El futuro se acerca
Francesc Cortés, investigador senior en robótica de Leitat Technologial Center
11/12/2025Me presento: llevo 40 años trabajando en robótica. De estos, 26 en Asea/ABB en todo tipo de aplicaciones industriales y los últimos 14 en Leitat, investigando en distintos campos de la robótica. Por esto, este es un artículo de opinión, basado en mi percepción y experiencia. Por tanto, excepto algunos hechos presentados y ciertos, todo es discutible. En general voy a abordar la robótica industrial, con pinceladas en otras áreas.
¿Por qué la robótica ha crecido tanto? Miren cuanto valía un Ford Escort en 1986: entre 750.000 y 1 millón de pesetas. Un robot industrial de soldadura usado para fabricarlo valía entonces unos 12 ó 15 millones. ¿Y hoy en día? Un coche medio, un Ford Focus cuesta unos 28.000 € y un robot de soldadura unos 24.000 €. Digamos que cuestan lo mismo. Es decir, el precio del robot industrial tipo ha pasado de valer 15 a 20 veces un coche medio, a valer lo mismo o menos. Ahora podemos ver porque se instalan 10 ó 12 veces más robots industriales hoy en día, llegando a 550.000 anuales. Y esta tendencia continua. Pero esto es la mitad de la historia, queda la tecnología que nos abre la posibilidad de nuevas aplicaciones.
Si hacemos caso a la IFR, en 2025 hay 5 grandes tendencias de la robótica (1). Veámoslas:
1. IA aplicada a analítica física e IA generativa
Los controles y el procesamiento de los robots industriales han ido mejorando sus prestaciones, repetitividad, control dinámico y facilidad de programación. De hecho, gran parte de la reducción de coste del robot se debe a los avances en la electrónica de control y potencia, más que a la parte mecánica. La irrupción de los teléfonos móviles ha creado un mercado de sensores de visión asequibles, que ha permitido equipos con visión en cualquier robot a bajo coste. Si añadimos la potencia de los procesadores generalistas y neuronales, se habilita la IA en gran escala.
La IA se está usando básicamente en dos fases:
- Ayudas a la programación de los robots usando IA, mediante simulación de procesos y la IA generativa capaz de proponer un programa con pocos datos.
- Procesar datos en tiempo real para que el robot responda de forma más inteligente: esquivar obstáculos automáticamente, reconocer objetos, decidir la forma de manipularlos o incluso analizar las acciones de una persona y tomar decisiones.
¿Dónde queremos llegar? Primero, que el robot tenga la destreza y habilidad similar a la humana para entender el entorno y poder manipularlo. Estamos lejos, un humano tarda 6 años en adquirir la habilidad para manipular objetos con 3 dedos independientes. Y esto que está cada día ejercitando. Segundo, la capacidad de entender las tareas definidas de forma natural, como si fuese un ChatGPT de la robótica. Se lo decimos, el robot entiende y lo ejecuta. Esto presupone un conocimiento del mundo que los humanos tenemos, pero los robots no. Si soltamos algo en el aire, sabemos que va a caer. Un robot, no lo sabe a menos que se lo indiques de forma explícita. Sin embargo, los robots tienen la ventaja de que el aprendizaje de manipular y comprender el entorno se puede pasar de uno a otro, los humanos lo tenemos más difícil (por eso debemos pasar tiempo en la escuela o practicando un deporte).
2. Humanoides de propósito único
De entrada, no creo en robots humanoides, al menos no en ámbitos generalistas. Empiezan a aparecer robots humanoides para propósito único, especializados en una tarea concreta. ¿Por qué queremos que sean humanoides en la industria, si podemos adaptar el entorno al robot? Pueden tener 4 piernas (o ruedas) y 3 brazos, si la tarea lo necesita. Limitarnos a que tenga dos piernas, dos brazos y cabeza solo es necesario para que las personas se sientan identificadas emocionalmente en tareas de asistencia, por ejemplo. Rodney Brooks, uno de los fundadores de iRobot (Roomba) señala que la falta de tacto y flexibilidad de las manos robóticas limita su uso (2). El uso de humanoides en tareas complejas en casa está lejos, aparte de las implicaciones de seguridad. Un robot que debe levantar 20 kg puede hacer mucha fuerza. ¿Cuál es la solución? Robots especializados en tareas concretas. Por ejemplo, hoy tenemos la Roomba, no un humanoide con aspiradora.
3. Sostenibilidad y consumo energético
Aquí los fabricantes deben diseñar robots equilibrados y con poco consumo energético. Para los usuarios, existen también sistemas y simuladores que permiten estimar la energía consumida en tareas concretas. En algunos casos, cambiando algunos parámetros de la tarea, podemos reducir el impacto energético sin afectar (mucho) la efectividad del robot.
Por otro lado, los procesos robotizados pueden mejorar la calidad y reducir los rechazos, reduciendo el impacto en energía y materiales. Usamos robots para fabricar y mantener instalaciones solares, reciclar materiales o reaprovechar materiales manufacturados para una segunda vida.
4. Nuevos sectores de negocio y de clientes
Aparte de nuevos modelos de negocio (pago por uso, Robot como servicio…), tenemos todo un conjunto de nuevas aplicaciones potenciadas por la IA y las comunicaciones. Algunos ejemplos.
En el ámbito industrial tenemos la economía circular y sistemas automáticos de reciclado de materiales. Esto se amplía a sistemas de “desfabricación”. Un ejemplo son las baterías de los EV. La robótica está aprendiendo a desmontarlas, diagnosticar su estado y reutilizarlas o recuperar los materiales para fabricar nuevas baterías.
El uso de IA y las nuevas capacidades permiten entrar en campos nuevos. La robótica sale de las fábricas y va al exterior: agricultura, inspección de infraestructuras, construcción.
La robótica asistencial (aquí sí que necesitamos humanoides) monitoriza las tareas del día a día y da soporte emocional a las personas mayores o con dificultades de ejecutar actividades cotidianas. Es una solución al envejecimiento de la población y la falta de personal para estas ayudarlas.
5. Robótica para remediar la escasez de mano de obra
La robótica asistencial es un ejemplo. Actualmente no es atractivo trabajar en trabajos de fabricación. Pocos quieren trabajos agrícolas. La mano de obra especializada escasea. Es un problema aquí, en China y en todo el mundo. La solución es automatizar con robots.
Otro aspecto es el uso mixto de robot y personas en tareas compartidas (colaborativas). La parte más pesada debe hacerla el robot, la parte más creativa y complicada la hace la persona. Esto añade valor al trabajo de estas personas en tareas de manufactura y incrementa la productividad. Esta colaboración puede “ampliar” la capacidad de la mano de obra especializada, combatiendo su escasez.
Punto y aparte. Visto esto, ¿qué hacemos en Leitat? Veamos algunos ejemplos.
Desde el punto de vista de reciclado, hemos trabajado en separación para reciclaje de distintos materiales. Para ello tenemos una línea piloto para probar distintas estrategias. Para “desfabricación” estamos trabajando en 6 proyectos de desmontaje de baterías en un laboratorio específico para ello. En él podemos trabajar con las químicas, realizar cargas y descargas controladas o probar estrategias de desmontaje y reciclado. Es importante tener un laboratorio con todos los sistemas de seguridad adecuados para manejar los packs de baterías.
También estamos trabajando en robótica móvil de exteriores. Las aplicaciones enfocadas son inspección, construcción, agricultura y rescate en zonas en conflicto o en desastres naturales, usando robots cuadrúpedos y drones.
La robótica asistencial me parece especialmente importante. El proyecto Raadical nos ha permitido desarrollar un robot (humanoide de PAL) capaz de monitorizar las actividades diarias, conversar para mantener las personas activas y vigilar situaciones de riesgo. En caso de detectar un peligro, el robot es capaz de pedir ayuda y un operador puede manejar el robot de forma remota para evaluar el riesgo y tomar acciones.
Para todos los ejemplos descritos, se usa extensivamente IA para analizar el entorno o para generar sistemas de conversación inteligentes. También usamos tecnologías inteligentes para determinar la posición y gestos de personas para evitar interferencias con los robots o usar gestos para controlarlos. A nivel voz estamos trabajando en reconocer no solo el habla, sino también las emociones del interlocutor. A su vez el robot expresa “emociones” para facilitar la comprensión (usado en el proyecto Raadical).
A nivel más básico, trabajamos en construcción de efectores finales usando fabricación aditiva, programación asistida, detección de objetos avanzada y manipulación autónoma (sin programación), generación automática de movimientos a partir de simulaciones o a usando nubes de puntos del entorno.
Em resumen, la robótica está abarcando cada vez mas aplicaciones y campos. La combinación de la robótica con la IA, la capacidad de computación, sensores, comunicaciones permita extender su uso a nuevas aplicaciones. Los robots y personas vamos a trabajar juntos e interactuar cada vez más. Veremos hasta dónde llegamos. El futuro se acerca.
El investigador Francesc Cortés, experto en robótica industrial y de servicio, recibió el Premio a la Trayectoria Profesional, otorgado por Enginyers Industrials de Catalunya en la Nit de la Robòtica 2025.
(1) https://ifr.org/ifr-press-releases/news/top-5-global-robotics-trends-2025
(2) https://rodneybrooks.com/why-todays-humanoids-wont-learn-dexterity/

























