L’Illa Diagonal, el gigante tumbado
29 de abril de 2010
El complejo de L’Illa Diagonal se levanta sobre 56.000 metros cuadrados de terrero urbano y cuenta con cuatro plantas de parking, una planta dedicada a instalaciones y logística con capacidad para descargar 250 vehículos al mismo tiempo, tres plantas comerciales, y hasta nueve plantas más de oficinas en sus siete módulos verticales. Además de un gran centro comercial con más de 170 tiendas y restaurantes, las instalaciones del complejo L’Illa Diagonal incluyen en su recinto dos hoteles de cuatro estrellas, dos colegios, un polideportivo, una discoteca y sala de conciertos, un centro de convenciones, un parque público, y un parking con capacidad para más de 2.400 vehículos. El edificio principal de L’Illa es uno de los centros de negocios y comerciales más grandes de Barcelona. En este edificio se halla un centro comercial de 42.000 metros cuadrados, uno de los hoteles de cuatro estrellas, 48.000 metros cuadrados de oficinas. Cuenta con una fachada de 334 metros y su forma de rascacielos tumbado está inspirado en el Rockefeller Center de Nueva York. Su altura va entre los 40 y los 60 metros en sus extremos y 30 metros en la parte media.
El criterio de racionalidad domina todo el conjunto de los edificios que forman L’Illa. La construcción más carismática es el centro comercial, que recoge los elementos de la repetición y de la racionalidad, características de los rascacielos y de los edificios de gran altura. Este concepto se aplica pero horizontalmente, más de acuerdo con el contexto urbano que lo rodea. El proyecto ofrece, en conjunto, un aspecto de gran calidad. Como materiales de construcción se utilizaron el travertino romano y el granito africano en el cerramiento de los muros del perímetro. Estos materiales se combinan con el acero y el cristal para servir de contraste y remarcar las distintas escalas de percepción de la extensa fachada de la Diagonal.
Un proyecto unitario
A finales de los ochenta, el conjunto de terrenos de L’Illa pertenecían a la empresa Winterthur y al Grupo Sanahuja. Can Rosés —convertido en la escuela pública Itaca—, el convento de los carmelitas —ahora, escuela de Santa Teresa de Lisieux—, los restos abandonados del antiguo hospital de Sant Joan de Déu, la sala de fiestas Bikini, la torre Piferrer y la casa Macians o Perelló, entre otras casas de menor entidad, estaban a punto de ser derruidas para poder construir el conjunto del proyecto. La magnitud del espacio y el impacto urbano que supondría la construcción del conjunto llevó a sus propietarios a hacer una consulta internacional de ideas siguiendo el consejo del Ayuntamiento de Barcelona. Se deseaba un proyecto unitario. Los intereses privados tenían que conciliarse con las necesidades municipales respecto a la ordenación viaria, creación de espacios libres y equipamientos para el barrio. Se trataba de sentar las bases para un futuro Plan Especial. En diciembre de 1986 el Área de Urbanismo del Ayuntamiento y los propietarios acordaron encargar la redacción de este Plan Especial al equipo dirigido por los arquitectos Manuel de Solà-Morales y Rafael Moneo. El proyecto comportó la construcción de un hotel, un centro de convenciones, un nueva sala de fiestas Bikini, un parque público, aparcamientos subterráneos, un polideportivo, un gran centro comercial y de oficinas, además de nuevos edificios para la Escuela Itaca y la Escuela de Santa Teresa de Lisieux. Se restauró el edificio principal de Can Rosés, reformándolo interiormente par acoger la Biblioteca Popular del barrio. También se abrieron dos nuevas calles.
El 1 de diciembre de 1993 se inauguró oficialmente el complejo. De entre los seis centros comerciales y de oficinas que se habían previsto abrir en Barcelona en la década de los noventa, el complejo de L’Illa Diagonal fue el primero en inaugurarse y se convirtió en un referente en la concepción de este tipo de espacio. A finales de noviembre de 2006 L’Illa amplió su superficie en 4.000 metros cuadrados, abriendo 17 nuevas tiendas y un nuevo hotel de 308 habitaciones. Además, esta ampliación permitió crear una nueva entrada peatonal al recinto por la calle Deu i Mata.
La mayor operación de 2008
La consultora internacional Savills asesoró a AXA en la venta de la antigua sede de Winterthur en Barcelona. El inmueble, con una superficie de 18.400 metros cuadrados, 1.000 empleados y ubicado en L’Illa, se vendió por cerca de 90 millones de euros a una familia inversora local.
La venta de la sede de Winterthur se enmarcó dentro de la estrategia de Axa, compañía aseguradora francesa, de optimizar sus activos inmobiliarios y no ocupar edificios en propiedad. Sin embargo, tras la venta, la aseguradora mantuvo estas oficinas mediante un ‘lease back’. La transacción se convirtió en la principal operación inmobiliaria del año en el mercado de oficinas de Barcelona, y situó en casi 5.000 euros el metro cuadrado en esta céntrica zona de la capital catalana. En palabras de Eusebi Carles, director general de la oficina de Savills en Barcelona, esta operación “para Savills supuso alcanzar la principal y mayor operación del año 2008 de inversión en el mercado de oficinas de Barcelona”. Para Carles, “L’Illa Diagonal es el complejo inmobiliario más emblemático de Barcelona, ubicado el corazón de la zona ‘prime’ de Barcelona”. Para el director general de la oficina de Savills Barcelona además es “el mejor centro comercial de Barcelona (mayores rentas, operadores de las mejores marcas y mayor afluencia de visitantes al año). Goza de una demanda constante y una disponibilidad baja tanto en las oficinas como en los locales comerciales”.



