¿Cómo se quitan las flores marchitas del geranio?
De acuerdo con la experiencia compartida por los expertos de Pelargonium for Europe (PfE), la poda se alza como un paso clave para lograr el régimen de belleza óptimo en la mayoría de las variedades de geranio.

Para lograr un aspecto perfecto, una salud óptima y una buena floración, es importante eliminar de forma regular las flores u hojas marchitas por tres razones fundamentales.
En primer lugar, esta práctica contribuye significativamente a realzar la belleza estética de los geranios. En segundo lugar, previene el desarrollo de enfermedades, ya que las condiciones húmedas propician que las flores y hojas marchitas se peguen, creando un entorno propicio para el desarrollo de enfermedades fúngicas. Por último, la poda no solo mantiene la salud de la planta, sino que también impulsa el proceso de floración al estimular la generación de nuevas flores. En lugar de invertir su energía en la formación de semillas, el geranio pone toda su fuerza en producir nuevas flores, por lo que la poda turboalimentará la planta para que florezca aún más.
Flores individuales y umbelas
Las flores del geranio crecen en racimos, conocidos como umbelas, que constan de un gran número de flores individuales. Como norma general, no todas las flores de una umbela florecen simultáneamente, lo que implica que algunos racimos pueden mostrar flores marchitas mientras otros aún no han florecido todavía. Aunque sólo se vean unas pocas flores marrones, a muchos amantes de los geranios les parece una pena quitar toda la umbela. En tales casos, la opción de retirar únicamente las flores individuales marchitas es válida; sin embargo, esta tarea puede volverse laboriosa si se cuenta con múltiples geranios.
Aunque quitar el racimo completo no plantea inconvenientes, se desaconseja ignorar durante largos periodos de tiempo las flores y hojas dañadas. Cabe destacar que, para las variedades semidobles y dobles, este cuidado resulta aún más crucial que para los geranios de floración única.
Elegir el momento adecuado es fundamental
Tal y como se indica desde Pelargonium for Europe, seleccionar el momento oportuno constituye un factor esencial en el cuidado de los geranios. No es necesario recurrir a cuchillos ni tijeras para deshacerse de las flores marchitas; se pueden arrancar con facilidad de forma individual. En caso de que los racimos estén marchitos, pero no totalmente secos, se recomienda desglosarlos uno por uno desde la base. Para eliminar la umbela en su totalidad, debe seguirse el tallo con dos dedos hasta dar con la base del brote y, luego, romper en dirección contraria al crecimiento.
En concreto, los geranios son más propensos a una poda efectiva cuando los tallos están saturados de líquido, lo cual suele ocurrir unas horas después de un riego o de una llovizna. Sin embargo, durante condiciones climáticas adversas, como lluvias continuas y vientos fuertes, las variedades con flores grandes, semidobles y dobles pueden enfrentar desafíos. En estos casos, si no se puede proporcionar cobertura protectora, es vital retirar las flores y hojas mojadas y dañadas inmediatamente después de un período de mal tiempo.
Para quienes desean evitar podas regulares, las variedades autolimpiantes son una elección inteligente. Estas se desprenden de manera natural de las flores marchitas y suelen regenerar nuevas flores rápidamente. No obstante, se recomienda retirar manualmente las hojas marchitas. En efecto, los geranios autolimpiantes es más común en las variedades trepadoras.