Stadler y Pellenc ST ponen en marcha para Iren la primera planta en Italia que clasifica seis tipos de papel y cartón en Collegno

La empresa de servicios múltiples Iren inauguró en septiembre en Collegno, cerca de Turín, una planta de clasificación de papel y cartón de alto rendimiento, diseñada y construida por Stadler Anlagenbau GmbH en colaboración con Pellenc ST. La instalación, primera en Italia capaz de separar seis tipos distintos de papel y cartón, cuenta con un diseño compacto, procesos automatizados y la última tecnología óptica con inteligencia artificial, lo que refuerza la infraestructura de economía circular del área metropolitana de Turín y responde a la estrategia de sostenibilidad de Iren.

Gracias a la separación en seis fracciones, la planta impulsa la comercialización diferenciada de materiales y fortalece la viabilidad económica del reciclaje en la región.

La planta, con una capacidad de 8 toneladas por hora, incorpora un proceso que comienza con la dosificación y la clasificación mecánica mediante los separadores balísticos de dos niveles PPK2000 y STT2000 de Stadler, que separan cartón grande y material fino. El material de tamaño medio avanza hacia seis clasificadores ópticos Pellenc ST COMPACT+, equipados con espectroscopia de infrarrojo cercano (NIR) y visible, junto con el software de IA CNS Brain.

Según explicó Matteo Loiacono, gerente de ventas de Italia en Pellenc ST, “CNS Brain nos permite abordar nuevos casos de uso en la clasificación de materiales fibrosos, en particular nos ayuda a diferenciar entre papel blanco y cartón blanco, que son visualmente similares, pero difieren en valor. Este sistema impulsado por IA se conecta directamente a nuestros clasificadores ópticos sin necesidad de infraestructura adicional ni consumo de energía, y ofrece una solución potente, robusta y eficiente”.

La instalación es la primera en Italia que separa seis flujos de materiales a base de papel en una sola línea: cartón grande, papel destintado, papel blanco, papel fino, material multicapa con aluminio y material multicapa sin aluminio. Tras la clasificación, cada fracción pasa por control de calidad manual y análisis de composición automático antes de ser embalada y almacenada. El sistema incluye mecanismos de derivación directa y opciones de alimentación flexibles para adaptarse a la variabilidad de los insumos y a las dinámicas cambiantes del mercado del papel recuperado.

El proyecto se ejecutó en un edificio ya existente, lo que obligó a Stadler a desmontar la antigua planta en solo tres semanas, realizar el montaje mecánico en tres meses, la instalación eléctrica en dos meses y la puesta en servicio en un mes. Paolo Cravedi, gestor de proyectos de Stadler, destacó: “Adaptar la nueva planta a la disposición del edificio y a la infraestructura eléctrica ya existentes fue un reto importante. Tuvimos que rehacer el diseño, sobre todo en la zona de alimentación, y la colocación de la embaladora para optimizar el uso del espacio y garantizar una manipulación eficaz del material. El resultado final es una planta flexible, compacta y eficiente que cumple los requisitos actuales y está preparada para los retos del futuro”.

Por su parte, Damiano Giovanardi, gestor de proyectos de Iren, subrayó: “Durante la fase de diseño, fue necesario mejorar la capacidad de separación de la línea. Stadler y Pellenc ST se mostraron muy receptivos y atendieron todas nuestras peticiones, adaptando el diseño para garantizar el mejor rendimiento de clasificación”.

Iren valoró además la profesionalidad demostrada durante las obras: “Desde el desmantelamiento hasta la puesta en servicio, Stadler siguió estrictos protocolos de seguridad y mantuvo las instalaciones limpias y bien organizadas”, afirmó Giovanardi. “Fueron precisos y puntuales, cumplieron todos los plazos del calendario acordado y llevaron a cabo la puesta en marcha de la planta y las pruebas de rendimiento en tan solo cuatro semanas. Durante el mismo periodo, también impartieron una formación exhaustiva para que nuestros operarios pudieran hacerse cargo de la planta inmediatamente después de la puesta en servicio”.

El éxito del proyecto de Collegno se apoyó en la cooperación entre Iren, Stadler y Pellenc ST, que mantienen una relación de largo recorrido. Desde 2020, Stadler ha desarrollado para Iren instalaciones en Piacenza, Volpiano, Pianezza, Parma, Asti y la emblemática planta Circular Plastic en Borgaro, especializada en plásticos.

“Pellenc ST lleva muchos años trabajando con Stadler en todo el mundo”, recordó Matteo Loiacono. “Esto nos ha permitido establecer una sólida relación basada en la confianza y el entendimiento mutuos, lo que se ha traducido en plazos de puesta en servicio más cortos. En el caso de Collegno, Stadler optimizó la integración de los elementos periféricos y el sistema de dinámica del flujo de aire. En combinación con nuestros clasificadores ópticos, esta asociación logró el mejor rendimiento de clasificación del mercado, manteniendo al mismo tiempo una elevada productividad que supera los objetivos iniciales del cliente”.

Paolo Cravedi añadió: “Estamos orgullosos de continuar con nuestra larga colaboración con Iren a través de este nuevo proyecto en Collegno. Esta planta es el resultado de un excelente trabajo en equipo y un claro compromiso de ambas empresas con la sostenibilidad, la innovación técnica y el rendimiento”.

La instalación responde a la creciente complejidad del flujo de papel y cartón, vinculada a cambios en los hábitos de consumo, como el aumento del embalaje procedente del comercio electrónico y la caída de los soportes impresos.

La nueva instalación se convierte en un activo clave para la gestión de residuos en Turín, complementando la planta de Pianezza, dedicada a plásticos, y la de Borgaro, especializada en clasificación secundaria de plásticos. Giovanardi explicó: “Esta planta completa el sistema de tratamiento de recogida selectiva de residuos de Turín. Tras la planta de Pianezza, que actúa como centro de distrito para los plásticos, y la planta de Borgaro, un centro secundario de clasificación de plásticos, ahora tenemos una planta de papel y cartón de alto rendimiento que viene a llenar el vacío dejado por la planta anterior”.

La instalación responde a la creciente complejidad del flujo de papel y cartón, vinculada a cambios en los hábitos de consumo, como el aumento del embalaje procedente del comercio electrónico y la caída de los soportes impresos. “El volumen de cartón marrón ha aumentado de manera considerable, mientras que el de periódicos y revistas está descendiendo”, señaló Matteo Loiacono. “Esto significa que el reto es maximizar el rendimiento de las fracciones de mayor valor, como el papel de oficina, sin confundirlas con el cartón blanco. Nuestros clasificadores ópticos impulsados por IA pueden realizar las tareas de clasificación más complejas, como separar el cartón blanco del papel blanco”.

Gracias a la separación en seis fracciones, la planta impulsa la comercialización diferenciada de materiales y fortalece la viabilidad económica del reciclaje en la región. Giovanardi concluyó: “La característica más destacada de la planta es su flexibilidad, que nos permite adaptarnos a las demandas del mercado y a las necesidades futuras. Junto con la alta fiabilidad y disponibilidad de la línea, esto garantiza excelentes resultados de producción a largo plazo”.