La industria española de plásticos denuncia las dificultades que crea el impuesto español a los envases plásticos no reutilizables, único en toda la UE
La Asociación Nacional de Industriales de Plásticos (Anaip) alerta sobre las graves complicaciones que afronta el sector español de transformación de plásticos para aplicar correctamente “el impuesto a los envases plásticos no reutilizables” tras más de dos años desde su entrada en vigor. Una encuesta realizada por la asociación reveló que “casi el 70% de las empresas del sector tienen dificultades para saber si sus productos están afectados por este tributo”, lo que demuestra la falta de claridad normativa y genera inseguridad jurídica en un contexto donde el 98% de las más de 3.000 empresas del sector son pymes y micropymes.
El director general de Anaip, Luis Cediel, denunció que “desde Anaip llevamos tiempo alertando de las graves consecuencias que está teniendo este impuesto para nuestras empresas. No solo estamos ante una carga fiscal desproporcionada y mal diseñada, sino que además se ha implantado sin la mínima armonización a nivel europeo, lo que nos coloca en clara desventaja competitiva frente a otros países”.
Caos operativo en pymes por falta de recursos especializados
La encuesta de Anaip evidenció que muchas compañías “carecen de los recursos técnicos y humanos necesarios para hacer frente a estas exigencias fiscales”. La asociación lamentó que “la falta de previsión y acompañamiento institucional en la implementación del impuesto ha derivado en una situación de caos operativo”, especialmente entre las pequeñas y medianas empresas que han tenido “serias dificultades para contratar especialistas en el impuesto”, señalan fuentes de Anaip en una nota de prensa.
Esta problemática supuso “una carga añadida en términos de tiempo, costes y esfuerzo organizativo“para empresas que ya enfrentan un marco fiscal complejo. El impacto económico resultó significativo, ya que”el 69% de las compañías prevé abonar más de 30.000 euros a Hacienda en el ejercicio fiscal de 2025”, una cifra que impacta directamente en la cuenta de resultados empresariales.
Desventaja competitiva frente al resto de Europa
El impuesto español a los envases plásticos no reutilizables, “aplicado únicamente en España”, está generando “una grave pérdida de competitividad para la industria nacional en el contexto europeo”. Mientras los fabricantes españoles deben asumir “un sobrecoste fiscal directo que puede representar hasta un 30% del precio del producto”, sus competidores del resto de la Unión Europea no se enfrentan a esta carga impositiva.
La desigualdad se agrava cuando “las exportaciones se realizan bajo condiciones en las que el transporte es gestionado por el cliente”, ya que en estos casos “la Agencia Tributaria no permite la devolución del impuesto”, incluso presentando la documentación aduanera que justifica la salida del producto del país.
La sobrecarga administrativa limita la innovación empresarial
A este marco fiscal perjudicial se suman “horas de trabajo administrativo invertidas en la cumplimentación de declaraciones”, así como “la necesidad de realizar inversiones para adaptar los sistemas informáticos a las exigencias del tributo”. Esta burocracia adicional no solo genera costes, sino que resta tiempo y recursos a la actividad industrial, “limitando la capacidad de las empresas españolas para innovar, competir o expandirse en mercados internacionales”.
En algunos casos se detectaron “posibles inconsistencias en la documentación relativa a los porcentajes de material reciclado”, lo que podría estar generando “un trato desigual frente a los fabricantes nacionales que cumplen rigurosamente con la normativa”. Esta situación pone de relieve la importancia de establecer criterios claros y verificables para los certificados que justifican las exenciones fiscales.
Impacto económico ya evidente en el sector
El director general de Anaip, Luis Cediel, enfatizó que las empresas están asumiendo “costes enormes, tanto económicos como administrativos”, y advirtió que “lo más preocupante es que muchas pymes no pueden hacer frente a esta situación por falta de recursos técnicos y humanos”.
El impacto económico ya se hizo evidente: “cuatro de cada diez empresas del sector han asumido un gasto superior a los 50.000 euros desde 2023 como consecuencia del impuesto”. En cuanto a los subsectores más afectados, “el 67% de las compañías impactadas pertenecen al ámbito de los envases y embalajes”, seguidas por las del sector de la construcción (12%), agricultura (6%) y el químico y de fabricación de polímeros (15%).
La situación descrita por Anaip evidencia cómo una medida fiscal única en el ámbito europeo está generando distorsiones competitivas significativas para la industria española de transformación de plásticos, afectando especialmente a las pymes que representan la mayoría del tejido empresarial del sector.
