Según el informe de Prologis, el mercado logístico de Europa presenta una brecha estructural de más de 150.000 millones de euros entre la oferta existente y la demanda real de instalaciones
Los trámites urbanísticos pueden ralentizar el desarrollo logístico en España hasta 10 años
El mercado logístico en España se enfrenta a barreras estructurales que condicionan el desarrollo de nuevas instalaciones, según el último informe de Prologis Research: Persistent Supply Constraints Position Europe for Value Growth. El estudio señala que los complejos trámites urbanísticos y los procesos de recalificación pueden prolongarse hasta una década. Esta complejidad, junto con la creciente escasez de suelo disponible en áreas estratégicas, plantea desafíos a la hora de responder con agilidad a la demanda del mercado.
Ciudades como Madrid, Barcelona y Valencia, donde la demanda de espacios logísticos es más alta, presentan una oferta cada vez más limitada. Esta situación está elevando los costes de reemplazo, ya que el suelo no solo es más escaso, sino también considerablemente más caro. Sin embargo, esta misma dinámica refuerza el valor de los activos logísticos modernos y bien ubicados, que se han convertido en un atractivo tanto para clientes como para inversores.
La situación en España refleja un reto más amplio a nivel europeo. Según el informe de Prologis, el mercado logístico de Europa, valorado en 500.000 millones de euros, presenta una brecha estructural de más de 150.000 millones de euros entre la oferta existente y la demanda real de instalaciones.
Según el índice Modern Logistics Concentration (MLC), que mide el espacio logístico en relación con el número de hogares, Europa presenta un valor de 30, frente al 75 de EE. UU. Aunque no es una comparación directa, ya que las ciudades europeas son más densas y cuentan con redes logísticas más eficientes, el índice pone de relieve que, incluso fijando un valor objetivo de 50 para Europa, el déficit de espacio logístico en el mercado europeo seguiría siendo significativo. Además, según el informe de Prologis Research, al ritmo actual de construcción, cerrar esta brecha llevaría alrededor de ocho años y requeriría una inversión superior a 150.000 millones de euros.



































