El día de las que murieron por los derechos de las mujeres
Redacción Protección Laboral24/03/2017
Hace poco más de un par de semanas, celebramos el Día de La Mujer Trabajadora. Tradicionalmente, se aprovecha el día para reivindicar la erradicación total de las desigualdades o injusticias que aún nos separan de los hombres. Además, se hace memoria sobre la lucha feminista a lo largo de los años. Marzo es un mes en el que se conmemoran distintos eventos que marcaron un antes y un después en la igualdad en el entorno laboral. Uno de los más conocidos, el incendio de la fábrica de camisas Triangle ShirtWaist, cumple mañana 106 años. Por si actualmente ya no recordamos cómo fue este hecho y qué significó para las trabajadoras, hoy nos permitiremos recordarlo, así como rendir homenaje a sus víctimas.
El 25 de marzo de 1911 ocurrió el accidente industrial con más víctimas industriales en la historia de la ciudad de Nueva York. El fuego acabó con la vida de 123 trabajadoras de la confección y con la de 23 hombres. La mayoría de las víctimas fueron mujeres jóvenes inmigrantes de Europa del Este e Italia. La mayor tenía 48 años y la más joven 14.
No hay consenso sobre las causas del fuego. Según el informe de los bomberos, éste pudo haber sido provocado por una colilla mal apagada en un cubo lleno de restos de tela que parecía no haberse vaciado en meses. Otros apuntaban a que el incendio podía haberse provocado en el motor de una de las máquinas de coser. Lo que sí se sabe es que las trabajadoras no pudieron evacuar el edifico porque sus propietarios habían bloqueado todos los accesos. Una práctica que antiguamente se realizaba por miedo a los hurtos desde el interior. Esto provocó que muchas mujeres optaran por saltar desde los 8º y 9º pisos donde se encontraban y resultaran gravemente heridas o perdieran la vida en ello. Esta imagen conmocionó la opinión pública de Estados Unidos y del mundo entero.
La empresa donde trabajaban era propiedad de Max Blanck e Isaac Harris y se dedicaba a producir las blusas para mujer conocidas como “shirtwaists”. Ésta normalmente empleaba 500 obreros, en su mayoría mujeres, que trabajaban 9 horas diarias de lunes a viernes y 7 más los sábados. Por 52 horas de trabajo la semana ganaban entre 7 y 12 dólares del momento.
Incendio de la Triangle Shirtwaist - Wikimedia Commons
Al haber sido un accidente que podría haberse evitado, el desastre obligó a realizar importantes cambios en las normas de seguridad y salud laborales e industriales. Poco después del suceso, además, se creó el primer Sindicato internacional de mujeres trabajadoras textiles (International Ladies ‘Garment Workers Union’), el cual lucharía para mejorar las condiciones laborales de las mujeres del sector. Paralelamente, en la Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas se iniciaba el movimiento que acabaría proclamando un día para reconocer los derechos de las mujeres trabajadoras.
Manifestación sindical y homenaje a las víctimas del incendio de la Triangle Shirtwaist - Wikimedia Commons
Nunca viene mal recordar que son las mujeres que no se han rendido las que han hecho posible mejoras como el sufragio y la creación de sindicatos de mujeres. Precisamente, como aún tenemos muchos temas pendientes (igualdad salarial, acabar con los paternalismos, el acoso o el rol de género…), nos parece un buen día, también, para recordar que no deberíamos rendirnos.
El 25 de marzo de 1911 ocurrió el accidente industrial con más víctimas industriales en la historia de la ciudad de Nueva York. El fuego acabó con la vida de 123 trabajadoras de la confección y con la de 23 hombres. La mayoría de las víctimas fueron mujeres jóvenes inmigrantes de Europa del Este e Italia. La mayor tenía 48 años y la más joven 14.
No hay consenso sobre las causas del fuego. Según el informe de los bomberos, éste pudo haber sido provocado por una colilla mal apagada en un cubo lleno de restos de tela que parecía no haberse vaciado en meses. Otros apuntaban a que el incendio podía haberse provocado en el motor de una de las máquinas de coser. Lo que sí se sabe es que las trabajadoras no pudieron evacuar el edifico porque sus propietarios habían bloqueado todos los accesos. Una práctica que antiguamente se realizaba por miedo a los hurtos desde el interior. Esto provocó que muchas mujeres optaran por saltar desde los 8º y 9º pisos donde se encontraban y resultaran gravemente heridas o perdieran la vida en ello. Esta imagen conmocionó la opinión pública de Estados Unidos y del mundo entero.
La empresa donde trabajaban era propiedad de Max Blanck e Isaac Harris y se dedicaba a producir las blusas para mujer conocidas como “shirtwaists”. Ésta normalmente empleaba 500 obreros, en su mayoría mujeres, que trabajaban 9 horas diarias de lunes a viernes y 7 más los sábados. Por 52 horas de trabajo la semana ganaban entre 7 y 12 dólares del momento.
Incendio de la Triangle Shirtwaist - Wikimedia Commons
El después de la tragedia
Al haber sido un accidente que podría haberse evitado, el desastre obligó a realizar importantes cambios en las normas de seguridad y salud laborales e industriales. Poco después del suceso, además, se creó el primer Sindicato internacional de mujeres trabajadoras textiles (International Ladies ‘Garment Workers Union’), el cual lucharía para mejorar las condiciones laborales de las mujeres del sector. Paralelamente, en la Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas se iniciaba el movimiento que acabaría proclamando un día para reconocer los derechos de las mujeres trabajadoras.
Manifestación sindical y homenaje a las víctimas del incendio de la Triangle Shirtwaist - Wikimedia Commons
Nunca viene mal recordar que son las mujeres que no se han rendido las que han hecho posible mejoras como el sufragio y la creación de sindicatos de mujeres. Precisamente, como aún tenemos muchos temas pendientes (igualdad salarial, acabar con los paternalismos, el acoso o el rol de género…), nos parece un buen día, también, para recordar que no deberíamos rendirnos.