La CE acuerda un nuevo reglamento sobre los vehículos al final de su vida útil
La Comisión Europea anunció a mediados de diciembre en Bruselas un acuerdo provisional entre el Parlamento Europeo y el Consejo sobre la propuesta de Reglamento relativo a los vehículos al final de su vida útil, una norma que aborda el diseño, la producción y el tratamiento de los automóviles cuando dejan de ser utilizables, con el objetivo de avanzar hacia un modelo más circular en el sector.
La iniciativa parte del peso del sector automovilístico como uno de los mayores consumidores de materias primas de la Unión Europea, entre ellas acero, aluminio, cobre y plásticos. Según la Comisión, una mejora en la recogida, el desguace y el tratamiento de los vehículos permitirá recuperar y mantener en el mercado europeo recursos considerados estratégicos, reduciendo pérdidas de valor y riesgos de contaminación asociados a una gestión inadecuada.
El nuevo Reglamento contribuirá a los objetivos medioambientales y climáticos de la UE y, al mismo tiempo, a reforzar su resiliencia ante posibles interrupciones de la cadena de suministro. Las estimaciones incluidas en la propuesta señalan que las medidas previstas permitirán reciclar y reutilizar cientos de toneladas de materiales de tierras raras, así como entre cinco y seis millones de toneladas de acero, entre uno y dos millones de toneladas de aluminio y entre 0,2 y 0,3 millones de toneladas de cobre.
Entre los principales cambios, el texto establece que los vehículos deberán diseñarse para facilitar su desguace, con la obligación de que los fabricantes proporcionen instrucciones claras para la retirada y sustitución de piezas durante su uso y al final de su vida útil. También se introducen por primera vez en Europa objetivos obligatorios de contenido de plástico reciclado en los vehículos: a partir de 2036, al menos el 25% de los plásticos utilizados deberá proceder de material reciclado, y una quinta parte de ese porcentaje deberá tener origen en vehículos fuera de uso. Estas exigencias se aplicarán tanto a los vehículos fabricados en la UE como a los importados.
El Reglamento refuerza además las normas de tratamiento de los vehículos al final de su vida útil, con el objetivo de recuperar materiales de mayor calidad, e impulsa la reutilización, la refabricación y la renovación para aumentar la disponibilidad de piezas de recambio de segunda mano. Asimismo, se armonizan los sistemas nacionales de responsabilidad ampliada del productor para garantizar la financiación adecuada del tratamiento de estos residuos y se endurece la aplicación de la normativa, con más inspecciones y una diferenciación más clara entre vehículos antiguos y vehículos al final de su vida útil. En este contexto, solo podrán exportarse fuera de la UE los vehículos aptos para circular.
Tras la adopción formal del Reglamento por el Parlamento Europeo y el Consejo, el texto entrará en vigor veinte días después de su publicación en el Diario Oficial de la Unión Europea. La Comisión recuerda que cada año desaparecen entre tres y cuatro millones de vehículos en la UE sin que se comunique su destino final, una situación que el nuevo marco normativo pretende corregir. El Reglamento está vinculado a iniciativas como la Ley de materias primas críticas, el Plan de acción industrial para el sector automovilístico europeo y la futura Ley de Economía Circular.






















