Inteligencia Artificial en el retail

Cuando me pidieron que escribiera sobre la inteligencia artificial, me pareció correcto acudir a Chat GPT, y tras facilitarle el tema del artículo, decirle el formato de la revista en que se publicaría y que me lo resumiera, esto es lo que salió:

La inteligencia artificial impulsa los comercios de proximidad de puericultura

Por [Nombre del autor]

Revista [Nombre de la publicación]

Tecnología al servicio de la cercanía

La inteligencia artificial (IA) se está convirtiendo en una herramienta clave para los pequeños comercios de puericultura. Lejos de sustituir la atención personal, la refuerza: ayuda a los profesionales a conocer mejor a sus clientes, anticipar necesidades y optimizar su tiempo. “La IA no reemplaza al comerciante; potencia su intuición y cercanía”

Personalización inteligente

Gracias al análisis de datos, las tiendas pueden ofrecer recomendaciones ajustadas a cada familia. Si un cliente compra un cochecito, el sistema puede sugerir más adelante una silla de auto o una trona. Esta personalización fortalece la relación con el cliente y mejora la fidelización. Calves: Recomendaciones automáticas según el historial de compra; Comunicación adaptada a cada etapa del bebé.

Gestión eficiente y previsión de demanda

La IA también ayuda a gestionar el inventario de forma más precisa. Los sistemas predictivos analizan ventas pasadas y tendencias, evitando tanto el exceso como la falta de stock. Esto se traduce en ahorro de costes y mayor disponibilidad de productos esenciales. Hasta un 25% menos de costes de inventario y un 30% más de rotación.

Atención continua y marketing automatizado

Los chatbots y asistentes virtuales permiten ofrecer información y resolver dudas incluso fuera del horario comercial. Además, las herramientas de marketing automatizado envían mensajes personalizados y relevantes a cada cliente, fortaleciendo la relación sin aumentar la carga de trabajo.

Humanizar la tecnología

La inteligencia artificial no deshumaniza el comercio local: lo hace más eficiente y empático. En un sector tan sensible como la puericultura, donde la confianza lo es todo, la IA ofrece un equilibrio perfecto entre tecnología y trato humano. “La IA no sustituye la cercanía: la amplifica”.

La inteligencia artificial es una buena herramienta y, aunque le queda mucho por afinar, lo más importante no es su capacidad de respuesta, sino que quién la utilice tenga muy claro lo que busca con mucha precisión. De lo contrario, entre obviedades y barbaridades te puedes meter en un buen lío si haces o te crees todo lo que te dice. En general, ‘los líos’ no son un problema de la IA, hay programas muy buenos para muchos temas: plantear campañas, analizar bases de datos, hacer videos, optimizar compras por criterio presupuestario, confeccionar organización de horarios, planificar acciones, etc., pero lo importante no es que me plantee campañas, sino qué tipo de campañas necesito, el porqué y el para qué. Y eso todavía no te lo plantea la IA. Supongamos que necesitamos una campaña para subir el ticket medio. Previamente deberíamos haber averiguado qué es lo que más le urgen a nuestro establecimiento, ya que se pueden necesitar campañas de ticket orientadas a tráfico, a frecuencia, a captación, a inspiración, a unidades… en definitiva, a la IA hay que guiarla mucho para que le podamos sacar provecho. Dado que la campaña es de mejora del ticket medio, ahora viene la pregunta del millón, ¿qué necesito?: ¿Que la compra unitaria suba?, ¿Que el margen por ticket mejore?, ¿Que aumente el mix del ticket?, ¿Que el ticket potencie el arrastre inmediato?, ¿Que el ticket genere otro ticket? Todo esto son planteamientos para mejorar el ticket, pero ¿qué es lo que más necesita mi negocio en este momento? ¿Cómo lo impulso al mismo tiempo que suba el ticket medio? Esa, y no otra, es la pregunta del millón.

No nos engañemos, la IA funciona si la inteligencia humana va por delante, sólo así podremos sacarle provecho. Como dice José Mota, “si hay que ir, se va, pero ir ‘pa ná’ es tontería”. Mi recomendación es empezar por desarrollar al máximo las inteligencias que tenemos como personas para sacarle provecho a la IA, y ojo, que cada uno de nosotros tenemos 15 inteligencias para trabajarlas, inteligencias que apenas hemos desarrollado bajo un criterio comercial. Antes de meternos con desarrollos artificiales, hemos de saber, el qué y en dónde le duele a nuestro negocio. Si no tenemos un diagnóstico preciso, intentar medicar a nuestro negocio con la IA no tiene sentido, es como recetar muchos medicamentos a alguien sin intentar averiguar qué síntomas tiene y sin importar que dolencia pueda tener. Recomiendo utilizar la IA, pero solo una vez tengamos claro, el por qué, el para qué y el cómo. Algo tan simple a través de la AI cómo es analizar una base de datos, debe de buscar mejorar la productividad comercial a través de los datos. En definitiva, un número es una cifra. Si la cifra se analiza, es un dato. Si el dato se contrasta, es una información. Si la información se organiza, se convierte en probabilística. Si la probabilística se hace actuarial, pasa a ser un patrón estratégico. Y si el patrón estratégico se optimiza, pasa a convertirse en una ventaja competitiva. Pero sin todo ese proceso, la IA no tiene valor alguno.

Los negocios, ya sean comercios, establecimientos de servicios, PYMES o grandes compañías, han de evolucionar sí o sí. Los negocios no tienen crisis, viven en crisis permanente, porque crisis significa cambio, y todo evoluciona y cambia. Y lo que no evoluciona ya sabemos que desaparece. Es importante gestionar la IA en el comercio de proximidad, pero es como un coche, lo primero es aprender a conducirlo y una vez que ya sabemos cómo se maneja, luego hay que saber dónde estamos y a dónde se quiere llegar, porque por rutas opcionales no será. Programas hay muchos y no quiero influir recomendando alguno, ya que ninguno es perfecto y los que van un poco mejor siempre son de pago y no siempre se rentabilizan. En general casi todos van dirigidos a:

• Atención automática al cliente (chatbots, asistentes virtuales) para responder dudas fuera del horario, organizar pedidos, etc.
• Personalización de ofertas/recomendaciones de productos basadas en lo que compran los clientes.
• Marketing más eficiente con publicidad dirigida, generación de contenido (redes sociales, flyers, emails), optimización de SEO local.
• Gestión de stock/inventario para prever qué productos se van a vender, evitar roturas de stock o exceso de mercancía.
• Precio dinámico u optimización de precios según demanda, época, competencia.
• Automatización de tareas administrativas como contabilidad, facturación, agenda, seguimiento de pedidos.
• Analítica y toma de decisiones basada en datos para ver qué productos se venden mejor, a qué hora vienen más clientes, etc.

Ya no insisto más, de modo que lo resumo: Si no nos hemos formado antes, o no tenemos quien nos asesore en cuanto a cómo reorientar nuestro punto de venta, la IA nunca nos va a levantar el negocio, por mucho que nos empreñemos en pedirle ayuda.