Padres 5.0

Las generaciones de padres de las últimas décadas las podríamos dividir en cinco niveles: los padres 1.0 son los de los años’40 y’50, que simplemente criaban a sus hijos e hijas; ya en los años’60 y’70 llegaron los padres 2.0, que buscaban que sus hijos/as estuvieran muy preparados; en la década de los’80 y los’90 los padres 3.0 apostaban por un desarrollo infantil de libre elección con mucha sobreprotección, seguramente debido a la caída en picado de la natalidad (esos bebés son los padres y madres de la actualidad); en el periodo que comprende del 2000 a la década del 2010, los padres 4.0 rompen con las ataduras y los convencionalismos; y ya en la actualidad (pandemia incluida), nos encontramos a los padres 5.0, que proyectan las tendencias que se divulgan.

Bajo mi punto de vista, para llegar al cliente 5.0 (los padres y madres de hoy en día), no podemos optar por ofrecer productos únicamente desde modelos digitales de fotos y códigos QR, ya que lo único que provocaría eso es que los padres y madres se centren más en la trazabilidad e idoneidad de los atributos de los productos, su posicionamiento reputacional o su aportación al RSC, únicamente bajo sus actitudes, intereses y opiniones personales. La puericultura como fuente de bienestar y crecimiento equilibrado de los bebés no puede depender de tendencias que no estén contrastadas.

La clave para dejar de sentir que somos extraterrestres en nuestro propio negocio es atender desde la inspiración, el descubrimiento y la innovación. Lo primero sería quitarnos de la cabeza que tenemos la obligación de trabajar con los mismos patrones y lenguajes que nuestros clientes 5.0, creo que eso sería un error. El punto de venta está para seleccionar el mejor surtido y atender con profesionalidad, y para eso no es necesario ser los más digitales o los más eco-sociales. Si nos intentamos poner al nivel de estos padres estaremos perdidos, porque ya llegan muy informados y han realizado una exhaustiva investigación antes de acudir a la tienda. Por eso debemos ganar el relato dominando la narrativa de lo inusual, apelando a las 5 inteligencias y trabajando desde los conceptos de antes.

Lo más importante para tratar con la generación de padres 5.0 es aprender a narrar desde el marketing integrativo o, lo que es lo mismo, el por qué de cada situación para el bebé y su ecosistema vital. La idea es ser originales, para hacerles descubrir otros mundos desde nuestro ámbito de control, y no desde sus paradigmas actuales. A continuación, comparto un ejemplo de narrativa mediante inspiración y descubrimiento:

Inspiración: “Ya saben que uno de los factores que inciden en que su bebé esté relajado, por encima del modelo o marca de cuna, cochecito, sillita, etc., es el compás de 3x4, que es el sonido que percibe el bebé en el vientre de su madre a través de los latidos. Y, como ya saben, el vals tiene ese ritmo”.

Descubrimiento: “La música les hace generar de forma natural óxido nítrico, que actúa en el hipotálamo (la parte del cerebro que gestiona la felicidad y, más concretamente, en el núcleo de accumbens, que nos hace percibir bienestar y descanso). El óxido nítrico es un vasodilatador natural y endógeno que ayuda a liberar serotonina, dopamina y reducir el cortisol”.

Cangrejo Innovador (innovación hacia el pasado): “Las tatarabuelas ponían a sus bebés tumbados sobre su pecho sin entender científicamente cómo se producía ese efecto de sedación natural (aplicaban lo que ahora se conoce como ‘terapia de madre/padre canguro’, sincronizando latido, respiración y tacto). Ahora vamos a ver cunas y cochecitos de ‘efecto canguro’, aunque ya les digo que los ritmos no vienen incorporados”.

Al hacerles planteamientos inusuales y novedosos como este, los padres 5.0 nos verán como una fuente de sabiduría, y lo que les prescribamos tendrá mucho más valor para ellos. Así, si gestionamos inspiración (aportamos conceptos narrados), descubrimos (contamos cosas que nunca han oído) e innovamos en dirección al pasado, los 5.0 serán nuestros.

Y para jugar con estas tres palancas, solo hace falta gestionar el negocio desde el marketing integrativo, ese marketing que nos permite interactuar, entre otros elementos, con 63 neuroconductores, 14 ondas, 17 sentidos, 5 inteligencias, 43 creatividades, 14 narrativas, 3 cerebros… activando 4,5 trillones de contactos neuronales.

Dicho así, lo del marketing integrativo suena complejo, pero la realidad es que lo aplicamos todos los días, incluido en nuestros puntos de venta. Eso sí, siempre de forma caótica y consiguiendo resultados pobres. Solo con que aprendamos a alinear algunos de esos recursos que están a nuestra disposición, nuestro negocio será mucho más exitoso. Este tipo de venta es algo completamente nuevo para los padres y madres 5.0, y eso os aporta un valor excepcional como prescriptores.