Entrevista a Alejandro Montenegro, Director de Rinco Ultrasonics en España y Portugal
¿Cuáles son sus predicciones respecto al desarrollo y la evolución de la industria del plástico en el transcurso del presente año?
Este año se perfila como un ejercicio de consolidación más que de expansión. Aunque hay señales de recuperación tras la inestabilidad en la cadena de suministro y el alza de los costes energéticos, el sector sigue enfrentando presiones que condicionan su evolución. Por un lado, el aumento de las exigencias medioambientales —normativas y sociales— impulsa cambios en materiales y procesos que afectan tanto a la producción como a la transformación, al reciclado y a la trazabilidad de los plásticos. La demanda de materiales reciclables y el uso de reciclado posconsumo han crecido, pero persisten barreras técnicas y económicas. En sectores como la automoción, la situación es compleja: aunque el vehículo eléctrico debería favorecer el uso de plásticos técnicos, la desaceleración de las matriculaciones y la prudencia inversora están ralentizando muchos proyectos.
Las previsiones de crecimiento en Europa son moderadas, y se suma una presión competitiva creciente que obliga a diferenciarse mediante innovación, calidad de proceso y soporte técnico especializado. La digitalización sigue siendo clave, aunque con un grado de implantación desigual: las grandes compañías ya aplican estándares de Industria 4.0, mientras que otras avanzan más lentamente. En resumen, será un año de ajustes, donde eficiencia, sostenibilidad y adaptación marcarán la diferencia. No se prevé un crecimiento fuerte, pero sí una consolidación para quienes apuesten por el largo plazo.
¿A qué retos y oportunidades se enfrenta el sector a corto plazo?
El sector del plástico en Europa enfrenta retos como la caída reciente de la producción, la pérdida de cuota frente a Asia y EE. UU. y una normativa medioambiental cada vez más exigente. El encarecimiento de la energía y la falta de personal cualificado complican aún más el escenario.
Sin embargo, se abren también oportunidades claras. La legislación europea establece marcos sólidos para impulsar el reciclaje y la economía circular, con cuotas crecientes de contenido reciclado obligatorio y nuevas tecnologías de reciclaje químico en desarrollo, que están creando nuevos nichos de negocio.
La digitalización y la proximidad industrial se consolidan como ventajas competitivas que permiten mejorar la eficiencia y la capacidad de respuesta frente a la competencia global. Las empresas que apuesten por la innovación tecnológica, la eficiencia energética y la adaptación ágil estarán mejor posicionadas.
En un mercado tan competitivo, ¿cuál es su valor añadido?
Nuestro valor añadido radica en la combinación de una presencia global en más de 40 países con un soporte local especializado, que nos permite responder con rapidez a las necesidades de cada cliente.
Ofrecemos soluciones tecnológicas avanzadas, como nuestra nueva generación de prensas eléctricas para soldadura por ultrasonidos, con control de proceso preciso y fiable, y nuestros generadores de integración para maquinaria especial y OEM, concebidos para las aplicaciones más exigentes.
En la filial española, contamos con un servicio integral: ingeniería propia, laboratorio de aplicaciones, fabricación de utillajes a medida y un servicio técnico robusto, tanto presencial como remoto. Este último es uno de nuestros pilares fundamentales: entendemos que la continuidad productiva de nuestros clientes no admite demoras, por lo que ofrecemos un soporte ágil, eficaz y cercano.
Estamos convencidos de que la combinación de innovación, acompañamiento local y experiencia técnica es lo que realmente marca la diferencia. Y esta es la base de nuestro compromiso diario.



























