¿Qué es eso del Nethunting?
Redacción Protección Laboral30/06/2016
¿Habéis oído alguna vez hablar de él? El Nethunting es la evolución a 2.0 del headhunting (reclutamiento de talento en RRHH). La diferencia principal es que el nethunting se practica solamente por la red. Es decir, los reclutadores buscan al candidato ideal a partir de herramientas como Google, Linkedin, Infojobs etc. y con palabras clave relacionadas con la vacante a cubrir. Tal vez hayáis oído decir a algún conocido que le contactaron en Linkedin sin que él se hubiera presentado a ninguna oferta de trabajo. Bien, pues eso es resultado del nethunting: alguien ha buscado las keywords relacionadas con una vacante a cubrir y, de los perfiles que ha encontrado por internet, el del compañero al que ha llamado es uno de los que más le ha interesado.
Esta búsqueda de perfiles en red también se realiza para evaluar a los candidatos que ya se han inscrito a una oferta laboral. Nos encontramos en un momento en el que, por desgracia, hay muchos más aspirantes que empleo y en el que los departamentos de Recursos Humanos tienen que realizar una criba exhaustiva para escoger a uno de ellos. Y esta criba, para los nethunters, empieza en Google. Desde allí pasan a Linkedin, Twitter e incluso a Facebook.
Así que cualquier imagen, texto o enlace (profesionales o no) pasa a ser material susceptible de defender, o no, tu candidatura. Por eso se nos aconseja que no tengamos fotos que nos puedan hacer quedar como poco profesionales; que restrinjamos el contenido que tenemos en redes más personales –como Facebook o Instagram– a las personas que nosotros escojamos; o que no pongamos en Linkedin nuestras fotos en la playa.
Pero, ¿hasta qué punto tiene sentido todo esto? Tengo la sensación de que se está creando una imagen un poco deshumanizada de un profesional. La privacidad es un derecho muy importante, pero es opcional. Aun así, parece que para trabajar es algo requerido. No quieren saber tu opinión política ni lo que haces en tu tiempo libre ¿Acaso si una persona sale el fin de semana, es menos profesional durante los días laborables?
Si alguna vez habéis estado en una charla impartida por reclutadores o leído algún blog sobre el tema, sabréis que lo que se recomienda no es que no tengas una vida personal más o menos agitada, sino que simplemente no la saques a relucir. Lo que me parece aún más sin sentido: “Haz lo que quieras fuera del trabajo, pero no nos lo cuentes”, me recuerda al “Don’t ask, don’t tell” del ejército de Estados Unidos. No digo que tengamos que compartir fotos personales en Linkedin, más que nada porque tampoco es contenido de interés para los contactos que tenemos allí. Tampoco digo que nuestro perfil personal de Facebook deba ser de dominio público. Pero si, por el motivo que sea, no me importa que todo el mundo lo vea y lo dejo sin candados conscientemente, ¿merezco ser descartada de un proceso de selección? ¿Me hace menos profesional? ¿Es ésta la definición de profesional? A lo mejor, simplemente, nos estamos obsesionando con la imagen que puede y no puede dar un profesional.
Esta búsqueda de perfiles en red también se realiza para evaluar a los candidatos que ya se han inscrito a una oferta laboral. Nos encontramos en un momento en el que, por desgracia, hay muchos más aspirantes que empleo y en el que los departamentos de Recursos Humanos tienen que realizar una criba exhaustiva para escoger a uno de ellos. Y esta criba, para los nethunters, empieza en Google. Desde allí pasan a Linkedin, Twitter e incluso a Facebook.
Así que cualquier imagen, texto o enlace (profesionales o no) pasa a ser material susceptible de defender, o no, tu candidatura. Por eso se nos aconseja que no tengamos fotos que nos puedan hacer quedar como poco profesionales; que restrinjamos el contenido que tenemos en redes más personales –como Facebook o Instagram– a las personas que nosotros escojamos; o que no pongamos en Linkedin nuestras fotos en la playa.
Pero, ¿hasta qué punto tiene sentido todo esto? Tengo la sensación de que se está creando una imagen un poco deshumanizada de un profesional. La privacidad es un derecho muy importante, pero es opcional. Aun así, parece que para trabajar es algo requerido. No quieren saber tu opinión política ni lo que haces en tu tiempo libre ¿Acaso si una persona sale el fin de semana, es menos profesional durante los días laborables?
Si alguna vez habéis estado en una charla impartida por reclutadores o leído algún blog sobre el tema, sabréis que lo que se recomienda no es que no tengas una vida personal más o menos agitada, sino que simplemente no la saques a relucir. Lo que me parece aún más sin sentido: “Haz lo que quieras fuera del trabajo, pero no nos lo cuentes”, me recuerda al “Don’t ask, don’t tell” del ejército de Estados Unidos. No digo que tengamos que compartir fotos personales en Linkedin, más que nada porque tampoco es contenido de interés para los contactos que tenemos allí. Tampoco digo que nuestro perfil personal de Facebook deba ser de dominio público. Pero si, por el motivo que sea, no me importa que todo el mundo lo vea y lo dejo sin candados conscientemente, ¿merezco ser descartada de un proceso de selección? ¿Me hace menos profesional? ¿Es ésta la definición de profesional? A lo mejor, simplemente, nos estamos obsesionando con la imagen que puede y no puede dar un profesional.