BASF pone en marcha una planta de hexametilendiamina en Chalampé, Francia
BASF ha iniciado la operación de una nueva planta de producción de hexametilendiamina (HMD) en Chalampé, Francia. Con esta instalación, cuya construcción comenzó en 2022, la capacidad global de fabricación de HMD de la compañía alcanza las 260.000 toneladas anuales. La planta se integra en el marco de expansión del negocio de poliamida 6.6 (PA 6.6) de BASF en Europa, reforzando su posición como proveedor de referencia de esta materia prima estratégica para el sector de los recubrimientos industriales.
La hexametilendiamina es un precursor clave en la fabricación de poliamida 6.6, un polímero técnico que se emplea tanto en recubrimientos de alto rendimiento como en la producción de fibras industriales y componentes para automoción. Las propiedades de resistencia térmica, estabilidad dimensional y durabilidad química de la PA 6.6 la hacen idónea para aplicaciones exigentes, como revestimientos anticorrosivos en entornos industriales o marinos, donde los requerimientos técnicos son especialmente elevados.
La nueva planta de Chalampé se beneficia de la proximidad a las materias primas necesarias, especialmente el adiponitrilo (ADN), lo que optimiza la cadena de suministro y garantiza una alta fiabilidad en el suministro a los clientes europeos. Además, el complejo industrial de BASF en Alsacia alberga infraestructuras de I+D especializadas en poliamidas, que permitirán avanzar en el desarrollo de formulaciones adaptadas a nuevas aplicaciones en el ámbito de los recubrimientos funcionales.
En paralelo a esta inversión, BASF se encuentra en la fase final de ampliación de su capacidad de polimerización de PA 6.6 en Friburgo, Alemania. Ambas operaciones forman parte de una estrategia coordinada que persigue fortalecer la autosuficiencia regional y aumentar la disponibilidad de productos intermedios esenciales para múltiples industrias manufactureras.
Impulso a la industria europea de recubrimientos
El aumento de capacidad en la producción de HMD tiene implicaciones directas para fabricantes de resinas, formuladores de recubrimientos y sectores como el de tratamiento de superficies metálicas, carpintería industrial y barnizado, donde la estabilidad y calidad de las materias primas condicionan el rendimiento final del producto. La PA 6.6 derivada del HMD no solo se utiliza como polímero estructural, sino también como base en la formulación de pinturas técnicas con altas exigencias de adherencia y resistencia química.
Según explicó Ramkumar Dhruva, presidente de la división de Monómeros de BASF, esta inversión refuerza la capacidad de la compañía para suministrar productos de alta calidad de forma fiable. “Con la nueva planta de producción de HMD en Chalampé y la expansión de la polimerización de PA 6.6 en Friburgo, estamos en condiciones óptimas para atender a nuestros clientes en Europa”, señaló el directivo en el comunicado.
La compañía subraya que esta inversión responde a su estrategia industrial a largo plazo para Europa, donde aspira a convertirse en un socio de referencia para clientes que requieren soluciones sostenibles y técnicamente avanzadas.






















