millones de personas puedan desplazarse a diario de forma segura, accesible y sin interrupciones.

La digitalización ha transformado el trabajo técnico, haciéndolo cada vez más ágil, preciso y seguro. Gracias a herramientas móviles o el acceso remoto a datos en tiempo real, los profesionales pueden diagnosticar y resolver incidencias con mayor rapidez y precisión. Esto no solo optimiza los tiempos de intervención, sino que también mejora la calidad del servicio, minimizando errores y aumentando la disponibilidad de los equipos.

Ahora bien, la tecnología, por sí sola, no es suficiente. En Kone entendemos que la verdadera innovación no reside únicamente en el desarrollo de soluciones avanzadas, sino en la capacidad de integrarlas y hacerlas evolucionar. Por ello, apostamos decididamente por la formación continua de nuestro equipo como motor de transformación. Nuestros más de 60.000 empleados por todo el mundo, y en especial nuestros técnicos de mantenimiento, se preparan constantemente para adquirir nuevas competencias digitales, interpretar datos con precisión y manejar herramientas inteligentes que optimicen cada intervención. Esta evolución del perfil profesional es indispensable para dar respuesta a los desafíos de un entorno urbano en constante cambio y para garantizar que el servicio que ofrecemos esté alineado con las expectativas de una sociedad cada vez más conectada, exigente y preocupada por el medioambiente.

En este sentido, colaboramos con centros de investigación y partners tecnológicos como AWS para liderar la transformación digital. Este último nos permite procesar datos y conocer el estado de 1,6 millones de nuestros equipos en mantenimiento, globalmente y en tiempo real. Con esta información es posible detectar incidencias antes de que ocurran o sean perceptibles para el usuario, proporcionando a los técnicos información precisa para resolver incidencias de forma proactiva. Los números lo avalan, con una reducción del 40% de las incidencias comunicadas por clientes y anticipando más del 70% de futuras averías.

Con el rápido avance de la tecnología y la velocidad con la que se transforma el entorno urbano, imaginar el futuro del mantenimiento de ascensores ya no es ciencia ficción. En unos años, el técnico de ascensores podría operar con gafas de realidad aumentada (RA) o guiar a un robot para reemplazar una pieza impresa en 3D. Un escenario que hoy parece futurista, pero que se está construyendo paso a paso gracias a la innovación que incorporamos continuamente.

El mantenimiento inteligente no es solo una cuestión tecnológica, sino una apuesta estratégica por el futuro de nuestras ciudades y por el desarrollo de los profesionales que las mantienen en funcionamiento. En Kone, creemos firmemente que la digitalización no solo permite optimizar recursos y anticipar fallos, sino que empodera a los técnicos, les dota de nuevas capacidades y mejora su entorno laboral. Esta transformación no solo incrementa la eficiencia operativa, sino que también refuerza nuestro compromiso con el talento, la sostenibilidad y la innovación. Porque construir el futuro también significa mantenerlo vivo, conectado y en constante evolución.