La compañía empleó 18 inyecciones de resina expansiva y 171 micropilotes para resolver un asentamiento generado por continuas filtraciones de agua
GeoNovatek utiliza micropilotes y resina expansiva para recalzar un polideportivo municipal
Y es que si una tubería de abastecimiento, un desagüe oculto o cualquier conducción presenta una fuga lenta pero constante, se inicia un proceso silencioso de lavado y arrastre de finos en el subsuelo que modifica de manera sustancial sus propiedades mecánicas.
Esto genera un reblandecimiento del terreno, reduce su capacidad portante y provoca vacíos que antes no existían, favoreciendo asentamientos diferenciales entre distintas zonas de la cimentación. Este fenómeno no solo altera el equilibrio estructural, sino que desencadena un efecto en cadena que se manifiesta en la superficie de la construcción en forma de grietas y deformaciones de la estructura que ponen en riesgo tanto la estética como la seguridad del inmueble.
Una situación que GeoNovatek afrontó recientemente con éxito en un polideportivo de La Solana (Ciudad Real), ya que el edificio presentaba un asentamiento diferencial importante con motivo de una filtración de agua continuada. Esto había generado grietas severas en fachada y suelos, además de provocar deformaciones debido al desplazamiento de la estructura metálica respecto al cuerpo principal. Cabe destacar que la cimentación de dicha construcción está compuesta por zapatas aisladas bajo pilares, y zapatas corridas bajo muros de carga, mientras que el terreno bajo el polideportivo es arcilloso.
Solución GeoNovatek: Consolidación del terreno y recalce de la cimentación
En primer lugar, se procedió a la instalación de 171 micropilotes en todo el perímetro del polideportivo para recalzar la cimentación, cuyo objetivo es lograr la transferencia de parte de la carga de la estructura hasta estratos de mayor resistencia y profundidad. Esta complicada intervención se pone en marcha efectuando varias perforaciones de 64 mm de diámetro, que atraviesan verticalmente la zapata.
A continuación, en estas perforaciones se introducen los micropilotes MP/60 por presión continua, evitando las excavaciones, empleando como contrapeso, la propia estructura, mediante punto de enganche para el pistón hidráulico con los adecuados pernos de anclaje. Los elementos que configuran el micropilote se introducen uno tras otro, uniéndolos entre sí con un manguito roscado macizo. Cuando el micropilote encuentra una formación que le permita resistir la fuerza de hincado previamente especificada, el pistón se desengancha y el micropilote se ancla a la cimentación a través de un mortero especial de anclaje.
Tras la hinca de los micropilotes, el siguiente paso fue consolidar el terreno mediante 18 inyecciones de resina expansiva, que tuvieron lugar en la zona del graderío principal. Esta técnica se inicia llevando a cabo varias perforaciones de entre 10 y 26 mm de diámetro, que atraviesan la losa. A continuación, se insertan varias cánulas metálicas en cada una de las perforaciones, en las que a su vez se realizan las inyecciones de resina HDR300 justo debajo del plano de apoyo de la losa, expandiéndose hasta llegar a un estado sólido debido a una reacción química. Una vez que se solidifica, la resina rellena todas las oquedades y crea un estrato entre el terreno y la cimentación de elevada resistencia a la compresión.




















