Las herramientas manuales también entrañan riesgo
17 de noviembre de 2010
Caídas de objetos en manipulación, pisada sobre objetos, golpes y cortes, sobreesfuerzos, contactos términos son las causas más comunes de baja. Y más común aún es atribuirle la culpa a objetos como limas, garfios, martillos, destornilladores, arrancaclavos o tijeras, por citar algunos de los más conocidos. ¿Cómo evitar estos accidentes? El primer paso se centra en detectar la clase de herramienta que se vaya a manipular: herramientas de percusión y apriete o herramientas manuales de corte.
En el caso de las de percusión, los golpes y la proyección de partículas son los primeros de la lista en cuanto a riesgos. En cuanto a los golpes, se pueden provocar con la propia herramienta mientras se utiliza un martillo o mazo, o porque falla el propio útil y provoca el desequilibro del operario (ranuras para destornillados desbocada, bocas deficientes en llaves de apriete, ranuras para destornilladores desbocadas...).
Golpes
Para prevenir estos peligros, Ibermuatuamur aconseja, entre otras cuestiones, adquirir martillos que se correspondan al trabajo que se vaya a hacer, como por ejemplo “un martillo de carpintero para colocar clavos”. Asimismo, insta a cambiar los mangos (a poder ser antideslizante y de caucho) y elegir un objeto cuyo frente sea más grande que la cabeza del cincel o cortafríos. Con esto “se evita la posibilidad de que se salte de la superficie y se distribuye la fuerza del golpe sobre una mayor superficie”, aseguran desde la mutua. Otro de los puntos que se deben recordar es reemplazar los punzones, cinceles y cuñas cuya cabeza ya hayan adquirido forma de hongo por el uso. También avisan de que no se debe hacer palanca para aumentar la fuerza puesto que podría provocar la rotura de la llave.
En este sentido, los expertos sugieren usar herramientas que tengan una virola en el sitio donde la hoja entra al mango, ya que protege la mano cuando el trabajador hace fuerza hacia abajo. Además, recuerdan que las llaves de extremo abierto no están diseñadas para trabajos que requieran mucha fuerza. “Para estos esfuerzos es mejor usar llaves de vaso o de tubo. Son más fuertes y menos propensas a abrirse sobre las tuercas”, indican.
Proyección de partículas
Sin embargo, no todo son golpes en las herramientas de percusión. La proyección de partículas también entraña riesgos. Así, el primer paso consiste en reemplazar los punzones, cortafríos o cuñas cuyas cabezas tengan rebabas. A propósito de evitarlas, la mutua aconseja hacer en las cabezas de los punzones una sección ligera ligeramente decreciente hacia la superficie golpeada.
Asimismo, tampoco hay que olvidar utilizar gafas o pantallas protectoras tanto para sí mismo como para el resto de trabajadores, especialmente en aquellas tareas que impliquen quitar remaches, o picar metal y cemento.
Cortes
Por lo que respecta a las herramientas manuales de cortes, las manos son los miembros más propensos a sufrir las consecuencias de una mala práctica o del mal estado del material. Al consejo habitual de proteger las hojas afiladas y, a la vez, afilarlas para minimizar esfuerzos en el corte, se unen otros que pueden parecer obvios como coger correctamente el eslabón por el mango (con la mano que utiliza el guante de malla) mientras se afila, o trabajar con los puños en posición recta y con los codos cerca del cuerpo.
Haciendo hincapié en los mangos, se recomienda que estos no dejen surcos en la palma de la mano de sus usuarios, así deben tener la superficie redondeada para que la mano no haga fuerza sobre esquinas o cantos bruscos. Además, los expertos animan a elegir herramientas que puedan ser usadas tanto por personas que trabajen con la mano derecha como con la izquierda.