Son clavos de acero de diferentes medidas y tipo (anillados, lisos o roscados) dispuestos en continuo en una bobina.
Son muy útiles para trabajos de clavado en serie, ya que al estar ordenados y facilitan la colocación en clavadoras automáticas ahorrando tiempo.
Se introduce el extremo de la bobina en la clavadora neumática y se procede al clavado.
Para industrias como la maderera.