Cambios de la normativa de la UE sobre EPI en 2025

En el año 2025 son destacables dos importantes novedades que se enmarcan en el Reglamento (UE) 2016/425, que regula los EPI en la UE: las Decisiones de Ejecución (UE) 2025/286 y 2025/895 que introducen modificaciones sustanciales en las normas armonizadas aplicables a los Equipos de Protección Individual (EPI), en el marco del Reglamento (UE) 2016/425. Dichas modificaciones tienen un impacto directo en la conformidad de los productos, al exigir su adecuación a especificaciones técnicas actualizadas y a criterios de seguridad reforzados.

La Decisión de Ejecución (UE) 2025/286 (13 de febrero de 2025) que modifica la Decisión de Ejecución (UE) 2023/941, actualizando las normas armonizadas sobre:

• Protectores auditivos.
• Equipos contra caídas de altura.
• Protección de ojos y cara.

La Decisión de Ejecución (UE) 2025/895 (14 de mayo de 2025) que introduce cambios en normas para:

• Protectores auditivos.
• EPI contra caídas de altura.
• Equipos de alpinismo y escalada.
• Protectores de rodilla.
• Ropa protectora contra picaduras de garrapatas.
• Cascos eléctricamente aislantes.

Entre los cambios clave, se introducen nuevos estándares y se revisan otros para adecuarlos a los avances técnicos. Además, algunas normas se publican con restricciones debido a aspectos que aún no cumplen del todo los requisitos establecidos. Por último, se establecen fechas de aplicación para permitir a los fabricantes adaptarse a las nuevas disposiciones. Las Decisiones son vigentes desde la fecha de publicación en el Diario Oficial de la UE, pero las nuevas normas armonizadas serán obligatorias a partir del 16 de noviembre de 2026, con retirada progresiva de las normas anteriores para facilitar la transición.

Los cambios adoptados en la nueva Decisión de Ejecución tienen un impacto directo en: los fabricantes de EPI, que deberán revisar diseños y procesos de certificación para adaptarse a las nuevas normas; las empresas y servicios de prevención que tendrán que actualizar sus evaluaciones de riesgos y la selección de EPI; y en los rabajadores, que se beneficiarán de una mayor protección frente a riesgos como caídas, ruido, impactos en ojos y cara, picaduras de garrapatas o riesgos eléctricos.

El proceso integral de aplicación de estas Decisiones de Ejecución se enmarca en el Reglamento (UE) 2016/425, que regula los EPI en la UE, y exige que los fabricantes y distribuidores garanticen que los productos cumplen los requisitos esenciales antes de su comercialización, y en las normas armonizadas sirven como referencia técnica para demostrar conformidad con el reglamento.

Estos cambios exigen que los fabricantes adapten sus productos a criterios de seguridad y diseño más estrictos, lo que incrementa la protección de los usuarios y alinea los EPI con los avances técnicos y científicos actuales con:

• Nuevas exigencias técnicas y adaptación ergonómica: determinados dispositivos, como los protectores de rodilla, deben cumplir requisitos adicionales de ergonomía y adaptación antropométrica, garantizando una interacción óptima con la morfología del usuario. Se persigue asegurar que la funcionalidad protectora se mantenga de forma eficaz y confortable durante el uso prolongado.
• Revisión del etiquetado y certificación: se revisan los procedimientos de marcado y etiquetado CE, corrigiendo deficiencias detectadas en productos como los protectores auditivos, que no informaban adecuadamente sobre el nivel de atenuación acústica. Los fabricantes están obligados a alinear la información de producto con los requisitos esenciales de seguridad y salud, de modo que los equipos sean reconocidos como conformes en el mercado interior.
• Depuración normativa: se eliminan referencias a normas obsoletas que no reflejan el estado actual de la técnica. Los fabricantes deben actualizar diseños, procesos de producción y documentación técnica conforme a las nuevas normas armonizadas, para mantener la validez de la certificación y la comercialización legal en la UE.

Estos cambios requieren un proceso integral de aplicación que abarca desde el diseño y la fabricación hasta la supervisión del uso en el entorno laboral, en el que la actualización normativa se articula como un ciclo completo de aseguramiento de la conformidad, que abarca todas las fases de vida del EPI:

• Diseño y fabricación: los procesos productivos deben incorporar los nuevos requisitos técnicos, integrando directrices de seguridad funcional y ergonomía en la concepción del producto.
• Certificación y control de calidad: antes de su puesta en el mercado, los EPI se someten a ensayos normalizados bajo las especificaciones revisadas. Los organismos notificados verifican la conformidad con los requisitos esenciales de seguridad y emiten la certificación correspondiente.
• Uso en el entorno laboral: la disponibilidad de EPI certificados garantiza que los trabajadores dispongan de equipos que responden eficazmente a los riesgos específicos (caídas de altura, exposición eléctrica, ruido, agentes biológicos). La inclusión de notas y restricciones técnicas en determinados productos facilita la correcta interpretación de sus prestaciones por parte de usuarios y supervisores.
• Formación y mantenimiento: se establece la necesidad de programas de capacitación sobre el uso adecuado de los EPI, así como protocolos de inspección y mantenimiento periódico, para asegurar que el nivel de protección se mantenga durante toda la vida útil del equipo.

Esquemáticamente práctico los cambios en la normativa de EPI en la UE en 2025, organizado por tipo de equipo de protección, son los siguientes.

• Protectores auditivos con nuevas normas armonizadas para mejorar la atenuación del ruido. También se refuerzan los requisitos de comodidad y ajuste para un uso prolongado y se incluyen métodos de ensayo más precisos para verificar la eficacia.
• Equipos contra caídas de altura /alpinismo y escalada, actualizando los criterios de resistencia mecánica y durabilidad, con normas específicas para equipos de escalada y alpinismo y un mayor control sobre los sistemas de absorción de energía en caídas.
• Protección de ojos y cara con revisión de las normas para gafas y pantallas faciales. Se incorporan requisitos frente a impactos de alta velocidad y productos químicos y se refuerza la compatibilidad con otros EPI, como cascos y mascarillas.
• Protectores de rodilla con normas armonizadas para EPI usados en trabajos de construcción y suelos duros. Se exige mayor resistencia al desgaste y ergonomía.
• Ropa protectora contra picaduras de garrapatas. Se crea esta nueva categoría de EPI reconocida en la normativa. Se establecen requisitos de tejidos resistentes a la penetración de insectos y ensayos de eficacia frente a picaduras en condiciones reales
• Cascos eléctricamente aislantes con normas reforzadas para trabajos con riesgo eléctrico. Se exige mayor resistencia dieléctrica y pruebas de seguridad más estrictas y compatibilidad con otros EPI (pantallas faciales, protectores auditivos).

La actualización normativa de 2025 supone un avance claro en la protección de los trabajadores y en la adaptación a nuevos riesgos, pero también plantea retos de implementación, costes y posibles desigualdades en el mercado. El éxito dependerá de cómo se gestione la transición: si se acompaña con apoyo técnico y financiero a las empresas, la UE logrará un salto cualitativo en seguridad laboral; en caso contrario, podría convertirse en una carga que ralentice la innovación y genere tensiones en el tejido productivo.

Las dos nuevas decisiones que modifican las normas armonizadas para distintos tipos de protección, aportan:

• Adaptación tecnológica: la inclusión de nuevas categorías (ropa contra picaduras de garrapatas, cascos eléctricamente aislantes) refleja sensibilidad hacia riesgos emergentes y avances técnicos.
• Mayor rigor en ensayos: los métodos de prueba se han endurecido, lo que eleva la fiabilidad de los equipos.
• Protección integral: se busca compatibilidad entre distintos EPI, como por ejemplo en el uso conjunto de cascos con protectores auditivos y pantallas faciales, lo que responde a la realidad del trabajo en sectores de alto riesgo.
• Homogeneización europea: al actualizar normas armonizadas, se refuerza la coherencia en el mercado único, evitando disparidades nacionales.

Entre los desafíos en su implantación, señalar:

• La complejidad para fabricantes: la adaptación a nuevas normas implica costes elevados en rediseño, certificación y pruebas, lo que puede afectar especialmente a pymes.
• La transición desigual: no todos los sectores tienen la misma capacidad de implementar rápidamente los cambios, lo que puede generar un desfase entre la normativa y la práctica.
• Restricciones en normas publicadas: algunas normas se publican con limitaciones porque aún no cumplen plenamente los requisitos del Reglamento (UE) 2016/425. Esto genera incertidumbre jurídica y técnica.
• Carga administrativa: la actualización constante de normas armonizadas puede saturar a servicios de prevención y responsables de seguridad laboral.

Entre los riesgos en la implantación de la nueva normativa, señalar:

• La brecha entre grandes y pequeñas empresas, ya que grandes multinacionales podrán adaptarse con más facilidad, mientras que las pymes podrían quedar rezagadas.
• La sobrerregulación, porque existe el riesgo de que la normativa se vuelva excesivamente técnica y poco práctica, alejándose de la realidad de los trabajadores.
• La dependencia de normas armonizadas, ya que, si las normas tardan en actualizarse, puede haber un vacío entre la innovación tecnológica y la regulación vigente.

Pero también ofrece buenas oportunidades como:

• Innovación industrial, gracias a que la presión normativa puede estimular el desarrollo de EPI más avanzados, ligeros y ergonómicos.
• Mejora de la cultura preventiva: al visibilizar riesgos como las picaduras de garrapatas, se amplía la percepción de seguridad más allá de los riesgos tradicionales.
• Mejora de la competitividad europea, donde las empresas que se adapten rápido podrán posicionarse como líderes en exportación de EPI certificados bajo los estándares más exigentes.

Como conclusión crítica, podíamos resumir que la actualización normativa de 2025 supone un avance claro en la protección de los trabajadores y en la adaptación a nuevos riesgos, pero también plantea retos de implementación, costes y posibles desigualdades en el mercado. El éxito dependerá de cómo se gestione la transición: si se acompaña con apoyo técnico y financiero a las empresas, la UE logrará un salto cualitativo en seguridad laboral; si no, podría convertirse en una carga que ralentice la innovación y genere tensiones en el tejido productivo.

Referencias

• Comisión Europea (2025, 13 de mayo). Decisión de Ejecución (UE) 2025/286 de la Comisión, por la que se modifica la Decisión de Ejecución (UE) 2023/941 en lo que respecta a las normas armonizadas relativas a los protectores auditivos, los equipos de protección individual contra caídas y los equipos para la protección de los ojos y la cara, elaboradas en apoyo del Reglamento (UE) 2016/425 del Parlamento Europeo y del Consejo. DOUE L 286 de 14.2.2025, pp. 1-4. https://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/?uri=CELEX:32025D0286
• Comisión Europea. (2025, 14 de mayo). Decisión de Ejecución (UE) 2025/895 de la Comisión, por la que se modifica la Decisión de Ejecución (UE) 2023/941 en lo que respecta a las normas armonizadas relativas a los equipos de protección individual. Diario Oficial de la Unión Europea, L 316, 1–4. https://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/?uri=CELEX:32025D0895