“La presión por reciclar los residuos de producción es creciente”

El reciclaje postconsumo lleva sometido a una fuerte presión en Europa desde hace unos dos años. Muchos de nuestros clientes en este ámbito están trasladando su producción a países más rentables o cerrando sus plantas después de 20 o 30 años de actividad. Este tipo de reciclaje requiere un tratamiento muy exigente del material: está contaminado, debe lavarse e incluso clasificarse, aunque proceda de una planta de selección. Todo ello implica un alto consumo energético y, por tanto, costes elevados en países como Alemania. A esto se suma la escasez de personal cualificado. Por último, hay que tener en cuenta la competencia de materiales reciclados baratos procedentes de Asia —sobre todo de China—, donde las condiciones de mercado son distintas: los costes laborales y energéticos son mucho más bajos.

Patrick Henzler, director de ventas de Weima Maschinenbau.

Sí, aquí la situación es completamente diferente. Pensemos en un fabricante de tuberías: genera residuos limpios de su propia producción. Este material no conlleva los altos costes del reciclaje postconsumo. Además, el control sobre la propia corriente de residuos es una gran ventaja. Es cierto que este sector se está desarrollando más lentamente en la actualidad, no por razones estructurales, sino por la debilidad de la economía global. Muchos proyectos se están posponiendo, pero no cancelando. Hay presión por reciclar los residuos de producción, en parte para evitar los costes de eliminación. A menudo, las empresas prefieren invertir en soluciones de reciclaje a asumir elevados costes logísticos cada mes. Para nosotros, como fabricantes de maquinaria, ambos ámbitos son muy importantes.

Es una tendencia real. Muchos clientes quieren adquirir todos los componentes de una nueva línea a un único proveedor. Quieren delegar la responsabilidad del buen funcionamiento a un integrador de sistemas. Pero eso también puede implicar compromisos, ya que no todas las máquinas del sistema serán necesariamente las mejores en su categoría. Nosotros no seguimos esa vía: preferimos mantenernos fieles a lo que sabemos hacer. Creemos que si se intenta abarcar todo, no se hace nada lo suficientemente bien. Conocemos nuestros productos, pero también estamos ampliando nuestra gama y desarrollándola. Por ejemplo, hemos adquirido una empresa que fabrica prensas deshidratadoras, usadas tradicionalmente en la industria alimentaria. Las hemos adaptado para su uso en túneles de lavado de coches. Al final del sistema, se sitúa una de nuestras clásicas trituradoras. Es una mejora clara de eficiencia.

Diseñamos nuestras máquinas para que el personal del cliente pueda operarlas y mantenerlas de forma eficiente. La palabra clave es facilidad de mantenimiento. Los clientes quieren realizar las tareas necesarias lo más rápido posible y apuestan cada vez más por la monitorización de las máquinas. El déficit de técnicos de mantenimiento es preocupante en toda Europa y seguirá aumentando. Por eso hemos desarrollado la herramienta WE.monitor, que detecta fallos y permite aplicar contramedidas automáticas, simplificando y optimizando el mantenimiento. Cuando un cliente invierte una suma considerable en una máquina, espera que esta reduzca al máximo su dependencia del personal.

Es una prioridad para nosotros como empresa. Por ejemplo, todos los tejados de nuestras naves de producción están equipados con paneles solares que nos permiten generar nuestra propia electricidad. En cuanto a los productos, nuestra aportación se basa en la eficiencia energética: nuestras máquinas consumen poca electricidad y procesan los materiales de forma que se conservan los recursos. Sin embargo, los requisitos europeos en reciclaje son muy estrictos y eso se traduce en costes elevados. Muchos competidores de fuera no tienen que enfrentarse a estas exigencias. En varios países, por ejemplo, el agua de un túnel de lavado se vierte directamente al río más cercano. Pero cuanto mayor es la concienciación sobre la sostenibilidad en estos países, más oportunidades hay para los fabricantes europeos de máquinas de posicionarse como referentes.

Somos optimistas y esperamos recibir numerosas consultas a pesar de los problemas en el sector postconsumo, que afectan tanto a Europa como a Estados Unidos. No debemos olvidar que los mercados asiáticos están en expansión. El mundo no es homogéneo y una empresa internacional como la nuestra tiene la ventaja de poder equilibrar su negocio entre diferentes regiones. También esperamos recibir nuevas solicitudes en el ámbito del reciclaje postindustrial. En general, es probable que haya menos acuerdos comerciales que en ediciones anteriores, pero muchas empresas solo están aplazando sus proyectos uno o dos años.