Claves para mejorar la calidad de vida y salud en el trabajo
Cada día son más las empresas que promueven el bienestar de sus trabajadores, una visión más ambiciosa que la mera lucha contra la siniestralidad laboral, y que arroja interesantes dividendos para trabajadores y empresas.
Es posible implantar un sistema de bienestar empresarial en cinco pasos. El trabajo, que ocupa buena parte de nuestras jornadas, es el ámbito ideal para promover el ‘wellness’ (bienestar), siempre que se cuente con un programa adecuado y la colaboración de los implicados. Los pasos son sencillos:
-Apoyo de la Dirección. Su implicación resulta imprescindible.
-Involucrar a los empleados. Con ello se consolida un equipo comprometido con la salud y el bienestar.
-Evaluar las necesidades. El servicio médico –o asimilado- proporcionará información sobre el estado de salud, necesidades y expectativas de los empleados.
-Elaborar un plan. Su redacción deberá identificar metas, los objetivos a seguir, así como los medios disponibles a tal efecto.
-Concreción de objetivos específicos. Las actuaciones que se determinen serán específicas, en función del diagnóstico, y diseñadas para la satisfacción de las necesidades previamente identificadas.
El buen humor –y la sonrisa, una de sus manifestaciones- son definitivos para combatir el estrés. Un gesto que nos parece intrascendente, como es la sonrisa, ayuda a los trabajadores a aliviar las cargas del trabajo diario, circunstancia que los expertos destacaron el 9 de abril, Día Internacional de la Diversión en el Trabajo. La sonrisa puede inducir reacciones químicas en el cerebro que hacen aflorar emociones positivas. Según el doctor Óscar Galindo, Director de Salud Laboral de Unipresalud, “la sonrisa, fundamental para el bienestar y la salud de las personas, es un mecanismo anti-estrés muy efectivo. El cerebro produce beta-endorfinas, las morfinas orgánicas que relajan, combaten la depresión y estimulan el sistema inmunológico. Diversos estudios médicos coinciden en que la sonrisa reduce las tres sustancias precursoras del estrés: cortisol (reducción del 39%), adrenalina (reducción de hasta el 70%) y L-dopa (reducción en torno al 60%).
En general, sonreímos menos con el paso de los años. Mientras un bebé puede sonreír una media de 400 veces/día, los adultos no suelen sonreír más de una docena de veces al día. Sin embargo, está comprobado que la sonrisa es una de las mejores estrategias en nuestra relación social, ya que mejora la comunicación transmitiendo positivismo.