Atracciones que matan
Paula Llull11/04/2014
Hace unos días se cumplió un año de una trágica muerte de un trabajador en el parque de atracciones de Madrid. El ocho de mayo del año pasado, un trabajador que realizaba labores de mantenimiento en el interior de una atracción a 32 metros de altura, quedó atrapado entre un contrapeso y una viga. UGT denunció en su momento que la muerte de dicho trabajador se dio por un fallo en la seguridad, y aseguró que era un accidente evitable si hubiera existido comunicación entre los operarios.
No ha sido la primera muerte que se ha producido en estos lugares de ocio, y de hecho, los accidentes no solo afectan a los trabajadores, sino al público en general. En un parque de atracciones se presentan riesgos muy diversos, tantos como tareas que se desarrollan en él.
Cocineros, personas disfrazadas de dibujo animado, controladores de atracciones, personas que realizan espectáculos con fuego, en el agua, de equilibrio, técnicos que arreglan atracciones rotas, comerciales de los restaurantes que reparten promociones entre la gente…Infinitas tareas para infinitos riesgos.
¿Qué medidas de seguridad debe tomar el trabajador que pasa ocho horas al sol disfrazado de Mickey Mouse? ¿Y el que nos lleva a dar un paseo en barca? La insolación es uno de los principales riesgos que a veces no se toman en cuenta.
Aunque los riesgos que se hacen más manifiestos, o que llaman más la atención son los accidentes por caídas desde grandes alturas, hay afectaciones más leves, pero no por ello menos importantes a la hora de desarrollar las tareas o visitar un parque de atracciones.
Parque de atracciones en Madrid
Por ejemplo, se debe tener en cuenta la protección individual de los empleados al acceder a zonas peligrosas o ausentes de control, o las salidas y vías de evacuación, que deben estar correctamente indicadas tanto para trabajadores como para público.
En lugares concurridos, situación muy común en los parques cuando hay espectáculos, o en los restaurantes, se debe contar con los dispositivos adecuados para combatir riesgos externos como incendios, o internos como mareos, desmayos o golpes.
Las zonas habilitadas para hacer colas deben estar debidamente señalizadas y protegidas con barandillas para evitar riesgos de caída, y también tapadas con lonas o algún elemento que evite la constante exposición al sol. Iluminación, indicadores de tallaje mínimo permitido, puertas de emergencia, señalización e instrucciones claras de uso de las atracciones en cuanto a subidas y bajadas…
Un sinfín de riesgos, como bien he dicho antes, para un sinfín de situaciones. La LPRL y sus diferentes extensiones (Reales Decretos y Normas UNE) regulan la protección que cada trabajador debe llevar, además de establecer la normativa de prevención en todos los campos. Pero es deber del parque ayudar también a la prevención de riesgos de los visitantes, mediante recomendaciones en lugares visibles y prohibiciones pertinentes.
Fuente de imagen: www.que.es
No ha sido la primera muerte que se ha producido en estos lugares de ocio, y de hecho, los accidentes no solo afectan a los trabajadores, sino al público en general. En un parque de atracciones se presentan riesgos muy diversos, tantos como tareas que se desarrollan en él.
Cocineros, personas disfrazadas de dibujo animado, controladores de atracciones, personas que realizan espectáculos con fuego, en el agua, de equilibrio, técnicos que arreglan atracciones rotas, comerciales de los restaurantes que reparten promociones entre la gente…Infinitas tareas para infinitos riesgos.
¿Qué medidas de seguridad debe tomar el trabajador que pasa ocho horas al sol disfrazado de Mickey Mouse? ¿Y el que nos lleva a dar un paseo en barca? La insolación es uno de los principales riesgos que a veces no se toman en cuenta.
Aunque los riesgos que se hacen más manifiestos, o que llaman más la atención son los accidentes por caídas desde grandes alturas, hay afectaciones más leves, pero no por ello menos importantes a la hora de desarrollar las tareas o visitar un parque de atracciones.
Parque de atracciones en Madrid
Por ejemplo, se debe tener en cuenta la protección individual de los empleados al acceder a zonas peligrosas o ausentes de control, o las salidas y vías de evacuación, que deben estar correctamente indicadas tanto para trabajadores como para público.
En lugares concurridos, situación muy común en los parques cuando hay espectáculos, o en los restaurantes, se debe contar con los dispositivos adecuados para combatir riesgos externos como incendios, o internos como mareos, desmayos o golpes.
Las zonas habilitadas para hacer colas deben estar debidamente señalizadas y protegidas con barandillas para evitar riesgos de caída, y también tapadas con lonas o algún elemento que evite la constante exposición al sol. Iluminación, indicadores de tallaje mínimo permitido, puertas de emergencia, señalización e instrucciones claras de uso de las atracciones en cuanto a subidas y bajadas…
Un sinfín de riesgos, como bien he dicho antes, para un sinfín de situaciones. La LPRL y sus diferentes extensiones (Reales Decretos y Normas UNE) regulan la protección que cada trabajador debe llevar, además de establecer la normativa de prevención en todos los campos. Pero es deber del parque ayudar también a la prevención de riesgos de los visitantes, mediante recomendaciones en lugares visibles y prohibiciones pertinentes.
Fuente de imagen: www.que.es