Juntas de movimiento: Función y tipos
Tienen la función genérica de absorber o atenuar las tensiones generadas sobre el recubrimiento, por causas internas o externas a él, diferenciándose los siguientes tipos de juntas:
Juntas estructurales
En correspondencia con juntas de dilatación, de hormigonado, etc., de los elementos estructurales, deben prolongarse en el recubrimiento cerámico, con la misma función de absorción o atenuación de tensiones, con independencia de que exista capa de separación o desolidarización entre el elemento constructivo estructural y el recubrimiento.
Deben respetar, como mínimo, la anchura de la junta sobre la que se ubican en toda su longitud y sin interrupciones. En juntas de control y hormigonado, sobre soleras de hormigón, se les asigna una anchura mínima de 10-12 mm, en toda la sección del recubrimiento. Si son de ejecución manual, deben utilizarse sellantes con una deformabilidad permanente nunca inferior al 15 %, también denominada factor de acomodación del movimiento (FAM).
Juntas perimetrales
Son específicas para separar el recubrimiento cerámico de los elementos constructivos que se interpongan, con la función específica de no ver comprometida la movilidad del recubrimiento o que sobre él no actúen los movimientos de esos elementos. Deben ubicarse junto al elemento constructivo que ciñe el plano del recubrimiento (cerramientos, particiones, cambios de material, escaleras, etc., en pavimentos; y forjados, pilares y cambios de plano en revestimientos).
Deben penetrar en profundidad hasta el soporte estructural o, cuanto menos, hasta la capa de separación o desolidarización. En el caso de un recubrimiento impermeabilizado, estas juntas penetrarán hasta la capa o manta de drenaje situada sobre la impermeabilización. Su anchura depende de los movimientos esperados, no siendo inferior en ningún caso a los 6 mm.
Juntas intermedias
Sirven para dividir en paños la superficie total del recubrimiento, con la finalidad de que cada paño pueda absorber las tensiones propias del recubrimiento (generadas principalmente por movimientos debidos a cambios de temperatura o humedad) y de las capas intermedias sobre las que está adherido (mismas causas de movimiento, más la retracción de maduración de los aglomerados de cemento).