El mosquito Aedes albopictus y la prevención de riesgos laborales
Los responsables de prevención de riesgos laborales tenemos una importante labor para evitar que enfermedades como el Chicungunya y el Dengue se hagan endémicas en España.
Los mosquitos Aedes albopictus y el Aedes aegypti son vectores de enfermedades como la chicungunya, el dengue y la fiebre amarilla. Vector significa, en este caso, que si pican a una persona enferma, transmitirán la enfermedad a todas las que piquen después, es decir, el peligro surge de la reunión de mosquitos y enfermos en el mismo ambiente.
En España hace cinco años que se detectó la presencia del Aedes albopictus en Cataluña y a fecha de hoy, se considera establecido en la franja mediterránea entre Gerona y Murcia. El Centro superior de investigaciones científicas ha puesto en marcha un proyecto de “Ciencia ciudadana” para el estudio de la difusión del mosquito en España.
La Ciencia ciudadana es una metodología que hace referencia a involucrar el público general en actividades de investigación científica, ya sea compartiendo conocimiento o capacidad intelectual, o recursos y herramientas.

James Gathany/CDC?—?This media comes from the Centers for Disease Control and Prevention’s Public Health Image Library (PHIL), with identification number #4487. Under Public Domain.
Como ciudadanos podemos participar descargando la aplicación “Tigatrapp” para nuestro móvil y colaborar en línea, enviando fotos de los mosquitos sospechosos y sus zonas de cría. Las fotos con el posicionamiento GPS permiten trazar un mapa con la evolución del mosquito.
Como Técnicos de prevención tenemos una responsabilidad mayor. Primero se hará un breve respaso sobre las dos enfermedades para las que no se dispone de vacuna y las medidas disponibles para combatirlas. Y después se hará una propuesta a incluir en los planes de prevención de las empresas que desplazan trabajadores a zonas tropicales, para prevenir la difusión de estas enfermedades en España.
La chicungunya y el dengue son enfermedades endémicas en buena parte de la franja tropical. Esto significa que el riesgo de que una picadura de estos mosquitos transmita la enfermedad es muy alto. De hecho, la evaluación de riesgos laborales de todo trabajador desplazado a una zona tropical, o de las instalaciones a realizar, debe contemplar dichas enfermedades.
Ambas incapacitan al trabajador entre siete y diez días. Cursan como una gripe con fuertes dolores articulares, fiebre y en algunos casos también se presentan dolores de cabeza y trastornos gastrointestinales. Es habitual que los europeos la confundan en la fase inicial con una gripe común, lo que puede tener graves consecuencias. El plan de formación y la documentación informativa, debe insistir que la fiebre en ambiente tropical es siempre un síntoma muy grave que requiere de asistencia médica inmediata.
En algunos casos se pueden dar complicaciones, el dolor articular de la chincungunya puede persistir semanas, meses o hacerse crónico y el dengue puede derivar en una fiebre hemorrágica potencialmente mortal.
No existe vacuna y el tratamiento es sólo sintomático, hidratando, paliando el dolor y controlando la fiebre. En las zonas de dengue, en previsión de la versión hemorrágica debe evitarse el uso de aspirina y otros antiinflamatorios no esteroideos como el ibuprofeno. Se usará únicamente paracetamol.
La única vía de lucha eficaz es impedir las picaduras. Para ello, el trabajador evitará estar al aire libre al amanecer y al atardecer, dependiendo de la latitud el periodo de seguridad se puede extender hasta tres horas. Usará repelente de mosquitos a base de DEET con una concentración de al menos un cuarenta y cinco por ciento y deberá ser adiestrado en su correcto uso.
Nuestra responsabilidad como técnicos es formar al trabajador y modificar los procedimientos de trabajo. Por ejemplo: los intercambios de mercancías con el exterior se programarán en las horas centrales del día y se adaptarán los horarios de entrada y salida del trabajo para evitar las horas “calientes”.
También debemos establecer rutinas de saneamiento para que el mosquito no críe en los alrededores de la instalación. Eliminar el agua estancada, prestando especial atención a canalones de desagüe, tejados, macetas, basura y cualquier otro recipiente que ocasionalmente pueda recoger agua. Se realizarán dos desinsectaciones al año y todos los huecos practicables estarán protegidos por mallas y donde no estén indicadas se usarán cortinas.
Para finalizar el repaso, indicar que durante la selección del alojamiento del personal y en su caso de la ubicación de la instalación tropical, se evitarán los que se encuentren próximos a masas de agua o de zonas propicias para la reproducción del mosquito.
A estas alturas el lector ya habrá adivinado cual es la propuesta, es lo bueno de escribir para prevencionistas, pero como la recomendación debería extenderse a todos los ciudadanos que por motivos distintos a los laborales visiten países donde estas enfermedades son endémicas, será necesario explicitar la propuesta.
Sabiendo que el periodo máximo de incubación de la Fiebre amarilla es de seis días, el del Dengue es de 10 y el de la Chicunguya de doce se propone incluir en el protocolo de los trabajadores que retornan de zonas de riesgo, un periodo de cuarentena, equivalente al de incubación, en el que seguirán las mismas precauciones que si continuaran en la zona endémica.
Y por último una petición: Difunde este artículo o la propuesta que contiene por todos los medios que tengas a tu disposición. No te preocupes de los derechos de autor, es un caso de “prevención de riesgos ciudadana”.























