Los psicólogos también sufren
Redacción Protección Laboral26/09/2016
Cuando padecemos estrés, ansiedad o depresión, muchos de nosotros acudimos a un psicólogo, un profesional que nos podrá ayudar a superar esta dolencia. Aun así, casi nunca se nos ocurre pensar cómo son las cosas desde el otro lado. Es decir, si los psicólogos también están expuestos a sufrir problemas de salud mental a consecuencia de su profesión.
La respuesta a esta cuestión es obviamente afirmativa: los profesionales de la salud mental no están exentos de sufrir ansiedad y depresión. De hecho, según una encuesta de la British Psychological Society, casi la mitad de los psicólogos sufren depresión o algún otro tipo de trastorno mental. Los encuestados afirman padecer agotamiento, baja moral y altos niveles de estrés y depresión, llegando a declarar el 49% que tienen sensación de haber fracasado.
Tal como afirman en la web Psicología y Mente, muchos psicólogos acuden a terapia con regularidad y no tendría que parecernos algo extraño. No sólo porque, al fin y al cabo son humanos como nosotros (y por lo tanto expuestos a depresores internos y externos) sino porque su trabajo tiene tantos o más que cualquier otro.
Los riesgos psicosociales más asociados a este trabajo son problemas relacionados con la inseguridad y la falta de autoestima. Ser psicólogo conlleva manejar información compleja y que requiere de altas dosis de concentración. Esto puede provocar cansancio y fatiga mental que, a su vez, puede llevar a problemas de ansiedad y burn-out.
El trato directo con los pacientes y con sus familiares, que en según qué terapias deben acudir a consulta, puede producir una sobre-implicación emocional por parte del profesional, que se puede sentir identificado con los problemas de otros.
Una mención especial merecen los psicólogos que se encargan de atender a las víctimas del terrorismo, catástrofes naturales o en guerra. Es admirable su capacidad de atender a las en panoramas aterradores. Pero, después de un tiempo expuestos a la desgracia, ellos también pueden venirse abajo.
La Asociación CVida recomienda a los profesionales de la psicología que trabajen en equipo y fomenten el apoyo mutuo entre compañeros y entre jefes y empleados. Habrá que mentalizarse para reducir las exigencias emocionales que se pueden auto-imponer los psicólogos. Además, deberían estar formados en materias de estrés laboral.
El espacio de trabajo también puede contribuir al estrés. En algunos casos, los psicólogos acaban compartiendo despacho con otros profesionales de la salud. Pero no es recomendable hacerlo, a fin de garantizar en todo momento la intimidad tanto del trabajador como del paciente.
Como veis, el psicólogo es un profesional tan susceptible de padecer estrés laboral como cualquier otro. Recordemos que hace poco, la AEEMT elaboró un completo informe con recomendaciones y maneras de detectar estrés en el trabajo, que en PL resumimos en este artículo.
La respuesta a esta cuestión es obviamente afirmativa: los profesionales de la salud mental no están exentos de sufrir ansiedad y depresión. De hecho, según una encuesta de la British Psychological Society, casi la mitad de los psicólogos sufren depresión o algún otro tipo de trastorno mental. Los encuestados afirman padecer agotamiento, baja moral y altos niveles de estrés y depresión, llegando a declarar el 49% que tienen sensación de haber fracasado.
Tal como afirman en la web Psicología y Mente, muchos psicólogos acuden a terapia con regularidad y no tendría que parecernos algo extraño. No sólo porque, al fin y al cabo son humanos como nosotros (y por lo tanto expuestos a depresores internos y externos) sino porque su trabajo tiene tantos o más que cualquier otro.
Los psicólogos y el estrés
Los riesgos psicosociales más asociados a este trabajo son problemas relacionados con la inseguridad y la falta de autoestima. Ser psicólogo conlleva manejar información compleja y que requiere de altas dosis de concentración. Esto puede provocar cansancio y fatiga mental que, a su vez, puede llevar a problemas de ansiedad y burn-out.
El trato directo con los pacientes y con sus familiares, que en según qué terapias deben acudir a consulta, puede producir una sobre-implicación emocional por parte del profesional, que se puede sentir identificado con los problemas de otros.
Una mención especial merecen los psicólogos que se encargan de atender a las víctimas del terrorismo, catástrofes naturales o en guerra. Es admirable su capacidad de atender a las en panoramas aterradores. Pero, después de un tiempo expuestos a la desgracia, ellos también pueden venirse abajo.
Prevenidos como todos
La Asociación CVida recomienda a los profesionales de la psicología que trabajen en equipo y fomenten el apoyo mutuo entre compañeros y entre jefes y empleados. Habrá que mentalizarse para reducir las exigencias emocionales que se pueden auto-imponer los psicólogos. Además, deberían estar formados en materias de estrés laboral.
El espacio de trabajo también puede contribuir al estrés. En algunos casos, los psicólogos acaban compartiendo despacho con otros profesionales de la salud. Pero no es recomendable hacerlo, a fin de garantizar en todo momento la intimidad tanto del trabajador como del paciente.
Como veis, el psicólogo es un profesional tan susceptible de padecer estrés laboral como cualquier otro. Recordemos que hace poco, la AEEMT elaboró un completo informe con recomendaciones y maneras de detectar estrés en el trabajo, que en PL resumimos en este artículo.