“Lo que más me apasiona es ver que está mejorando la calidad de la peluquería comercial”

Noelia Comellas es peluquera canina profesional desde 1997. Reconocida por sus trabajos comerciales en multitud de razas y haciendo de su pasión su profesión, ha ganado varios premios tanto en exposiciones como en campeonatos. Hablamos con ella sobre el sector en general y sobre la formación en estilismo canino en particular, y sobre su experiencia personal en torno a la dirección de su centro, El món del gos (Girona).

Llevo ejerciendo de peluquera canina desde que tengo 16 años. Mi primer contacto fue en una tienda de mascotas, donde entré como dependienta. Desde ese momento y hasta día de hoy, siempre he estado en el sector de la peluquería canina. Doy las gracias a Josep Costa por ofrecerme la oportunidad de formarme en Barcelona con Mari Cruz Paco, en 1997.

Trabajé en tres centros más durante 11 años hasta que en el 2007 pude abrir las puertas de mi salón El món del gos, en Girona. En la actualidad somos Centro Artero International Academy y estamos considerados como uno de los centros de peluquería canina de alto rendimiento.

A día de hoy soy embajadora de Artero Pet Care y, antes de ser mamá, tambien fui handler, presentando dogos alemanes y podencos, entre otros, y participé en varios campeonatos de peluquería canina. Ahora llevo un par de años retomando de nuevo la competición.

En mi opinión, claramente sí. La peluquería canina está en pleno crecimiento. Por suerte, la gente va siendo cada vez más consciente de que nuestras mascotas son un miembro más de la familia. Tenemos a nuestro alcance mucha más información valiosa y conocimientos en redes sociales, por ejemplo, sobre peluquería canina, alimentación, salud y bienestar, tanto para ellos como para nosotros.

Sobre todo ser constante en lo que haces y focalizar tu camino. Una de las grandes claves es querer estar en formación y evolucionar continuamente, porque lo más bonito de esta profesión es que nadie te va a poner límites ni de conocimiento ni en cuanto a crecimiento profesional, y eso pasa en muy pocos oficios.

Otro punto a tener en cuenta, sobre todo si tienes tu propio negocio, es saber gestionarlo correctamente a nivel empresarial. Tener un negocio de peluquería canina no significa solamente saber hacer una buena técnica de corte en una raza, también hay que saber llevar cuentas, con los costes y beneficios por servicio correspondientes, entre otros y, en nuestro caso, también es importante saber llevar un equipo, y optimizar tiempos y recursos.

Tener un buen carácter y saber estar de cara al público serían otros factores a destacar -y más si disponemos (como nosotros) de tienda fisica, con alimentacion y complementos- para poder asesorar al cliente debidamente.

Y otro detalle que a mi me sirvió muchísimo fue tener nociones de auxiliar veterinario (a mi me sirvió mucho haber estudiado auxiliar de clínica y haber trabajado en el Hospital Santa Caterina), sobre todo en los inicios.

La formación presencial es fundamental y yo creo que crucial en el aprendizaje. Los cursos que se están haciendo ahora suelen tener entre 250 y 400 horas, que al final son muy pocas. En mi opinión, se necesitan años para aprender bien este oficio y creo que es muy importante ser constante e instalarse en el reciclaje presencial.

También es importante que los alumnos vean, en un entorno práctico, cómo funciona una peluquería canina en la vida real. Esto es, cómo funcionan la atención al cliente, la gestión de personal y la organización de equipo. Todo esto también forma parte de la formación práctica.

La formación on-line es buena, pero siempre y cuando se tenga ya una correcta base y un buen rodaje profesional para poder aprovechar todo su contenido. Por otro lado, es una pasada para un peluquero tener la oportunidad de conocer (otras) técnicas que se aplican en otros países en un solo click.

Lamentablemente, yo no tuve la oportunidad de formarme fuera de mi país debido a que, desde muy joven, ya me centré en hacer crecer mi negocio. Me hubiese gustado experimentarlo, pero sí que he podido disfrutar de excelentes maestros groomers e incluso de alumnos de otros países en mi centro de formación, y eso siempre es enriquecedor.

Sí que hay algunas diferencias, pero la base de la peluquería canina no deja de ser la misma. No obstante, los arreglos y la visión general de algunas razas son un poco diferentes como ocurre, por ejemplo, con el perro de aguas. Siempre va bien aprender de todo un poco, porque el saber no ocupa espacio.

En los últimos años, la demanda de servicios de peluquería canina ha experimentado cambios significativos. Los propietarios de mascotas son cada vez más conscientes de la importancia del cuidado y de la apariencia de sus perros, lo que ha provocado que estos servicios se hayan diversificado, ofreciendo a su vez una amplia variedad de opciones y gustos.

Los cortes teddy o asian style, y los trabajos de stripping o, por ejemplo, en perros de aguas, tanto rizos como acordonados, se han multiplicado en nuestro salón, añadido a los servicios de mantenimiento y dermatológicos que ofrecemos. En general, se ha observado una mayor importancia atribuida al cuidado del pelaje y a la estética canina y, sinceramente, lo que más me apasiona es ver que está mejorando la calidad de la peluquería comercial.

Me gusta muchísimo aprender y evolucionar. Me fijo mucho en los peluqueros a los que admiro y en todos sus trabajos, tanto en redes sociales como acudiendo, cuando tengo la oportunidad, a seminarios y a competiciones para verlos en directo. También me gusta estar atenta a los lanzamientos de nuevos productos para poder testearlos y probarlos en profundidad. En definitiva, me gusta estar a la última y compartir conocimientos con amistades y apasionados de la profesión.

Por suerte, no tengo muchos clientes con carácter complicado. Siempre intentamos tener un ambiente en el que tanto clientes como mascotas se sientan cómodos y relajados, porque realmente eso nos facilitará nuestro trabajo y nos ayudará a poder ofrecer lo mejor de nosotros, pero siempre hay alguno de esos días 'difíciles' en los que no queda otra que transmitir toda nuestra calma y tranquilidad para poder ejercer nuestra profesión con mucho amor, que es lo único que nos piden nuestras mascotas.

Sí. En la actualidad, los propietarios están pendientes de muchos inputs, como por ejemplo de las redes sociales. Muchos nos piden una foto. A veces es complicado, porque nuestra principal función es la peluquería canina, y no la fotografía, pero bueno, en este aspecto hacemos lo que buenamente podemos. Personalmente, todos estos estímulos me encantan, y hacen que mis clientes sean exigentes, lo que repercute en que yo tengo que estar en una continua evolución para dar lo mejor de mí misma y, para mí, eso es un reto que me apasiona.

Noelia Comellas, galardonada como mejor “Social Media Groomer de España 2023” en la pasada edición de las Jornadas Artero.

Para mí, las redes sociales son fundamentales e imprescindibles en mi negocio, me encanta estar activa. Dedicamos varias horas al día a Instagram, que es el perfil por el que más hemos apostado. Poder transmitir nuestra pasión por esta profesión a tantos países lejanos es algo que me cautiva. El hecho de poder ayudar a otros peluqueros con nuestros conocimientos, aportando nuestro granito de arena a su formación es algo enriquecedor, igual que poder aprender y conectar con profesionales que están a más de 10 horas de vuelo, u organizar eventos o seminarios on-line, y todo al alcance de nuestra mano. Eso es lo mejor que tienen las redes sociales.

A un peluquero que empieza ahora le diría que tenga paciencia, que nunca deje de formarse y que, con tiempo, todo llega; que centre todos sus esfuerzos en aquello que se le de mejor y que profundice en ese talento hasta que le apasione otra técnica o raza. Esa es la mejor forma de ir evolucionando pero, sobre todo, le diría que nunca se rinda, que se apoye en la gente a la que admire y que se quede con todo lo bueno de esos fantásticos groomers que se crucen en su camino. Al final, sin darse cuenta y disfrutando de este largo camino, verá cómo en poco tiempo consigue un estilo propio, con un sello de identidad, lo que le hará único y diferente a los demás. Eso es lo más bonito que nos deja esta maravillosa profesión.

He cumplido en poco tiempo muchos de mis sueños pero poder hacer algún seminario o evento internacional, o ganar alguna competición en concreto, creo que todavía me pica el gusanillo.