Transformados Metálicos Prado entrega dos naves para la factoría CAF en Beasain (Guipúzcoa)

Las estructuras metálicas de Prado han sido la opción elegida por Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles, S.A. (CAF) para la última ampliación de sus instalaciones en Beasain (Guipúzcoa), donde se encuentra la sede social de la empresa.

Se trata de dos proyectos distintos: una nave-almacén para estanterías inteligentes de 7.000 m² y una nave de pruebas para unidades de trenes de 5.000 m². Ambas se caracterizan por sus grandes luces diáfanas y su gran capacidad y el presupuesto de cada uno de ellas es de 1.500.000 euros.

Diseño personalizado, rapidez y seguridad en el montaje

Para el responsable de mantenimiento de CAF: “La calidad, el precio y la rapidez de ejecución han sido los factores determinantes a la hora de elegir a Prado para la realización de estas dos naves que, por su gran envergadura, requerían además de condiciones especiales de construcción.” En los últimos años Prado ha suministrado distintas soluciones estructurales para las plantas de CAF, tanto en Beasain como en Zaragoza, ejecutando un total de seis naves de superficies variadas, dedicadas fundamentalmente a la fabricación de material rodante.
Las ventajas que ofrece el Sistema Prado son conocidas: la resistencia y funcionalidad de las estructuras metálicas junto a cortos plazos de entrega acompañados de un servicio integral de diseño, fabricación y montaje de la nave. Todo ello convierte a este tipo de naves en la mejor alternativa para sectores como el logístico o el industrial. Según confirma el propio el responsable de mantenimiento de CAF, “las estructuras que utiliza Prado son ligeras, cómodas de construir ya que se levantan con facilidad. Para los grandes volúmenes y tamaños que necesita nuestra actividad son las más idóneas”.

Dos necesidades, dos proyectos diferentes

La nave-almacén tiene una extensión total de 7.000 m2 y luces de hasta 27 m. Su finalidad exigía dotar a la estructura de una gran capacidad a través de una considerable altura y una disposición idónea de columnas que permitiera conseguir el espacio diáfano necesario para el desarrollo de la actividad. La solución diseñada, y completada en apenas cinco meses, se ha basado en los modelos de Prado “ER” y “ER2” adosados. Cuenta con columnas rectas empotradas y forma una cubierta a tres aguas, con dos pilares intermedios y un voladizo en un frontal de 7 m de vuelo y 17,9 m de longitud. Además, la estructura de esta nave está prevista para soportar un puente grúa de 10 t, con un ancho de 17,9 m y un recorrido longitudinal de 91,3 m.
En cuanto a la nave de pruebas, corresponde al modelo “LF” de vigas horizontales apoyadas en columnas existentes, con pendientes en sentido longitudinal. La altura al alero es de 13,97 y 12,85 m. En este caso, al tratarse de una ampliación, la obra ha exigido unas condiciones especiales de montaje. “El objeto de esta instalación era ampliar una nave ya existente para desarrollar dos nuevas líneas de producción. Para ello era necesario construir sin paralizar nuestra actividad productiva y con todas las garantías de seguridad. Sabemos por experiencia que Prado mima mucho las condiciones de seguridad y aplica la norma con todo rigor, lo que en este caso era fundamental. Además, en el proceso de construcción se han adaptado y coordinado perfectamente a nuestros tiempos, sin interrumpir en ningún momento el trabajo”.

Características técnicas de los dos proyectos

Ambas naves comparten las especificaciones técnicas relativas a las estructuras, los arriostramientos y los cerramientos de cubierta y difieren en los cerramientos laterales. La nave almacén, con 66,17 m de anchura y 98,48 m de longitud, cuenta con una superficie de cubierta de 6.515 m² e incluye un conjunto de vigas carril formado por 182 m de viga para un puente grúa de 10 t. La nave de pruebas mide 29,39 m de ancho por 156,18 m de largo y tiene una superficie de cubierta de 4.591 m².
Las estructuras primarias están formadas por pórticos armados en doble T de sección variable atornillados en montaje, mientras las secundarias se componen por correas de perfil en Z, fabricadas en acero galvanizado, junto a otros elementos como postes, angulares, etc.
Los arriostramientos verticales de fachadas, que dotan de resistencia y rigidez a la estructura, se han resuelto con cruces de San Andrés, formadas por barras de acero de alta resistencia calibrado y zincado y roscadas en los extremos. Los cerramientos de cubierta por su parte son de tipo sándwich montado in situ. Están compuestos de chapa exterior galvanizada prelacada de 0,6 mm de espesor y chapa interior de 0,5 mm y aislamiento tipo IBR de fibra de vidrio de 80 mm de espesor. El porcentaje de translúcidos es del 9% en la nave almacén y del 10% en la nave de pruebas, y están formados por doble placa acrílica.
Asimismo, los cerramientos laterales de la nave almacén van colocados a partir de un muro de obra civil de 3 m de altura, excepto las paredes medianeras con la nave existente y las oficinas, y son de tipo panel prefabricado, con núcleo aislante de poliuretano de 50 mm de espesor, entre chapas galvanizadas prelacadas de 0,5 mm de espesor.
En la nave de pruebas van colocados a partir de la cota de solera, excepto en la pared medianera con la nave existente. Están compuestos de chapa exterior galvanizada prelacada de 0,6 mm de espesor, colocada en disposición horizontal, con aislamiento exterior tipo VFA de fibra de vidrio de 80 mm.

Por último, en ambas naves la estructura no galvanizada se suministra con una mano de pintura de imprimación, aplicada después de un proceso de granallado y una vez montada esta estructura se ha aplicado también un esmalte sintético de base alcídica durante el proceso de acabado en obra.