Miniland colabora con un estudio sobre el juego y las personas mayores
La empresa alicantina de material y juguetes educativos Miniland ha colaborado con un estudio para evaluar qué tipo de juegos son más adecuados para las personas mayores dependientes y hasta qué punto resultan beneficiosos. Para el desarrollo del estudio, la empresa ha donado cinco lotes de material de psicoestimulación, valorados en más de 4.000 euros, que han sido destinados a cinco residencias y centros de día gestionadas por Valoriza Servicios a la Dependencia y por la fundación Salud y Comunidad.
Un total de 214 personas mayores de estos centros de Onil, Benidorm, Elda, Benejúzar y Elche han participado en el estudio, que se ha desarrollado en 335 sesiones de alrededor de 50 minutos. Los productos educativos donados por Miniland han sido el material básico utilizado para el desarrollo de actividades funcionales y cognitivas incluidas en las programaciones anuales de los centros.
Las actividades han tenido una gran aceptación en todos los centros en los que se han llevado a cabo, tanto en la dinámica grupal en la que se ha centrado el estudio, como a nivel individual. El material ha sido del agrado de los usuarios, que lo han valorado muy positivamente por adaptarse a sus necesidades y limitaciones.
Por otra parte, los profesionales de las residencias y centros de día participantes han considerado este material como muy adecuado para trabajar tanto las capacidades cognitivas, como las funcionales y sociales en las personas mayores dependientes, cubriendo casi todas las necesidades de los profesionales que trabajan en este ámbito.
Según María Rosa Martínez, directora de la Residencia y Centro de Día Caseta Sarrió en Onil (Alicante), “el sector de la tercera edad abarca un rango de la población cada vez más elevado, al que no se dedica el suficiente interés por conocer y dar respuesta a sus necesidades y con el que resulta muy necesario invertir tiempo e ideas nuevas”.
Juegos adecuados para cada nivel de dependencia
Los usuarios con déficit cognitivo leve a moderado preferían los puzzles de frutas y animales, el ábaco de colores y el de formas, el juego de tornillos y tuercas, y los cosedores de números y letras, así como los mosaicos con placas. Estas personas conservaban entre sus capacidades intelectuales el lenguaje, la comprensión y la atención, con una disminución parcial de su capacidad funcional.
Los usuarios con un déficit moderado a grave, que preservan mínimamente la comprensión, la atención y el lenguaje, preferían los muñecos y sus vestidos, el juego de tornillos y tuercas, las cadenas, los surtidos de imitación de alimentos envasados y los juegos de construcción, entre otros.

































