“Vale por 10 minutos de silencio”
No lo podemos negar: el coaching está de moda. Y decirlo en inglés, también. Pero en el fondo, todo esto de la motivación se reduce a un tema de incentivos de toda la vida. Lo único es que éstos ya no se limitan a un simple aumento de sueldo o una palmadita en la espalda.
Muchos CEO se han dado cuenta de que los empleados esperan mucho más de una empresa que una retribución económica y un puesto. Esperan sentirse realizados y ser felices.
De hecho, para nosotros hay una máxima que debería estar clara aquí y en Pekín, que es la necesidad de implicar a los trabajadores con la empresa. Un profesional feliz es un profesional comprometido y eficiente.
Y eso sirve también, dicho sea de paso, para crear nuevos puestos de trabajo: no paran de aparecer coachers, con sus libros de técnicas para motivar al personal que van desde los karts hasta los días libres, pasando por vales que son intercambiables por 30 segundos viendo a tu jefe hacer el chimpancé (sic).
Es ahí donde queremos llegar: dando por hecho que todos sabemos que la felicidad es importante –sino básica- para el rendimiento de la empresa, queremos analizar cuáles son los métodos más rocambolescos y divertidos que las empresas implementan para conseguir el compromiso de sus empleados.
¿Te motivaría ser el empleado del mes?
Seguro que todos hemos visto alguna película americana de serie B donde aparece el premio “empleado del mes” como una distinción de la que todos se enorgullecen.
Esa es una de las técnicas que quizás sirvan en EEUU, pero es probable que en España nos lo tomáramos más bien a mofa. ¿Qué haríais si, durante un mes, la foto de vuestro compañero de mesa estuviera colgada por toda la oficina con un marco horrendo, le hubieran dado una banda que pone “empleado del mes” y hubierais sido presionados para brindar con coca-cola para celebrarlo? ¿Hay algo más bochornoso que eso? Quizás sí: que seas tú el premiado.
“Los beneficios del humor en el trabajo”
Jesús Damián Fernández es el autor “Alta diversión: los beneficios del humor en el trabajo”, un libro donde se recomiendan algunas técnicas (reales) motivacionales con un toque (o más de uno…) de humor. Muchas de éstas nos han despertado curiosidad, y nos gustaría compartirlas. Quepa decir que algunos de ellas nos gustan mucho, y otras nos parecen más bien pintorescas.
Allá van:
De los creadores de “El empleado del mes” llega… Jugar a “El precio justo” en la oficina
Convertir una tarea en un juego es una táctica que sirve para estimular la imaginación. Stacy Yusim es una empleada de la agencia BOCA (en EEUU), y tenía que preparar dos simposios. Para hacer más divertida tan ardua tarea, decidió hacerlo como si fuera un concurso de televisión, en el que debían adivinar tiempos, costes, elegir jugadores, comprar premios… de esta manera hizo mucho más divertida la preparación de los simposios.
Nos gusta, sin duda. La pregunta es: ¿Quién tiene tiempo para preparar el juego? Suficientemente costoso es organizar eventos, como para que encima alguien tenga que inventarse un juego en base a éstos. ¡Qué currazo!
Recompensas (ésta nos encanta y es fácil de implementar)
Una de las formas más sencillas de motivar a un trabajador es reconocer el trabajo bien hecho. Entregar un pequeño obsequio multiplica el efecto motivador. Algunos objetos que han sido utilizados por las empresas son entradas de cine, masajes o chocolate. Algunos, más ingeniosos, pasan por cupones intercambiables por "10 minutos de silencio" o "30 segundos de tu jefe caminando como un gorila".
Bueno, lo del jefe no creemos que sea tan fácil.
Intercambio de regalos entre compañeros
En Pacific Bell crearon un sistema de recompensas ente compañeros denominado 'Te pillé'. Cada persona disponía de varios bonos de cinco dólares, que podría entregar a cualquier persona que pillaba trabajando bien.
Los bonos de cinco dólares –o euros- también pueden ser chocolatinas, chuches, o vales de minutos / horas libres. Este también nos parece una iniciativa muy útil y viable.
Premio a esfuerzos especiales
Hay momentos en los que se les exige a los trabajadores esfuerzos adicionales, que es recomendable recompensar. Puede ser positivo dar un toque de humor a dicha recompensa, además de devolver las horas que haya tenido que hacer de más. La empresa EDS llegó a entregar cheques de 500 dólares con instrucciones sobre cómo usarlos, incluyendo una fiesta en casa con familiares y amigos.
¿Y si no los gastas en lo qué EDS dice, qué pasará? :)
Castigos
En Scient, quien llegaba tarde a una reunión tenía luego que contar un chiste o cantar una canción.
Tenemos la ligera sospecha de que es posible que si a un empleado se le hace cantar una canción delante de todos, puede que lo primero que se le pase por la cabeza es irse por patas… Aunque puede ser divertido.
¿Qué opináis sobre estas técnicas de motivación basadas en el humor? Nos gustaría que compartierais alguna experiencia con nosotros. ¡Ánimo! El mejor comentario quizás tenga premio… :)