Los profesionales del sector de la náutica recreativa valoran la evolución y tendencias de la categoría de hélices
John McK Blundell, propietario y fundador de Kiwiprops
“Según nuestro punto de vista, en los últimos años hemos observado una caída de la demanda de hélices para yates de vela. Aun así, los inevitables problemas de corrosión que provoca el agua salada hacen que siempre haya un mercado de hélices de recambio para las embarcaciones más antiguas. En cuanto a los materiales, dudamos de que haya habido algún cambio significativo, ya que prácticamente todas las hélices siguen utilizando bronce de níquel y aluminio con la etiqueta AB2, como el material más adecuado para la fabricación de hélices, porque es relativamente fácil de fundir y mecanizar y tiene fuertes propiedades anticorrosivas.
Si hablamos de retos, optimizar una hélice concreta para una embarcación concreta sigue siendo un desafío para los fabricantes, dada la gran variedad que existe entre las distintas embarcaciones en términos de desplazamiento, coeficiente prismático, eslora, carga de la embarcación, resistencia al viento y, lo que es más importante, ángulo del eje. El diámetro, la superficie de las palas, el número de palas, el paso y la revoluciones por minuto son variables fundamentales a la hora de dimensionar una hélice óptima”.
Diego Sánchez, director del área de Servicio Posventa de Touron
“En los últimos años, hemos observado una creciente demanda de hélices que ofrezcan un rendimiento óptimo y una mayor eficiencia en el consumo de combustible. Los navegantes buscan cada vez más personalizar sus embarcaciones para adaptarlas a usos concretos: pesca, navegación de recreo, deportes acuáticos o largas travesías. Además, el aumento de la conciencia medioambiental ha llevado a los usuarios a optar por soluciones que maximicen la eficiencia energética y minimicen las emisiones, sin comprometer el rendimiento. En cuanto a los materiales, aunque el aluminio sigue siendo una opción popular por su ligereza y coste, el acero inoxidable se impone en aplicaciones donde el rendimiento y la fiabilidad son prioritarios.
Como tendencia de futuro, esperamos una evolución hacia hélices cada vez más integradas con sistemas de control inteligentes. También anticipamos un crecimiento en el desarrollo de hélices específicas para embarcaciones eléctricas e híbridas, así como una mayor especialización por tipo de uso. Las hélices del futuro deberán combinar eficiencia energética, durabilidad y precisión, adaptándose al estilo de navegación del usuario”.
Andrei Pilu, director de Vetus España & Portugal
“En los últimos años, la demanda de hélices de propulsión para motores intraborda ha tenido un crecimiento muy conservador dentro del sector de la náutica recreativa. Esto se debe principalmente a una tendencia clara y sostenida hacia el uso de motores fueraborda. Entre los factores que explican este cambio están la preferencia del mercado por soluciones más sencillas y versátiles, y el auge de nuevas tecnologías de propulsión, como los sistemas híbridos y eléctricos. Como resultado, aunque sigue existiendo una base sólida para hélices intraborda, su evolución es mucho más contenida frente al dinamismo del segmento fueraborda y las nuevas alternativas tecnológicas.
De cara a los próximos años, muy probablemente la evolución de las hélices estará muy ligada a la electrificación, que exigen diseños más eficientes a bajas revoluciones. También veremos una mayor integración con sistemas de control inteligentes y una apuesta clara por materiales más sostenibles. La personalización mediante herramientas digitales y simulación permitirá afinar aún más el rendimiento según cada aplicación”.
Manuel Giovanini, marine service area manager de Yamaha
“La hélice es el elemento encargado de transmitir la potencia del motor al agua para dar empuje a toda embarcación. Dada su función, es un elemento al que se le pone mucha atención a la hora de su diseño. En motores fueraborda, se utilizan principalmente dos materiales para la fabricación, aluminio para motores de hasta 150HP e inoxidable para motores más grandes.
El diámetro y las formas de las palas y el paso están pensados para generar el máximo empuje con la mayor eficiencia posible. Respecto a este último punto, colaboramos con Sharrow marine en el diseño de unas hélices que se destacan por tener iguales o mejores prestaciones que el diseño de hélice convencional pero que mejoran en sobremanera el rendimiento al disminuir considerablemente el consumo de combustible”.
Juan José Arnilla, responsable técnico de Estupenda Náutica
“La demanda ha evolucionado hacia hélices más eficientes, personalizadas y respetuosas con el medio ambiente. El auge de los motores eléctricos, la búsqueda de reducción de consumo y emisiones, y el incremento de la navegación a motor en zonas protegidas son factores clave.
En la actualidad, están surgiendo hélices con diseño asistido por software CFD, hélices impresas en 3D y el uso de materiales como compuestos de carbono o aleaciones marinas más ligeras. Todo apunta a una tendencia hacia hélices más silenciosas, más precisas y más sostenibles”.
Víctor Fernández, director comercial de Marine Point
“Vivimos en un modelo de consumo cada vez más insostenible, marcado por una carrera por el precio más bajo sin atender a la trazabilidad, la calidad o el impacto medioambiental. Mientras en Europa nos regimos por una regulación estricta y un elevado nivel de control, en otras regiones —como Asia— asistimos a la distribución directa desde fábrica al consumidor final, sin garantías, sin certificaciones, y en muchos casos, sin conocer las condiciones laborales de quienes fabrican esos productos.
Este fenómeno ha llegado también al sector náutico. Por primera vez, observo cómo algunos usuarios se sienten cómodos adquiriendo componentes a través de plataformas asiáticas sin preocuparse por su calidad ni procedencia. Lo justifican con el argumento de que ‘es barato’ y, por tanto, prescindible o fácilmente reemplazable. Sin embargo, este enfoque no solo es insostenible desde el punto de vista ambiental, sino que supone un riesgo real para las embarcaciones y las personas a bordo”.
Gonzalo Davo, patrón profesional responsable de ventas de AD Náutica Denia (Grupo Mundo Marino)
“La hélice es uno de los componentes más importantes en cualquier barco de recreo, aunque muchas veces se le presta menos atención de la que merece. Elegir una hélice inadecuada puede derivar en cavitación, vibraciones, pérdida de velocidad, sobreconsumo de combustible e incluso acortar la vida útil del motor. Cada embarcación tiene unas características que deben tenerse en cuenta para una elección correcta: la eslora, el tipo de casco, el peso, la potencia instalada y el uso previsto (paseo, pesca, travesía, transporte de pasajeros, etc.). De esta manera, encontramos en el mercado diferentes tipos de hélices y diferentes tipos de materiales. Además, es imprescindible cuidar el tratamiento de la hélice, aplicando un antifouling específico para metales.
Desde el sector, recomendamos siempre consultar con un distribuidor náutico de confianza. Un buen profesional evaluará la embarcación, comprobará si el motor trabaja en su régimen óptimo de revoluciones y propondrá la hélice adecuada para mejorar el rendimiento y alargar la vida del sistema de propulsión”.
Guillermo Alonso, gerente de Proborda
“Con las hélices, lo que vemos es que muchos clientes llegan buscando directamente una mejora en el rendimiento del barco. Ya sea porque notan que el motor no rinde de forma adecuada, que el consumo se ha disparado o que la embarcación no alcanza la velocidad que debería, cada vez son más conscientes de que una hélice adecuada marca la diferencia. A veces vienen con una referencia antigua y quieren sustituirla, pero otras simplemente buscan una opción que se adapte mejor a su tipo de navegación. Aquí es clave entender bien el uso que dan al barco y orientarles con lógica para que acierten”.








