Caso de éxito

Novares, un especialista en componentes de plásticos para el sector del automóvil, ha abierto un centro de pruebas ultramoderno en la localidad de Lens (Francia), que cuenta con un nuevo sistema de ensayos de vibración LDS V8900 HBT1220, de HBK, con el que tiene intención de hacer ensayos de desgaste prematuro y rotura de componentes plásticos de vehículos.

La empresa desea medir las vibraciones que actúan sobre las piezas de plástico y el ruido que emiten las piezas cuando se someten a cargas elevadas. Para ello necesitaba un sistema capaz de aplicar niveles de vibración relativamente altos durante tiempos de ensayo prolongados, y de medir los efectos de la vibración a diferentes temperaturas.

Novares presentó sus especificaciones a Hottinger Brüel & Kjaer (HBK) quien, tras un proceso de evaluación, recomendó su vibrador V8900 como la solución óptima para que Novares realice una amplia variedad de ensayos, en la actualidad y de cara al futuro.

El comportamiento de los plásticos varía con la temperatura, motivo por el cual la mayoría de los ensayos de vibración se realizan en una cámara climática. En ese sentido, el sistema V8900 y su mesa deslizante se adaptan fácilmente a los diferentes modelos de cámaras climáticas existentes en el mercado. Los ensayos de vibración combinados con pruebas climáticas son los más representativos del entorno real y los que ofrecen unos resultados con mayor utilidad directa para entender el comportamiento de los productos que se evalúan.

En palabras de Bertrand Dufour, director del laboratorio de Novares en Lens: “Si hablamos de las tendencias a corto plazo en materiales para el sector del automóvil, los plásticos continuarán siendo el material de referencia, por su flexibilidad y por su potencial de reducción del peso, un factor muy importante a la vista del mayor peso de los nuevos motores, en especial los eléctricos y los híbridos. Los productos finales deberán ser reciclables, lo cual ya es un reto en sí mismo, porque a día de hoy los componentes solo emplean una pequeña cantidad de material reciclado, con propiedades muy variables. Y eso en un contexto en el que los canales de reciclaje son todavía muy débiles. Además, los plásticos deberán ser capaces de soportar procesos de moldeo cada vez más sofisticados y temperaturas más altas, como las que alcanzan los motores de tres cilindros”.