La mayor parte del consumo de caucho se satisface con caucho sintético
Con cerca del 10% de la producción del mercado, Bayer es el líder internacional del mercado de caucho sintético. Por ese motivo uno de sus responsables examina aquí la situación actual del mercado, augurando un futuro feliz y atribuyendo una especial relevancia al sector de los neumáticos.
Rudolf Casper
Responsable de la Sección de Investigación y Desarrollo de la División Caucho de Bayer AG
El caucho sintético es un plástico muy particular. Me refiero a sus propiedades elásticas, pero también al hecho de que en realidad el caucho no es tan artificial.
Al contrario que los polímeros, el caucho sintético siempre ha tenido un modelo en la naturaleza: el propio caucho natural, que a principios de siglo era la única materia elastomérica disponible y que aún hoy conserva una proporción de mercado relativamente constante, de cerca del 36%.
Sin embargo, la mayoría del consumo mundial de caucho, que en 1997 alcanzó los 16,7 MT, se satisface hoy en día con caucho sintético. Según los pronósticos de la Asociación Internacional de Productores de Caucho Sintético (IISRP), hasta el año 2002 este consumo mundial seguirá en aumento y superará la cifra de 18,6 MT, lo que corresponderá a un incremento anual del 2,3%.
Este crecimiento presenta grandes diferencias desde un punto de vista geográfico. Para el triángulo industrializado Europa occidental - América del Norte - Asia/Oceanía, que en 1997 consumió más de las tres cuartas partes del caucho mundial, el crecimiento anual esperado según la IISRP sólo alcanzará del 1,3 al 1,6%. Asia y Oceanía, con un consumo de 4,7 MT (sin incluir China ni a los otros países con comercio dirigido por el Estado) constituyen la región consumidora más importante del mundo y encabezan la lista con un 1,6%. Pero este valor también se halla por debajo del promedio pronosticado del 2,3%. El motivo son las cifras muy superiores que se han vaticinado para la Europa del este, Iberoamérica y China. Así, la demanda de caucho sintético ascendió el año pasado en China en un 12,1%, en Argentina incluso en un 15,4% y en toda la Europa del este en más del 6%. No obstante la cuota de mercado de estos países apenas supone un 20% del mercado mundial.
En 1997 se consumieron cerca de 6 MT de caucho sólido en las tres regiones centrales industrializadas mencionadas, correspondiendo casi el 70% de dicha cifra al sector automovilístico y de ésta, a su vez, cuatro quintas partes a la industria de neumáticos. Así, estos pronósticos de mercado para el caucho reflejan en buena medida las previsiones relativas al sector clave: la industria automovilística. Esta dependencia es mucho más característica para el caucho que para otros plásticos, cuyos campos de aplicación se destinan sólo en un 20% a los automóviles.
La creciente industrialización de alguna partes de Asia, particularmente china, y también en Sudamérica, abre nuevas perspectivas para el caucho. La industria del automóvil desempeña un papel fundamental. La estrecha relación del mercado del caucho con este sector, si bien a primea vista podría resultar perjudicial, conlleva una serie de ventajas: incluso en caso de que el crecimiento mundial de la producción de coches sea sólo moderado, la proporción de polímeros técnicos dentro del automóvil seguirá aumentando. Ello implicará una tendencia hacia el empleo de materiales cada más tecnológicos y elaborados a medida para cumplir requisitos específicos.
Al contrario de lo que sucede con otros polímeros técnicos, la venta de caucho para su utilización en la construcción de automóviles hace tiempo que ha dejado de depender de la producción de nuevos vehículos. Aunque esto pueda parecer en principio paradójico, se explica fácilmente: el motivo es la enorme importancia del mercado de neumáticos, que se desarrolla proporcionalmente al parque total de vehículos. La demanda de neumáticos de repuesto en el mercado americano es estadísticamente de 1,4 ruedas por año y vehículo, casi el doble de la demanda original de fabricación. En pocas palabras, también los coches viejos necesitan ruedas nuevas.
Simultáneamente, durante los tres últimos años las existencias en almacén de los grandes fabricantes de neumáticos, por ejemplo EE.UU., han descendido radicalmente. Aun teniendo en cuenta la creciente importancia de la forma de suministro ‘just in time’, a medio plazo podremos contar con una cierta demanda acumulada.



























