Por ahora, hay que seguir llevando mascarilla
Ante la seguridad que nos proporciona y la obligatoriedad de seguir llevándola, la especialista en Medicina del Trabajo, de Unión de Mutuas, Mariela Salazar ha señalado la importancia de utilizarla correctamente así como de seguir una serie de pautas higiénicas, ya que con la llegada del calor, aumenta el sudor, el exceso de humedad y por tanto, también, aumentan y se agravan las afecciones oculares y lesiones en la piel.
La Dra. Salazar ha señalado que la piel no está hecha para llevar una máscara, y menos en primavera. “Estamos en la estación del año en que las patologías de la piel, como acné ó dermatitis, brotan o empeoran y la mascarilla no ayuda en nada puesto que incrementa la humedad y no deja a la piel respirar”.
También, en cuanto a los trastornos en los ojos, el aire expirado, húmedo y caliente, que sale por la parte superior de la mascarilla, alcanza la superficie ocular, modifica su ph y produce sequedad ocular, picores, ardor, sensación de arenilla en el ojo e, incluso, aparición de orzuelos.
Menos rinitis pero más conjuntivitis alérgicas
Para la médica de Unión de Mutuas es fundamental prevenir y mitigar estos posibles trastornos y alteraciones en los ojos y la piel. Con este objetivo, Unión de Mutuas ha elaborado, dos infografías, con consejos y recomendaciones dirigidas a las empresas.
Protección para la piel
Conviene lavarse la cara con jabones apropiados antes y después de colocarse la mascarilla, hidratarse también la piel antes y después en los puntos de presión o roce, además de evitar el uso de maquillaje y de cremas oclusivas.
Es recomendable usar vaselina en las zonas donde se apoya la mascarilla, pómulos, puente de la nariz y orejas, para impedir o, en su caso, aliviar, posibles rozaduras. Es necesario acudir al médico especialista en caso de problemas fuertes, irritaciones, prurito o eccemas. Hay que tener cuidado con el uso de las cremas corticoides, y usarlas bajo prescripción médica.
Salud para tus ojos
Es conveniente realizar una adecuada higiene de los parpados con los ojos cerrados y jabón de ph neutro, con una gasa y aclarando con agua, al menos una o dos veces al día. Asimismo es recomendable utilizar humificadores ambientales, evitando la sequedad ambiental. También si se trabaja con pantallas hay que realizar pausas regularmente cerrando los ojos por un breve periodo de tiempo que facilite la hidratación natural. En espacios abiertos, usar gafas de sol que estén lo más cerradas posibles por los laterales.