Almacenamiento de energía: baterías de litio

En particular, las baterías de iones de litio plantean un riesgo creciente de incendio y explosión. Debido a su densidad de energía muy alta, pueden incendiarse espontáneamente o volverse inestables en determinadas circunstancias, y pueden explotar si se calientan.

Las baterías de iones de litio pueden causar un incendio por las causas que se pueden incluir en:

Con el uso creciente de las baterías de iones de litio de potencia media, también aumentan los peligros relacionados con el almacenamiento y, en particular, la carga de estas baterías tanto en entornos comerciales como privados.

Por ejemplo en Alemania, el sector de las aseguradoras inmobiliarias están muy interesadas en garantizar que se use equipamiento de protección (como armarios de almacenamiento de seguridad de tipo 90 para reducir al mínimo los riesgos y evitar reclamaciones por daños).

En España tenemos el Real Decreto 710/2015, de 24 de julio, por el que se modifica el Real Decreto 106/2008, de 1 de febrero, sobre pilas y acumuladores y la gestión ambiental de sus residuos. Pero no hay un reglamento para el almacenamiento seguro de baterías y pilas. Nos tenemos que remitir al Reglamento para Almacenamiento de Productos Químicos RAPQ (RD 656 /2017) en el que contiene una ITC (Instrucción Técnica Complementaria)-MIE (Ministerio Industria y Energía) APQ-10 que “tiene por finalidad establecer las prescripciones técnicas a las que han de ajustarse las instalaciones de almacenamiento, carga y descarga y trasiego de productos químicos peligrosos en recipientes móviles” es la Instrucción Técnica Complementaria de aplicación a la mayoría de los almacenamientos tanto centralizados como descentralizados de las entidades que emplean productos químicos en toda o parte de sus actividades.

Una posible solución técnica, es un sector de incendios para el almacenamiento de baterías de tamaño medio – pequeño. Según la APQ-10 serían los armarios de seguridad con resistencia al fuego.

Armario de seguridad: Es aquel prefabricado destinado al almacenamiento de productos químicos peligrosos en recipientes móviles que protege el contenido en caso de incendio, durante un periodo de tiempo determinado y que cumple con los requerimientos de seguridad de la ITC-10. Los armarios de seguridad deberán estar probados y certificados como tipo 90 según la UNE-EN 14470-1. Los armarios tipo 90 se consideran que tienen las mismas características de protección pasiva que las establecidas para un sector de incendios, por lo que no es necesario incorporar más medidas de protección pasiva contra incendios.

A diferencia del almacenamiento de producto químico que es pasivo, en el caso de las baterías puede ser activo porque pueden estar en proceso de carga y el riesgo de incendio puede darse también en el interior y el armario debe tener la capacidad de mantener una resistencia al fuego tipo 90’ tanto del exterior protegiendo el interior, como desde el interior con medidas activas de extinción.

Las baterías de iones de litio almacenadas en armarios están protegidas contra el sobrecalentamiento por incendios externos durante un periodo de 90 minutos. Esto evita que las baterías de iones de litio almacenadas en el armario se incendien espontáneamente, se vuelvan inestables o exploten. Las pruebas contra incendios de conformidad con las condiciones de prueba de EN 14470-1 certifican que los armarios cumplen los requisitos de resistencia al fuego (tipo 90).

Para probar la protección contra incendios del interior al exterior, también se realizan pruebas contra incendios de los armarios de acuerdo con EN 1363-1:2012-10. Los resultados de las pruebas demuestran que los armarios logran una resistencia contra incendios de más de 90 minutos como mínimo.

Queda un largo camino a recorrer para igualar los requisitos del almacenamiento de los productos químicos (APQ) a la de baterías y pilas. Aunque técnicamente tienen características muy similiares, porque estamos hablando de recipientes móviles con contenido de productos químicos. Los riesgos son similares, contaminación y residuos químicos por un lado y riesgo de incendio por otro.