Entrevista a José Luis Giménez, vicepresidente de Barberán
Barberán S.A. ha sido un participante clave en Ligna desde su debut en 1975, utilizando la feria hasta el día de hoy como plataforma para la innovación y la creación de redes internacionales. El vicepresidente de la compañía, José Luís Giménez, reflexiona en esta entrevista sobre la importancia continua de Ligna para su compañía. Fundada en 1929, Barberán es una empresa familiar dedicada a la fabricación de maquinaria industrial para el acabado de superficies, que diseña, crea y produce maquinaria para mejorar la productividad de sus clientes en los sectores industriales del mueble, construcción, decoración y embalaje.
José Luís Giménez, vicepresidente de Barberán, S.A. Foto: Ligna.
¿Qué hace que Ligna sea tan especial para usted?
Ligna ha sido nuestra puerta de entrada al mercado internacional desde el primer día. Como fabricantes de maquinaria, hemos participado con orgullo en Ligna desde su creación en 1975. Más que una simple exposición, es una plataforma donde mostramos nuestra última tecnología, conectamos con los clientes y nos mantenemos a la vanguardia de las tendencias emergentes del sector. Formar parte de este evento cada dos años sirve como catalizador de la innovación y brinda una oportunidad inestimable para conocer a personas que, después de tantos años, se han convertido en algo más que clientes o socios: son amigos.
¿Qué es lo que más le ha gustado de Ligna?
Ligna ha sido increíblemente gratificante para nosotros, tanto a nivel profesional como personal. A nivel empresarial, apreciamos enormemente la oportunidad de conectar con empresas de todo el mundo y presentar nuestras últimas innovaciones. Siempre es gratificante ver cómo nuestras máquinas captan la atención y, lo que es más importante, suscitan debates significativos sobre tecnología, eficiencia y sostenibilidad. Uno de los aspectos más destacados es la respuesta positiva que recibimos de los clientes y socios, especialmente cuando vemos cómo nuestras soluciones mejoran realmente sus operaciones. Más allá de los negocios, Ligna también fomenta un sentido único de comunidad. Las reuniones posteriores a la feria (bebidas de bienvenida en varios stands, noches de expositores y eventos informales de networking) añaden un toque personal y agradable a la experiencia.
Stand de Barberán en Ligna 1981. Foto: Ligna.
¿Qué es lo más divertido/mejor/sorprendente que ha experimentado en Ligna?
Uno de los momentos más sorprendentes ocurrió en 1983, cuando descubrimos que un gato había viajado dentro de uno de los camiones que transportaban nuestras máquinas desde Barcelona. ¡El incidente incluso llegó a la revista Bild-Hannover! A lo largo de los años, Ligna nos ha brindado innumerables momentos memorables, algunos divertidos, muchos estresantes, especialmente cuando se trata de demostraciones de máquinas en vivo. En el lado positivo, nada se compara con la sorpresa y la satisfacción de recibir la visita de tantas empresas extranjeras. Es como abrir una puerta a otra dimensión que está fuera de tu alcance sin Ligna. Ver a clientes de todo el mundo amontonarse alrededor de nuestras máquinas da sentido a nuestro trabajo y nos inspira a seguir adelante.
¿Cuál fue el mayor reto que tuvo que superar en Ligna?
Uno de los retos más inesperados a los que nos enfrentamos fue cuando un camión que transportaba nuestro equipo a Hannover fue secuestrado debido a una disputa entre la empresa de transporte y uno de sus conductores.
Más allá de sorpresas logísticas como esa, uno de los mayores retos actuales en Ligna es la complejidad de presentar maquinaria de gran tamaño en un entorno expositivo dinámico. Transportar, montar y garantizar que nuestras máquinas estén plenamente operativas para las demostraciones en directo requiere una coordinación meticulosa y un equipo altamente cualificado.
¿Qué otros retos destacaría?
Otro desafío importante es destacar en un entorno tan competitivo e impulsado por la innovación. Crear una experiencia en el stand que transmita claramente el valor de nuestras soluciones a un público diverso es un proceso de aprendizaje continuo.
Sin embargo, superar estos desafíos solo nos fortalece como equipo y nos hace más adaptables como empresa. Cada Ligna presenta nuevas lecciones, y las aprovechamos como oportunidades para crecer y mejorar.
¿Cuándo es una Ligna exitosa para usted?
Para nosotros, Ligna es un éxito cuando logramos tres objetivos clave:
Establecer conexiones sólidas: el éxito proviene de las interacciones con los clientes existentes, el establecimiento de relaciones con nuevos socios y la comprensión de sus necesidades cambiantes. Cuando vemos que nuestras máquinas abordan desafíos reales de la industria e inspiran confianza en nuestra tecnología, se validan nuestros esfuerzos.
Mostrar innovación: una Ligna exitosa es aquella en la que demostramos eficazmente nuestros últimos avances y destacamos como líderes de la industria. Cuando los visitantes se van de nuestro stand entusiasmados con nuestras ofertas, sabemos que hemos causado impacto.
¿Y el tercer objetivo?
Impulsar el crecimiento: en última instancia, el éxito se refleja en resultados comerciales tangibles: nuevos pedidos, asociaciones y consultas que sientan las bases para el crecimiento futuro. Una Ligna productiva significa resultados medibles que refuerzan nuestra posición en el mercado. Además, si nos vamos de Ligna inspirados, habiendo obtenido nuevas ideas, perspectivas y tendencias, es una señal de que hemos tenido un evento exitoso.

























