Valoraciones de la industria sobre el presente de la industria juguetera y sus perspectivas para 2026 (Parte 1)

“Hemos notado una capacidad de compras más moderada en el retail masivo, especialmente por la reorganización de catálogos derivada de una alta oferta de productos por parte de los proveedores. Esperamos la normalización de la oferta en los siguientes meses y también una mejora de los canales de distribución. Además, seguimos constatando una retroalimentación entre el canal físico y online, cuando el stock se quiebra en el físico, aumentan las ventas de plataformas online y viceversa. Por su parte, los kidults predominan en el sector de los juegos de mesa, su progresión será mayor año tras año porque el mercado se ha especializado en cubrir todos sus tipos de gustos y necesidades, y serán consumidores que vamos a preservar por muchos años”.

“Las familias son cada vez más conscientes de lo que compran. Quieren juguetes duraderos, educativos y fabricados con valores. El reto es ofrecer productos que conecten con ese consumidor sin perder competitividad. No basta con usar materiales ecológicos: se esperar transparencia en toda la cadena. Desde el origen de las materias hasta el empaquetado o la logística, la sostenibilidad será clave. La inflación, la inestabilidad logística o el coste de las materias primas seguirán afectando al sector. El reto será mantener calidad sin encarecer en exceso el producto final. Además, el sector del juguete está entrando en una etapa de cambio, donde innovar no es solo lanzar algo nuevo, sino hacerlo con sentido. Hoy se trata de crear juguetes que realmente aporten: que acompañen en el desarrollo de los niños, que respeten el medio ambiente y que conecten con la forma en que las familias juegan y educan en la actualidad”.

“Se observa una cierta contención en el consumo, influida por factores económicos generales como la inflación y el ajuste del gasto de los hogares, pero también una recuperación progresiva en sectores relacionados con el juego educativo. Entre los factores que han marcado esta evolución destacan la competencia del comercio online, la creciente sensibilidad hacia la calidad y la durabilidad de los productos, y la necesidad de las marcas de adaptarse a nuevas formas de comunicación y consumo, especialmente entre las familias jóvenes. Por otro lado, apreciamos una mayor planificación de las compras y un uso creciente de canales online para comparar precios y disponibilidad. El gasto medio se mantiene estable, pero con más atención al valor educativo, la durabilidad y la relación calidad-precio. Las familias priorizan productos que ofrezcan juego real y prolongado, evitando compras impulsivas”.

“Las familias compran opciones, consultan opiniones, valoran pros y contras antes de decidir. Esto se traduce en una concentración de las compras en periodos cortos, especialmente en las últimas semanas de campaña. En cuanto a canales, hay un equilibrio entre físico y digital: el online permite comparar e informarse, mientras que el físico sigue siendo clave para la experiencia táctil y la decisión final. Las prioridades han cambiado: el consumidor busca productos que combinen calidad, durabilidad y valor educativo. Ya no se trata solo de entretener, sino de aportar algo significativo al desarrollo en la infancia y al tiempo compartido en familia. El principal reto es seguir adaptándonos a un consumidor más exigente y selectivo, manteniendo la rentabilidad en un contexto económico que sigue siendo complejo. La innovación constante es clave en un mercado donde la novedad tiene un peso importante, pero sin perder de vista la sostenibilidad”.

“Los principales retos para el sector juguetero el próximo año estarán relacionados con la adaptabilidad al consumidor y la innovación de producto. Por un lado, el poder adquisitivo y la sensibilidad al precio seguirán marcando las decisiones de compra, lo que obliga a fabricantes y retailers a diseñar estrategias de precios y promociones más inteligentes, sin sacrificar la percepción de valor. Además, el sector debe responder al crecimiento del canal online y la demanda de experiencias integradas, garantizando que los productos sean visibles, atractivos y consistentes en todos los puntos de contacto con el consumidor. Finalmente, la innovación y la sostenibilidad siguen siendo retos y oportunidades al mismo tiempo: crear juguetes educativos, responsables con el medio ambiente y alineados con tendencias de consumo será determinante para captar y fidelizar al público”.

“Me parece muy relevante la democratización de la demanda. Al no haber formas de comunicación tan efectivas como en el pasado, no es fácil crear moda y, por eso, la demanda se reparte entre muchos más productos. El efecto perverso es que al no haber producto top se reduce el tráfico. Aunque no se puede generalizar porque los consumidores tienen diferentes comportamientos en función de sus circunstancias, priman la eficiencia en la compra, valorando comodidad, precio y calidad. Personalmente, veo dos categorías que funcionan muy bien. Por un lado, juegos para jugar en familia, para compartir, y aquellos relacionados con aficiones personales (coleccionismo, fenómeno cultural y marca). Como en cualquier sector, el reto principal es ser capaz de adaptarse a los rápidos cambios sociales y comerciales sin perder la identidad del negocio”.

“La principal prioridad del consumidor a la hora de hacer las compras de juguetes y juegos es el precio, mientras que como segundo factor determinante destacaría la comodidad de la compra. Esto ha motivado el crecimiento del canal online, también favorecido por disponer de surtidos de oferta más amplios. Si hay que destacar un reto para el sector juguetero, resaltaría el desarrollar productos que atraigan a más clientes y aumentar la frecuencia de compra durante el año. Necesitamos acercarnos a la compra media de los países europeos más desarrollados. Así, el futuro es complicado a nivel general, pero luego siempre hay oportunidades para cualquier fabricante capaz de innovar y desarrollar tendencias de compra. Creo que debemos acercarnos a la vida real, muy influenciada por las redes sociales y las nuevas tecnologías”.

“El sector está en una fase de transformación necesaria más que de crisis terminal. La industria debe reinventarse ampliando su público objetivo más allá del tradicional, explorando el mercado adulto y de regalos. La clave estará en la capacidad de innovar combinando tecnología, sostenibilidad y valor educativo, mientras se adapta a una demografía desfavorable que parece estructural a medio plazo. El consumidor de juguetes se ha vuelto hiperracional y estratégico. La combinación de presión económica y sobreinformación ha creado un comprador que pospone decisiones buscando el mejor momento, usa el online para investigar, pero valora la física para decidir, no compra por impulso sino por convicción, prioriza experiencias familiares sobre tecnología, y distribuye el gasto para no concentrar impacto económico”.

“La situación actual del sector juguetero es más desafiante que el año pasado. Hay un estancamiento en el crecimiento y un cambio constante en las preferencias del consumidor que hace que las empresas se tengan que adaptar cada vez más rápido. La demanda actual de juguetes, los códigos de responsabilidad y compromisos de las empresas con la sociedad orienta la tendencia hacia productos más inclusivos, más sostenibles, con alto valor educativo y, si es posible, con licencia. La categoría kidult es una de las de mayor crecimiento, impulsada por la nostalgia, el coleccionismo y las licencias de cine, series o videojuegos. En esta categoría, destacan los productos de construcción, figuras de colección y, sobre todo, ediciones limitadas con alto valor emocional”.

“Hemos notado ciertos cambios en el comportamiento de compra. De entrada, la tendencia a la compra online va al alza, con cada vez más familias apostando por el e-commerce. También estamos viendo cómo, si bien en el cómputo general existe un crecimiento, en lo que se refiere a tique medio este tiende a ser algo más bajo que en años anteriores. Finalmente, destacar que, si bien el segmento de los juegos de mesa no depende tanto de la estacionalidad, sí que se ve una tendencia a adelantar algunas compras de campaña, sobre todo aprovechando ofertas en fechas señaladas (como en Black Friday). Por su parte, el segmento kidult ya no es una novedad, sino un componente central del mercado juguetero. Su crecimiento está moldeando estrategias de producto, diseño, licencias y retail. Tanto para marcas como para las tiendas, representa una gran oportunidad si se trabaja bien”.

“El mercado está al alza respecto al año pasado, según los datos reportados por Circana, y también por las conversaciones que tenemos con nuestros clientes, gracias al cambio de hábitos de consumidor y los nuevos públicos que se están viendo en el mercado (segmento kidult). Si bien es cierto que las licencias están subiendo en el mercado, vemos que el contenido es algo que sigue siendo importante para el consumidor, por eso seguimos desarrollando producto educativo con contenido que preocupa a los padres, así como producto para jóvenes adultos (kidult). Como fabricantes, lo que tenemos en cuenta es la disponibilidad del producto (que esté bien distribuido y en todos nuestros clientes) y estamos muy focalizados en el consumidor, realizando campañas para impactar al target correcto en el medio indicado”.

“Nuestra percepción sobre la situación del sector juguetero es peor respecto al año pasado. La situación económica, la inflación, la inestabilidad, el envejecimiento de la población y el cambio de hábitos son algunos de los factores que influyen en esta situación. Observamos cómo el gasto medio en juguetes ha descendido y se tiende a sustituir la compra de juguetes por experiencias. Por su parte, el e-commerce sigue creciendo en el mercado. Las categorías que están resistiendo mejor son el juguete educativo y el tecnológico, y también hay algunas licencias puntuales y de moda que están dando buenos resultados. El sector juguetero tiene que evolucionar para ofrecer experiencias en el punto de venta, a través de actividades, espectáculos, demostraciones, etc.”.

“Los principales factores que han impactado al sector juguetero son la transformación digital, el aumento de la demanda de productos kidult y coleccionables, y la creciente importancia de la sostenibilidad. La transformación digital ha impulsado a los fabricantes a incorporar tecnologías y elementos interactivos en los juguetes, adaptándose a las nuevas tendencias de juego y consumo. Por otro lado, el auge del público kidult -adultos que compran juguetes por nostalgia o como artículos de colección- ha abierto un segmento de mercado con gran potencial de crecimiento. Asimismo, la sostenibilidad se ha convertido en un factor clave a la hora de lanzar nuevos productos. Cada vez más, los consumidores no solo evalúan el precio, sino también el impacto ambiental, social y los valores del juguete, buscando opciones que contribuyan al cuidado del medio ambiente y al desarrollo personal”.