Legislar desde el criterio científico y no desde la ideología imperante
Luis Cediel, Director General de Anaip
16/09/2025Desde que se conoció el contenido del Reglamento Europeo de Envases y Residuos de Envases (PPWR), la asociación europea de Transformadores de Plásticos, EuPC, y las asociaciones nacionales como Anaip, estamos intentando que la Comisión Europea se replantee el artículo 29 de la norma −que establece objetivos de reutilización para los envases que se utilizan para el transporte de productos dentro de la UE en forma de palés, cajas de plástico plegables, cajas, bidones, etc− y que excluya de estos objetivos las opciones flexibles como el film y los flejes.
La industria entendió desde el primer momento la dificultad y los altos costes que supondría cambiar estos productos, que ofrecen las garantías de seguridad necesarias y son perfectamente reciclables, por otras alternativas que se puedan reutilizar. Pero ahora sabemos que el coste económico de la adaptación superaría los 4.900 millones de euros y las emisiones de CO2 se multiplicarían.
Estos datos se extraen de dos estudios que ha encargado EuPC a dos consultoras independientes especializadas en sostenibilidad (Ifeu, Institute for Energy and Environmental Research y RDC Environment) y que pueden consultarse en la página web de la asociación europea de transformadores de plásticos.
Luis Cediel, Director General de Anaip.
El estudio de RDC analiza los costes económicos de cambiar el film de paletizar que se utiliza mayoritariamente hoy en día, un film de un solo uso pero perfectamente reciclable y que incluye material reciclado que no solo protege los productos que se transportan, sino que se adapta a distintos tamaños de palés y permite armar y desarmar un palé tanto de forma automatizada como a mano. Los resultados son aplastantes en favor del film. Pero permitid que me centre en el estudio de Ifeu, que analiza el ciclo de vida de este producto en comparación con el de otras opciones reutilizables.
Los objetivos de reutilización que propone el Reglamento Europeo de Envases y Residuos de Envases serían comprensibles si, pese a su coste económico, la decisión ofreciera beneficios ambientales a largo plazo. Pero, una vez más, la evidencia muestra que no, que renunciar a la eficiencia de los plásticos para esta aplicación supondría un enorme aumento de las emisiones de CO2.
El estudio analiza el rendimiento medioambiental de cinco sistemas de embalaje de un solo uso (film estirable de plástico, funda estirable, funda retráctil, funda estirable de papel y caja de cartón monouso) y tres reutilizables (cajas de plástico con y sin tapa, funda de PET reutilizable y caja de cartón reutilizable).
Los autores han analizado distintas aplicaciones que plantean retos diferentes para el embalaje de transporte, como mercancías muy ligeras, pero de gran tamaño, o mercancías pesadas y compactas, así como mercancías muy frágiles (como las botellas de vidrio). No ha sido posible utilizar todas las alternativas al film plástico para todas las aplicaciones debido, por ejemplo, a la estabilidad de los palés, a los requisitos de higiene o a la protección contra la humedad y la intemperie.
Los resultados muestran que, en todos los campos de aplicación examinados, los embalajes de plástico para palés de un solo uso presentan ventajas sobre los embalajes de transporte reutilizables. Por ejemplo, sustituir el film estirable por la funda reutilizable aumentará las emisiones de gases de efecto invernadero en un 470% y el uso de una de las cajas de plástico, en un 1750%. En los ejemplos con botellas de agua y refrescos carbonatados, las diferencias son ligeramente menores: cambiar a la funda reutilizable aumentará las emisiones de gases de efecto invernadero en un 31% y un 46%, respectivamente, y el uso de la caja de plástico supone un aumento del 620%.
Estos datos corroboran las dudas que teníamos desde la industria de los beneficios medioambientales que tendría este artículo del Reglamento Europeo de Envases y Residuos de Envases. Y corroboran también lo que siempre hemos defendido desde el sector de los plásticos: que las decisiones legislativas deben basarse en la evidencia científica y que cualquier elección de un material sobre otro o de un producto monouso frente a otro reutilizable debe estar basado en los resultados del análisis del ciclo de vida completo de los productos.
Solo así podremos poner la innovación de la industria al servicio de la sostenibilidad real. Y solo así tomaremos decisiones a largo plazo, que no dependan de la ideología imperante en cada momento, sino del criterio científico y de los datos que lo sustentan.



























